Así está anulando Rusia el GPS de los aviones en el Este de Europa: la presidenta de la Comisión Europea ha sido su última víctima

Publicado el 03/09/2025 por Diario Tecnología
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Así está anulando Rusia el GPS de los aviones en el Este de Europa: la presidenta de la Comisión Europea ha sido su última víctima

Ayer se desveló que, un día antes, el avión en el que viajaba Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, se había quedado 'ciego' en pleno vuelo: los sistemas de navegación por GPS dejaron de funcionar y la tripulación tuvo que recurrir a mapas de papel y cálculos manuales para lograr aterrizar en Bulgaria tras una hora de maniobras a ciegas.

Las autoridades europeas apuntaron rápidamente a Rusia como responsable de esta interferencia deliberada, enmarcándola dentro de una estrategia de ciberguerra que ya no se limita a escenarios militares, sino que afecta directamente a vuelos comerciales y civiles.

Una amenaza cada vez más frecuente

El reciente caso de Von der Leyen no es, desde luego, algo aislado. Desde la invasión de Ucrania en 2022, decenas de miles de vuelos en el este de Europa se han visto afectados por algún tipo de perturbación en las señales GPS. En junio de 2025, por ejemplo, se registraron más de 1.000 incidentes en el espacio aéreo lituano, frente a apenas unas decenas un año antes.

Lituania, Finlandia y Estonia llevan meses denunciando que las interferencias provienen de instalaciones militares en Kaliningrado, enclave ruso fuertemente militarizado, situado entre Polonia y el Báltico.

No sólo la aviación está en riesgo: la navegación marítima en el mar Báltico se ha vuelto tan inestable que las aseguradoras han encarecido sus pólizas, y en el norte de Noruega los helicópteros sanitarios también se han visto afectados.

¿Cómo se sabotea un GPS?

Los sistemas de navegación por satélite (GNSS, como GPS, Galileo o GLONASS) funcionan gracias a señales débiles emitidas desde satélites a 20.000 km de altura, y eso los hace especialmente vulnerables. Existen dos técnicas principales:

  • Jamming: consiste en “ahogar” la señal legítima emitiendo otra más potente en la misma frecuencia. Es como intentar hablar en una sala mientras alguien grita al lado.
  • Spoofing: más sofisticado y peligroso. No bloquea la señal, sino que envía una falsa, engañando al receptor y haciéndole creer que está en otra posición.

Mientras que el jamming puede desactivar un sistema de navegación, el spoofing puede redirigir un avión o un barco a una ruta errónea, con consecuencias potencialmente catastróficas.

Rusia y la guerra electrónica

Rusia lleva años invirtiendo en dotarse de mejores capacidades de guerra electrónica: desde camiones Murmansk-BN con antenas de 32 metros capaces de interferir en un radio de hasta 8.000 km, hasta pequeños inhibidores portátiles que pueden pasar inadvertidos.

Además, opera una red conocida como 'Tobol', diseñada tanto para proteger sus propias comunicaciones como para interrumpir las occidentales. El Kremlin justifica estas acciones como "defensivas", pero la UE las considera parte de una guerra híbrida destinada a generar inestabilidad.

¿Estamos en riesgo como pasajeros?

A pesar del dramatismo de los titulares, los expertos coinciden en que los pasajeros no deben temer por su seguridad inmediata: los aviones cuentan con múltiples sistemas redundantes —radar, radioayudas terrestres, navegación inercial— que permiten continuar un vuelo incluso sin GPS.

Sin embargo, sí es cierto que la frecuencia e intensidad crecientes de las interferencias elevan el riesgo acumulado de incidentes, y obligan a la industria a plantear soluciones de respaldo.

Posibles soluciones y el futuro de la navegación

Ante esta amenaza, Europa y otros actores trabajan en varias líneas:

  • Diversificación de sistemas: además de GPS, existen alternativas como Galileo (UE), GLONASS (Rusia) o BeiDou (China). Muchos receptores modernos pueden usar más de uno simultáneamente.
  • Tecnologías terrestres: el proyecto europeo R-Mode Baltic busca usar balizas en tierra como alternativa de navegación.
  • Autenticación y cifrado: el sistema Galileo está probando métodos de verificación de señales que permitan identificar si son legítimas o falsas.
  • Sensores inerciales y nuevas técnicas: giroscopios, barómetros y hasta estudios que exploran el uso de variaciones del campo magnético terrestre como referencia.

Imagen | Marcos Merino mediante IA

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