Little Nightmares 3 ha dado en el clavo con aquello que convierte su terror en una experiencia aún más inolvidable
Publicado el 10/09/2025 por Diario Tecnología Artículo original
A lo largo de su historia, la saga Little Nightmares ha demostrado ser más que simples juegos de puzles y plataformas. Ha sido una experiencia solitaria y aterradora, construida sobre la opresión de un mundo grotesco donde el miedo no surge de los sustos, sino de la magistral ambientación y la sensación de estar en un peligro constante por algo más grande que amenaza a sus diminutos protagonistas.
Sin embargo, con Little Nightmares 3, Supermassive Games y Bandai Namco han introducido un cambio fundamental que, lejos de diluir la tensión, la intensifica de la manera perfecta. Eso mismo lo he podido descubrir gracias a un evento organizado por Bandai Namco, el cual me ha permitido probar un adelanto de esta tercera parte en la me he encontrado no solo una continuación de la fórmula original, sino la característica que más necesitaba por encima de todas: un multijugador cooperativo.
Esta nueva función no solo ha dado lugar a nuevos tipos de puzles, sino que ha transformado por completo la experiencia. De pronto, ya no eres solo tú el que trata de sobrevivir en unos escenarios hostiles, sino dos almas que parecen plenamente indefensas y que dependen plenamente la una de la otra para salir adelante. Porque si hay algo que me ha dejado claro este avance es que la comunicación y el trabajo en equipo son los elementos más vitales.
En este sentido, nos colocaron a los diferentes periodistas por parejas para acceder a su multijugador online, el único que existirá, pero doy gracias de que, en realidad, estábamos el uno al lado del otro para poder comentar absolutamente todas las acciones que íbamos a realizar, los caminos a seguir o cómo solventar los momentos más peliagudos. A pesar de todo, acabamos muriendo un buen puñado de veces, así que no quiero (ni puedo) imaginarme cómo tiene que ser jugar sin estar en contacto con la otra persona.
En cualquier caso, los personajes están diseñados para compenetrarse plenamente el uno con el otro. Por un lado tienes a Low, que está equipado con un arco, mientras que Alone lleva encima una llave inglesa. Ambos son amigos inseparables y eso mismo se ve reflejado en la propia jugabilidad, por el hecho de que deben sacar partido de sus respectivas facultades para progresar y también porque hay momentos en los que solo basta con que muera uno para repetir una parte del tramo.

Aun así, me dio la sensación de que Low resulta más útil en general, al menos en la parte que pudimos jugar ambientada en la feria más tétrica que te puedas imaginar y habitada por unos seres gigantescos y gordos, como si fueran pelotas con patas. El motivo se debe a que presenciamos numerosas partes en las que el arco era indispensable para activar palancas, romper elementos situados a gran altura y para paralizar en seco a los enemigos más diminutos.
Por su parte, Alone puede machacar a quien sea con la llave inglesa, pero solo si ha sido aturdido previamente. El otro momento en el que vi que hizo uso de ella fue para hacer picadillo una puerta de madera, pero nada más. De todos modos, las funciones exclusivas de cada uno, sean más o menos relevantes, tan solo florecen en momento muy puntuales, mientras que el resto del tiempo cualquiera de los dos personajes puede desempeñar las distintas tareas que van surgiendo para resolver los rompecabezas que albergan estos siniestros escenarios.
En general, todos son más o menos sencillos de resolver, como que uno abra la puerta de una caldera para que el otro arroje carbón o mientras uno sujeta una palanca el otro se desplaza en una plataforma. No obstante, aunque parezcan relativamente simples, también es fácil fallar estrepitosamente por un mal salto, por ir demasiado rápido, por confiarte o simplemente por probar diferentes soluciones. Eso mismo lo apreciamos sobre todo en una zona en la que debíamos de permanecer ocultos e ir activando artilugios y robar otros mientras hacíamos todo lo posible por permanecer ocultos.
La tensión que se vive en determinados instantes es brutal y eso lo logra una vez más la excepcional ambientación del juego, pero también he de admitir que las risas que nos pegamos no tienen precio. El hecho de mantener una comunicación constante ayudó a que la experiencia resultara infinitamente más divertida y más todavía en los instantes más peliagudos, como en una persecución en la que cualquier paso en falso provocaba tener que repetir la sección entera.

Por todo ello, es por lo que me parece tan inexplicable que el multijugador sea únicamente online, porque si no hablas con tu compañero se pierde esa chispa o ese toque tan mágico que desprende el juego para recorrer estos desoladores y perturbadores, aunque también preciosos, escenarios repletos de misterios. Entiendo que es para observar todo mejor, dado que cada uno dispone de su propia cámara que no te obliga a permanecer juntos a una determinada distancia, pero se podría buscar alguna solución para incluir un multijugador local y así hacer más imprescindible a este juegazo.
Naturalmente, el multijugador es algo opcional y la aventura se puede disfrutar en solitario con el otro personaje siendo controlado por la inteligencia artificial, pero os aseguro que, tras haber probado el modo para dos personas, no me imagino disfrutar de este título de otra manera. Little Nightmares 3 saldrá a la venta el 10 de octubre para todas las plataformas y PC, y más vale que apuntéis ese día en vuestro calendario, seáis aficionados de la saga o no, porque este mundo tan sombrío os está llamando y os haríais un favor si dejáis que os atrape.
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