China ya tiene un robot que instala 1.000 paneles solares al día. Es su arma para seguir dominando las renovables

Publicado el 27/07/2025 por Diario Tecnología
Artículo original

China ya tiene un robot que instala 1.000 paneles solares al día. Es su arma para seguir dominando las renovables

El mundo está convirtiendo los desiertos en oasis fotovoltaicos. Estos últimos años, hemos pisado el acelerador para lograr unos ambiciosos objetivos de descarbonización (que la cantidad de energía que consume la IA están ralentizando) y se están construyendo ‘granjas solares’ absolutamente demenciales. Muchas están en China, país que se ha tomado las renovables en serio, y para construir al ritmo que necesitan, la mano de obra humana no es suficiente.

Ahí es donde los robots entran en juego, y ya tienen uno que coloca 1.000 paneles al día.

Saturn. Sunpure es una empresa que se dedica a la integración de los robots en la industria fotovoltaica. Ya hemos hablado de ellos porque el punto clave de una granja solar no es tanto la cantidad de paneles que tiene, sino si estos están limpios. Por ejemplo, tienen un robot alimentado por energía solar que se encarga de mantener limpias las filas de paneles para optimizar su generación de energía. Pero también tienen el Saturn.

Presentado hace unas semanas, este robot cuenta con un cabezal que permite elevar un palé de paneles solares y un brazo capaz de coger esos paneles y colocarlos en los rieles.

Precisión. Sus responsables afirman que tarda menos de cinco segundos en calcular la posición en la que debe ir el panel, lo fija con una precisión de unos cinco milímetros y el brazo de cuatro metros permite operar tanto con paneles grandes como con estructuras guía muy grandes.

Su autonomía es de 72 horas y afirman que es entre tres y cuatro veces más eficiente que un humano al ser capaz de colocar entre 600 y 1.000 paneles al día. Ya está trabajando en algunas plantas solares y verlo en acción es un hipnótico:

Imprescindible. Esta integración de la robótica en las granjas fotovoltaicas es llamativa, pero ni mucho menos es nueva u original. En España tenemos robots-jardineros que cuidan las plantas, pero también estamos instalando paneles con robots similares al Saturn de Sunpure. En Estados Unidos, más de lo mismo.

Allí tienen a Máximo, un robot que también trabaja sin descanso, levantando e instalando paneles de hasta 40 kilos en campos de prueba que, según sus creadores, será imprescindible para el futuro de la energía mundial. Razón no le falta, ya que la estimación es que se están instalando 15.000 módulos solares por hora en EEUU con un peso de 225.000 toneladas y el objetivo es aumentar ese ritmo para 2035 hasta los 50.000 paneles por hora.

24/7. ¿El problema? Que queremos más energías renovables, pero hay dificultades para encontrar mano de obra. Ahí es donde entran en juego este tipo de robots. En Estados Unidos, el 90% de las empresas de energía solar han admitido complicaciones a la hora de encontrar personal cualificado para la instalación de estas granjas.

Con robots que tienen autonomía para varios días, trabajan sin descanso gracias a sensores que permiten operar en cualquier condición de luz y protección contra agua y polvo, los humanos quedan relegados a “simples” observadores, controlando que la máquina haga su trabajo correctamente.

Dominar el mercado. Más allá de que tengan robots, sean los primeros o no, que China esté invirtiendo en automatizar la colocación de paneles para aumentar el ritmo, responde a una clara declaración de intenciones: la de seguir dominando el mercado con puño de hierro. El gigante asiático se ha consolidado como la mayor potencia en energía verde, con inversiones de más de 625.000 millones de dólares en energía limpia en 2024 (tres veces más de lo que invirtió EEUU, y eso que estaban muy enfocados en ello), y esa energía ya representa el 10% de su PIB.

Además de las implicaciones directas, es algo que implica que el 90% de la producción global de polisilicio, el 80% de las baterías de litio y alrededor del 70% de los imanes de tierras raras, todo clave tanto las renovables como para el coche eléctrico, está bajo su control. Y esta enorme infraestructura industrial está permitiendo que China maneje precios muy interiores para la tecnología y se haya convertido en el gran suministrador del mundo en materia energética.

Y, al final, se traduce en que produce tan barato que el resto de países les compra en lugar de competir con desarrollos propios.

En Xataka | Los tractores tienen competencia en el campo: el Solix, un robot solar que esparce herbicidas, es la prueba

utm_campaign=27_Jul_2025"> Alejandro Alcolea .