Traer un coche norteamericano a Europa podría ser "coser y cantar" gracias al nuevo acuerdo entre la UE y EE.UU. para unificar criterios
Publicado el 26/08/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Un pequeño párrafo en el marco del nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea puede sacudir los cimientos de la industria del automóvil. El pasado 21 de agosto, ambos bloques anunciaron su intención de otorgarse reconocimiento mutuo en estándares de seguridad y emisiones en los automóviles. Las consecuencias podrían ser históricas: una Ford F-150 o un Dodge Challenger podría venderse en Europa sin modificaciones, y un Porsche 911 se podría matricular en Estados Unidos tal cual sale de la fábrica, sin "homologación estadounidense".
¿Qué implicaría este reconocimiento mutuo?
Hasta ahora, los fabricantes se ven obligados a invertir decenas (incluso cientos) de millones en adaptar sus coches a cada mercado: paragolpes reforzados, capós deformables, iluminación específica, airbags para peatones... Y por supuesto, tienen que duplicar las homologaciones en materia de emisiones y seguridad, pues los estándares son diferentes a cada lado del charco. Con este acuerdo, esa obligación dejaría de ser tal. Bastaría con superar las homologaciones de seguridad y emisiones en uno de los dos mercados para poder comercializar el coche en el otro. El fabricante europeo homologaría sus coches en Europa y eso sería válido para venderlos en Estados Unidos. Y el fabricante estadounidense de turno haría lo mismo, pero a la inversa. "Con respecto a los automóviles, Estados Unidos y la Unión Europea tienen la intención de aceptar y reconocer mutuamente sus normas"
¿Un peligro para la seguridad vial europea?
Sin embargo, no todos lo ven con buenos ojos. En Europa, las asociaciones de seguridad han encendido las alarmas. Las quejas ponen el foco en que mientras la normativa europea pone mucho énfasis en proteger a los peatones, la estadounidense se centra en proteger a los ocupantes del vehículo. Antonio Avenoso, director del Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte, es tajante al respecto: "La Unión Europea ha izado la bandera blanca en seguridad vial". Según Avenoso, este acuerdo sería una decisión política que sacrifica vidas en nombre de la fluidez comercial.
