Así fue el fallido intento de dar vida real a los Goblins de El Hobbit, y un cambio que los actores agradecieron profundamente
Publicado el 07/09/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Con la tecnología que existe actualmente es fácil que las películas decidan utilizar el CGI para recrear todo tipo de personajes y cosas que de otra manera sería más complicado de representar en la pantalla. En El Hobbit se optó por esta decisión en numerosos momentos, aunque no era lo que Peter Jackson había pensado originalmente, al menos en el caso de los Goblins.
Estas criaturas iban a ser "reales", ya que para la ocasión se diseñaron disfraces y máscaras impresionantes en las que se movían los ojos y las bocas para que parecieran más auténticos todavía. Sin embargo, el problema con el que se encontró el equipo en el momento de la verdad es que las máscaras eran demasiado gruesas y provocaban un calor infernal a los actores.
En consecuencia, apenas podían respirar, así que cada dos o tres minutos debían de quitárselas al pasarlo tan mal por el calor y las luces del plató. Por si no fuera suficiente, les costaba ver a través de ellas, así que no se podían mover como estaba planeado, por lo que a Peter Jackson no le gustó nada cómo se estaban viendo los Goblins en la pantalla y tras un día de rodaje prefirió cortar por lo sano y decantarse por una solución más práctica.
Para que los actores no sufrieran demasiado se emplearon efectos especiales y muchos de los goblins que figuran en pantalla fueron recreados en su totalidad con CGI. Los actores no se quedaron sin trabajo, porque en realidad sí que estaban presentes, aunque con trajes de captura de movimiento para modificar posteriormente sus cabezas y sus cuerpos. Quizás no era lo que deseaba el director, pero al final fue lo mejor con tal de que no ocurriera ninguna desgracia.
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