Jeff Bezos tiene tres aviones privados, pero uno de ellos esconde un inusual secreto: un lavabo en el pasillo
Publicado el 11/06/2024 por Diario Tecnología Artículo original
Jeff Bezos no deja nada al azar en cuanto a medios de transporte. Tiene uno de los mayores veleros privados del mundo y tres aviones privados registrados a nombre de sus sociedades, según datos de Jetspy.
En total, la flota de aviones de Jeff Bezos estaría valorada en más de 140 millones de dólares. Esta flota incluye dos de los aviones más utilizados entre los millonarios por su excelente rango de vuelo y dimensiones, pero también incluye una pequeña aeronave con un rango de vuelo mucho menor, pero que resulta perfecta como “taxi” aéreo. Lo único que no está muy recomendado es ir al baño en ella.
Los dos Gulfstream G650ER de Bezos. Los Gulfstream G650ER son, probablemente, los aviones privados más habituales entre los millonarios. Es el avión privado que usa Bill Gates o Elon Musk en sus desplazamientos semanales entre California y Texas, para acudir a las oficinas de X, Tesla y SpaceX.
Cada uno de estos aviones cuesta en torno a 65 millones de dólares, en función del grado de personalización que se aplique. El primer G650ER que compró Bezos está registrado con la matricula N271DV en su cola y data de 2015. Bezos aprovechó la matricula de su antiguo Falcon 900EX para el nuevo modelo. Su segundo Gulfstream no llegaría hasta 2019 bajo el registro N758PB.
¿Por qué un Gulfstream G650ER? Uno de los principales motivos por los que millonarios como Elon Musk, Bill Gates o Jeff Bezos han optado por este modelo es por su amplio rango de vuelo. Por ponerlo en contexto, Jeff Bezos podría volar sin escalas desde una de sus mansiones en Miami a Ciudad del Cabo, Dubái y Pekín a una velocidad aproximada de 1.110 kilómetros por hora. No hay muchos jets privados capaces de cubrir vuelos de más de 10 horas sin escalas.
Por otro lado, los Gulfstream G650ER son aviones muy amplios que permiten acoger a hasta 22 pasajeros a bordo. Esto hace a este tipo de aviones especialmente indicados para uso empresarial ya que puede desplazarse a todo un equipo directivo o de asesores en el mismo vuelo.
El peculiar Pilatus PC-24. Además de los dos magníficos Gulfstream, Jeff Bezos también tiene registrado a nombre de sus sociedades un tercer avión privado con unas dimensiones mucho más reducidas. Se trata de un Pilatus PC-24, considerado como el avión privado más versátil del mundo y tiene un precio aproximado de 10 millones de dólares.
En realidad, esta aeronave podría considerarse como un aerotaxi por su corto alcance, pero tiene una peculiaridad: puede aterrizar en pistas muy cortas y sin asfaltar. Es el último avión que se ha comprado Jeff Bezos y su registro data de 2020. Según JetSpy, en su cola luce la matrícula N194PJ.
Un interior pequeño pero versátil. El interior del Pilatus PC-24 permite una personalización completa en niveles de acabado y elección de maderas nobles para su decoración. Sin embargo, sus dimensiones y capacidad son mucho menores que en los Gulfstream. Tiene capacidad para 10 personas y es probable que Jeff Bezos tenga que caminar un poco agachado en su interior porque tiene una altura de 1,69 metros.
Entre su equipamiento destaca un pequeño mostrador situado tras la cabina del piloto, que se separa del resto del habitáculo del avión por una simple cortina. En ese mostrador hay espacio para un pequeño armario para copas, una pequeña nevera o cafetera y un reducido fregadero. Es decir, una especie de pequeña cocina.
Bajo este mostrador se oculta el inodoro. Una cortina lo separa del piloto
Suerte que el trayecto es corto. En su afán por dotar al Pilatus PC-24 con el máximo equipamiento en el menor espacio posible, el fabricante ha instalado un ingenioso sistema en el que, bajo ese mostrador que hace las veces de cocina un inodoro desplegable que sale de debajo del fregadero.
El espacio cuenta con una pequeña puerta que separa la zona del inodoro del resto del pasaje y preserva mínimamente la privacidad de quien vaya a usar el inodoro, pero no se corre tanta suerte con el piloto, del que queda separado únicamente por una liviana cortina. Menos mal que la autonomía de vuelo es corta y permite aguantarse un poco hasta llegar al destino.
Imagen | Flickr (Smithsonian Institution), Gulfstream
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