Tras meses de indecisión, los meteorólogos ven ya asomar a La Niña en aguas del Pacífico
Publicado el 12/09/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Los meteorólogos vuelven a poner su atención en la franja que recorre el centro-este del océano Pacífico. La franja cuya temperatura nos avisa de la actividad de la Oscilación del Sur de El Niño, ENSO. Y es que, según estos observadores, el péndulo vuelve a ponerse en marcha.
La Niña asoma en el horizonte. Los últimos datos del Centro de Predicción Climática (CPC) de la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) estadounidense estiman en un 71% la probabilidad de que un evento de La Niña surja a lo largo del último trimestre del año.
Teniendo esto en cuenta, el centro sitúa el estado de alerta ENSO en “vigilancia de condiciones de La Niña”. Este estado se declara cuando “cuando las condiciones son favorables para el desarrollo de El Niño o La Niña dentro de los próximos seis meses”, y es el primero de los estados de alerta previstos por el CPC, siendo los otros dos la “advertencia de El Niño o La Niña” y la “advertencia final de El Niño o La Niña”, que indican el comienzo y el final de un evento.
Un evento quizás breve. Las previsiones indican que podríamos estar ante un evento relativamente breve de La Niña. Según el CPC, las probabilidades del evento en el trimestre entre diciembre de este año y febrero de 2026 siguen siendo favorables a La Niña, en un 54%. Sin embargo, si se considera el primer trimestre de 2026, las condiciones más probables son las de neutralidad: un 54% de probabilidades frente a cerca de un 39% de posibilidad de La Niña.
La Niña, el evento frío. ¿Y qué implica todo esto? La Niña es el fenómeno que se contrapone al de El Niño en la oscilación homónima.Si El Niño surge asociado a un calentamiento de la franja ecuatorial del oeste del Pacífico, La Niña se asocia a un enfriamiento de esta región oceánica.
A nivel meteorológico, ENSO afecta principalmente al las regiones cercanas a esta franja, la costa pacífica de sudamérica en particular. Es ahí donde las consecuencias de esta oscilación pueden causar mayores estragos.
Además de un evento frío, La Niña es un evento seco que puede derivar en sequías. Esto tiene un impacto sobre la agricultura de la región entre otros factores.
¿Y qué hay de España?Aunque en menor medida, las consecuencias de la alternancia entre El Niño y La Niña tienen repercusiones globales, y pueden afectar al clima español y europeo. En España los eventos de La Niña tienden a hacerse notar más, trayéndonos un clima más frío y seco. Tras un año notablemente húmedo, esto podría hacer cambiar la tendencia de cara al inicio del año hidroógico.
Un problema de medida.La actualización del estado de ENSO se produce poco después de que otro organismo, la oficina meteorológica australiana o BOM (Bureau of Meteorology), anunciara la necesidad de introducir cambios en su forma de hacer seguimiento de esta oscilación climática.
Los meteorólogos emplean la temperatura de la región de referencia del Pacífico como indicador en base a un umbral: si la temperatura supera esa horquilla, estamos ante El Niño, si la temperatura cae, La Niña, y si se mantiene dentro del parámetro, se considera el estado neutro.
El problema surge debido a que el incremento en la temperatura media de las aguas en la región, la variación se produce respecto a una media más elevada. El resultado: se corre el riesgo de detectar más eventos de El Niño de los que realmente se dan, a la par que se dejan de detectar eventos de La Niña.
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Imagen | NASA, Jesse Allen
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