El supercomputador de Harvard ha llegado a una conclusión: no hace falta instalar paneles solares en todas partes
Publicado el 22/08/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Nuestra estrategia en el despliegue de energía solar podría ser mucho más inteligente. No lo dice este humilde redactor, sino un avanzado modelo computacional desarrollado por las universidades de Harvard, Rutgers y Stony Brook en Estados Unidos tras procesar cinco años de datos de la red eléctrica.
Rentabilidad climática. Esa es la clave de la reciente investigación publicada por la revista Science Advances. Los autores han identificado las regiones del país donde cada nuevo panel solar ofrece el mayor rendimiento en términos de reducción de dióxido de carbono.
La conclusión es contundente: para maximizar la reducción de emisiones, en lugar de instalar paneles solares en todas partes, es mejor instalarlos en los lugares correctos.
El "dónde" antes que el "cuántos". No todos los megavatios de energía solar son iguales. El impacto de añadir fotovoltaica a la red eléctrica depende fuertemente de la matriz energética que ya exista en la región. El estudio lo deja claro después de procesar con IA los datos horarios de generación, demanda y emisiones de 13 regiones de Estados Unidos entre 2018 y 2023.
Las regiones donde la energía solar tiene un impacto descomunal son aquellas que todavía dependen en gran medida de combustibles fósiles muy contaminantes, como el carbón. En lugares como California, Florida, el Medio Oeste, Texas y el Suroeste, cada kilovatio-hora de energía solar que se inyecta en la red sustituye directamente a energía generada por centrales de carbón o gas. El resultado es una reducción de CO₂ masiva e inmediata.
Qué pasa en las otras regiones. En lugares como Nueva Inglaterra, la zona central de Estados Unidos y Tennessee, el efecto es mínimo. ¿El motivo? Ya cuentan con una matriz energética más limpia, con una fuerte presencia de energía nuclear, hidroeléctrica o gas natural (que, aunque sea un combustible fósil, emite aproximadamente la mitad de CO₂ que el carbón).
En estas regiones, añadir más energía solar apenas mueve la aguja de las emisiones, porque la energía que desplazan los paneles solares ya era relativamente limpia. En un mundo con recursos limitados, este tipo de optimizaciones puede ayudar a que las inversiones en energía limpia sean lo más eficaces posibles. Pero aun así hay patrones que solo la IA puede detectar.
El efecto contagio. Una de las aportaciones más fascinantes del estudio es que el modelo fue capaz de cuantificar efectos que hasta ahora eran difíciles de medir, revelando dinámicas contraintuitivas en la red eléctrica. Por ejemplo, el estudio demuestra que instalar paneles solares en una región puede limpiar el aire de otra.
El caso de California es paradigmático: un aumento del 15% en su capacidad solar no solo benefició al estado, sino que redujo las emisiones diarias en la región Noroeste en 913 toneladas y en la Suroeste en unas impresionantes 1.942 toneladas Conclusión: Invertir en energía solar en el desierto de Arizona podría ser una de las formas más eficientes de reducir las emisiones en Oregón.
Imagen | Rawpixel
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