Extremadura se las prometía muy felices con su potente industria del tomate español. Hasta que llegó China

Publicado el 27/07/2025 por Diario Tecnología
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Extremadura se las prometía muy felices con su potente industria del tomate español. Hasta que llegó China

Más que las fluctuaciones del mercado, los costes de producción o la lluvia. Si hay algo capaz de quitar el sueño a los agricultores españoles dedicados al cultivo del tomate es China. El gigante asiático es la gran huerta tomatera del mundo y cada vez resulta más difícil competir con sus precios. De ahí que en Extremadura, la región que más hectáreas dedicada a plantaciones industriales, reconozcan que hoy por hoy la competencia de la hortaliza asiática es su "mayor problema".

La gran pregunta es… ¿Qué esperar a partir de ahora?

Tomate "made in Extremadura". Si hablamos de tomate español, sobre todo del orientado a la industria, Extremadura es el rey. En la campaña 2023 acaparó el 75% de la superficie de cultivo del país, a una distancia considerable de Andalucía (11,3%) y Navarra (7,9%). Y el porcentaje es aún mayor si hablamos de volumen de producción. En 2021 el Gobierno regional calculaba que la superficie dedicada al cultivo rondaba las 23.000 hectáreas. En toda España rondaba las 31.000.

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Un sector con vaivenes. La industria tomatera es potente, pero al igual que otras muchos cultivos está sujeta a los vaivenes del campo y el mercado. En enero por ejemplo los agricultores extremeños alertaron de que la cotización del fruto se situaba por debajo del coste de producción: la tonelada de hortaliza se cotizaba a 107 euros en la industria privada y 115 en cooperativas, lejos de los 140 alcanzados en 2024 o el coste medio de producción de los últimos años, que rondó los 128.

"La situación del tomate es insoportable. Si no se toman medidas urgentes, muchos agricultores se verán obligados a abandonar el cultivo, lo que afectará gravemente a la sostenibilidad del sector y el empleo en el campo extremeño", advertía a comienzos de año Juan Metidieri, presidente de APAG Extremadura Asaja. Este año la superficie de cultivo se reducirá en varias hectáreas, precisa El Economista, entre otras razones para evitar la acumulación de stock.

Pendientes de China. En el sector hay sin embargo algo que inquieta tanto o más que los costes de producción o las fluctuaciones en el precio de la hortaliza. Desde hace tiempo los agricultores ven con preocupación la competencia del gran peso pesado del mercado del tomate mundial, China, que lidera el "TOP 4" junto a Estados Unidos, la India y Turquía. Según los datos de World Population Review, su producción superó en 2022 los 68 millones de toneladas y gran parte de ese fruto acaba en el circuito del mercado mundial orientado a la industria.

El problema no es tanto la enorme producción de China como sus precios y la presión que ejercen en el sector. Hace unos meses, durante una entrevista con Financial Times, Francesco Mutti, el director ejecutivo del fabricante de salsa que lleva su apellido, advertía de que gran parte de la pasta de tomate barata que llega de China se produce en la región de Xinjiang, donde las empresas se benefician de "costes laborales muy, muy bajos". Ese panorama y los diferentes requisitos que afrontan los cultivos europeos y asiáticos preocupan también en Extremadura.

"Es el mayor problema". Su efecto en el mercado preocupa tanto que Domingo Fernández, presidente de Apis Group y directivo de Cooperativas Agroalimentarias de Extremadura, reconocía hace poco a El Economista que ahora mismo el tomate chino representa "el mayor problema". ¿El motivo? En su opinión, las diferencias en los controles en España y China deriva en una "competencia desleal".

Opinión similar compartía hace poco en Hoy José A. Gutiérrez, agricultor: "Lo que no podemos es competir en el supermercado con productos que entran de fuera de España sin esas limitaciones. Compites contra un tomate chino que no tiene ninguna trazabilidad. Se exige controles que en el mercado no se aprecian".

¿Preocupa solo en Extremadura? En absoluto. El sector lleva años ya en guardia por la competencia asiática, algo que se ve con preocupación tanto en Extremadura como en otras regiones o países de Europa. En 2016 la cooperativa Las Marismas, en Andalucía, advertía ya de los desafíos a los que se enfrentan los agricultores españoles: "Nos piden la calidad europea al precio del tomate chino, algo imposible teniendo en cuenta los costes para la industria".

Si alguien se ha expresado de forma rotunda y logrado eco en el sector es sin embargo el italiano Francesco Mutti, al frente de un conglomerado empresarial dedicado a la alimentación que solo en 2023 facturó 665 millones de euros.

¿Restricciones, aranceles? "Deberíamos detener la importación de pasta de tomate de China o añadirle un impuesto del 60% para que su coste no resulte tan diferente de los productos italianos", aboga Mutti antes de insistir en que "más del 90%" de los tomates de China se producen en Xinjiang, una región sometida a escrutinio de Naciones Unidas por las denuncias de violación de los derechos humanos contra la minoría uigur, incluidos episodios de trabajo forzoso.

"Debemos protegerlos". Según FT, en 2024 China acaparó el 23% de la producción global de tomate, varios puntos por encima del 18% del año anterior. Su producción resulta además mucho más barata: la pasta de tomate china cuesta cerca de la mitad que la creada en Italia. "Debemos enseñar a nuestros agricultores a cultivar mejor, pero también protegerlos de competencia desleal. De lo contrario, el resultado no será un mejor medio ambiente, sino trasladar nuestra producción al extranjero", aboga Mutti, quien ya ha hecho llegar sus inquietudes a Bruselas.

El panorama, recuerda Antonio Lucas Marín, catedrático de Sociología y economista, no parece sencillo: China el flujo de pasta de tomate chino ha ido creciendo tras el encarecimiento de la energía y los fertilizantes en Europa. En el caso de Extremadura la competencia asiática no se dejará sentir solo en España. La comunidad exporta miles de toneladas de tomate preparado o conservado.

"Las industrias de transformación de tomate extremeñas se han convertido en el sector líder de la exportación agroalimentaria extremeña, por delante de la fruta. Más del 80% del total se destina al mercado exportador, con mercados destacados como Francia, Reino Unido o Alemania entre otros muchos", recoge un informe sobre la producción y huella económica del sector publicado en 2022.

Imágenes | Sue Thompson (Flickr), /Ricardo (Unsplash) y LID (FLickr)

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