Ver una tarjeta gráfica de hace más de 10 años en la tienda de tu barrio tiene todo el sentido. Y nada tiene que ver con videojuegos

Publicado el 26/08/2025 por Diario Tecnología
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Ver una tarjeta gráfica de hace más de 10 años en la tienda de tu barrio tiene todo el sentido. Y nada tiene que ver con videojuegos

Caminas por tu tienda de informática de confianza, ves el escaparate y te encuentras con tarjetas gráficas de hace más de 10 años en los estantes. Suele ser muy común, sobre todo en tiendas no tan conocidas y con un stock muy limitado. Aunque podamos preguntarnos de primeras quién compra hardware de estas características en 2025, lo cierto es que pueden ser más útiles de lo que creemos, sobre todo en casos muy específicos que nada tienen que ver con los videojuegos.

Una solución barata para casos concretos. A través de una publicación de Reddit, un usuario se preguntaba si era extraño ver tarjetas gráficas tan antiguas como las que compartía en una foto. Lo cierto es que a pesar de la veteranía de estos componentes, responden a necesidades concretas dentro del mundo laboral, como conectar múltiples monitores al menor coste posible. Muchas empresas necesitan configuraciones de doble o triple pantalla para trabajo de oficina, por lo que en vez de invertir en un nuevo ordenador, acaban adoptando una de estas tarjetas gráficas.

Por ejemplo, una GT 730, lanzada al mercado en 2014, y que puede ofrecer hasta cuatro salidas HDMI, puede costar una pequeña fracción de lo que valdría una gráfica moderna, y resolvería el problema de conectar varios monitores en ordenadores en los que la gráfica integrada va justa o que simplemente no tiene los puertos HDMI necesarios.

Más allá del gaming. Las placas base modernas raramente incluyen más de dos o tres puertos de vídeo, y en equipos algo más anticuados a menudo solo se permiten usar dos de forma simultánea. Cuando una oficina necesita conectar, por ejemplo, seis pantallas a un mismo equipo, la solución más económica pasa por añadir una de estas tarjetas antiguas. La GPU integrada del procesador puede acabar siendo más potente, pero para casos en los que se necesitan conectar un buen número de pantallas, una gráfica dedicada de estas características sería la solución más barata.

gpu Imagen: Backpack Studio (Unsplash)

Casos de emergencia. Como apuntaba un usuario de Reddit en su respuesta, estas tarjetas gráficas también pueden funcionar como herramientas de diagnóstico para técnicos informáticos. Ante el fallo de una tarjeta gráfica de uso cotidiano, tener una de repuesto permite determinar rápidamente si el problema reside en la propia tarjeta gráfica o en la placa base. Además, siguen siendo la solución perfecta para equipos muy antiguos que necesitan actualizarse: un ordenador viejo con salida VGA podría conectarse a varios monitores modernos a través de salidas HDMI al optar por una de estas tarjetas gráficas.

El factor compatibilidad. Tal y como sugiere este otro usuario de Reddit, algunos sistemas especializados requieren modos de funcionamiento que las GPU integradas modernas ya no soportan. Servidores NAS o equipos con tarjetas SAS que solo funcionan en modo legacy encuentran en estas anticuadas tarjetas gráficas la única forma de mantener la compatibilidad con hardware específico.

Un mercado en extinción. Está claro que la popularidad de procesadores con gráficos integrados cada vez más potentes está reduciendo gradualmente la demanda de tarjetas gráficas dedicadas para uso de ofimática y otros casos específicos. Los AMD Ryzen con GPU incorporada y los Intel más recientes ofrecen suficiente rendimiento para múltiples pantallas sin necesidad de hardware adicional. Sin embargo, en un panorama en el que todavía existen millones de equipos anticuados para uso empresarial, este tipo de tarjetas gráficas pueden sacar de un aprieto a cualquiera por un módico precio.

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