Achacó las alertas de su Apple Watch al estrés por una mala racha. Su Apple Watch tenía otra opinión y destapó la verdadera amenaza

Publicado el 22/08/2025 por Diario Tecnología Artículo original

Sam Adams estaba convencida de que había tocado fondo. La muerte de su padre, el divorcio, la pérdida repentina de su perro… todo en cuestión de meses. A los 57 años, se sentía "emocionalmente ahogada" y completamente perdida.

Cuando su Apple Watch comenzó a mostrar alertas de frecuencia cardíaca baja tras regresar de un viaje a Costa Rica para desconectar, lo atribuyó al jet lag y al estrés acumulado. "Probablemente mi cuerpo necesita tiempo para recuperarse", pensaba, ignorando las notificaciones día tras día.

Pero había algo que no cuadraba. El reloj insistía: sus pulsaciones estaban demasiado bajas. Finalmente, tras dos semanas de alertas constantes, decidió tomarse la tensión en una farmacia, por curiosidad. Lo que ocurrió después la dejó helada: en cuestión de horas, los médicos descubrieron que tenía una arritmia cardíaca grave. Y como si eso no fuera suficiente, una prueba adicional reveló algo aún más aterrador: un tumor cerebral que llevaba años creciendo en silencio.

La delgada línea entre confiar o ignorar

Esta no es la típica historia de alguien que sabía que algo iba mal. Sam se sentía mentalmente fuerte a pesar del dolor emocional. Y fue su Apple Watch el que detectó lo que ella no podía ver, lo que su cuerpo intentaba advertir mientras lidiaba con el duelo. Nunca pensó que confiar en esas molestas alertas cambiaría su destino… pero lo hizo. Literalmente, le salvó la vida.

"En 2020, perdí a mi padre. Lo cuidé en sus últimas semanas de vida. Mi perro murió de repente y mi matrimonio se había roto, todo en cuestión de meses", explica Sam desde Brighton, Inglaterra, al diario The Sun. "El dolor era insoportable. Me sentía completamente atascada, enormemente estresada, aunque me consideraba mentalmente fuerte."

Tras pasar gran parte de 2021 "recomponiéndose", Sam decidió hacer un viaje en solitario de un mes a Costa Rica. "Me dio un reinicio. Me enamoré de los árboles y la naturaleza, y comencé una práctica regular de respiración que se convirtió en una gran parte de mi sanación."

Pero justo dos semanas después de regresar a casa, las cosas tomaron un giro inesperado. "Me había golpeado fuerte la cabeza mientras estaba allí y no podía deshacerme de esa sensación de jet lag", recuerda Sam. "Salí del coche mirando mi iPhone para encontrar una cafetería y me golpeé la cabeza contra un poste de metal."

El Apple Watch no se equivocaba

Al volver a casa, Sam seguía sintiéndose terrible: energía baja, dolor de cabeza en la parte frontal… y su Apple Watch no dejaba de avisarle que su frecuencia cardíaca estaba baja. "Al principio no le presté mucha atención: acababa de regresar de un vuelo de once horas."

Pero dos semanas después decidió hacerse revisar la tensión arterial en una farmacia. Los resultados se los enviaron a su médico de cabecera, y Sam recibió una llamada el mismo día: necesitaba acudir a primera hora, no hacer ejercicio y llamar al 999 si sufría dolor en el hombro, pecho o mandíbula.

Al día siguiente le hicieron un ECG y descubrieron que su corazón estaba produciendo latidos ectópicos: latidos adicionales o palpitaciones que se sienten como si el corazón se saltara un latido. Los médicos la enviaron para más investigaciones, y pasó el día en el hospital haciéndose análisis de sangre.

"Me preguntaron si había viajado al extranjero y, cuando dije 'sí', preguntaron si había pasado algo. Dije que me había golpeado la cabeza, así que fui a hacerme un TAC."

Lo que encontraron tras los análisis

Sam recibió un monitor cardíaco para usar durante 24 horas y le recetaron betabloqueantes para ralentizar el corazón. Dos semanas después, recibió una llamada de su cardiólogo que nunca olvidará: habían descubierto un tumor cerebral.

Aunque no tenía relación con su lesión en la cabeza ni con su condición cardíaca, el TAC que se hizo gracias a las investigaciones resultó vital. Por la ubicación del tumor, los médicos le dijeron que, aunque probablemente benigno, era inoperable. Ahora debe tomar aspirina todos los días y hacerse escáneres cerebrales cada mes.

A pesar de todo lo que ha pasado, se siente afortunada. "Ese viaje a Costa Rica me dio el espacio y el coraje que necesitaba. Y estoy muy agradecida por mi Apple Watch: no sé qué habría pasado si no hubiera saltado la alarma. Todavía vivo con el tumor, pero estoy bien, lo estoy manejando y agradecida de que la tecnología me diera la advertencia que no sabía que necesitaba."

Cómo asegurarte de que tu Apple Watch está bien configurado

Si esta historia te ha hecho reflexionar como a mí, aquí tienes algunos consejos para configurar correctamente tu Apple Watch:

• Configura las alertas cardíacas: desde tu iPhone, abre la app Salud, toca tu foto de perfil y selecciona Notificaciones de Salud. Activa alertas de frecuencia cardíaca alta, baja o irregular.
• Electrocardiogramas regulares: aunque requiere activación manual, es útil realizar ECGs periódicos y llevar un registro que puedes compartir con tu médico desde la app ECG del Watch.
• Revisa la app Constantes Vitales: con watchOS 11, esta app va más allá de registrar datos básicos y puede detectar patrones que indiquen problemas antes de que aparezcan síntomas.

No es la primera vez que alguien pasa por alto señales de alerta del Apple Watch. Detrás de este dispositivo hay algoritmos muy estudiados para dar resultados fiables. Sí, no sustituye a un médico y, claro, existe un grado de error. Pero mejor que ese error lo evalúe un profesional sanitario, a que nos demos cuenta demasiado tarde.

Imagen portada | @Samadamscoach

Fuente | The Sun

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