La salud de Kim Jong-un se ha convertido en un secreto de Estado. Así que en sus viajes nunca falta algo: su váter personal
Publicado el 10/09/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Cuando uno viaja lo normal es que se lleve consigo una maleta llena de ropa, quizás una cámara de fotos, un portátil, unos cuantos libros o una tablet en la que ver un par de películas durante el vuelo. En el caso de Kim Jong-un, líder supremo de Corea del Norte, las cosas son algo distintas. Su equipaje incorpora algo que el común de los mortales no solemos llevar con nosotros: un váter 'de confianza'.
Suena raro, pero tiene su lógica.
De visita a China. La visita que hace unos días Kim Jong-un hizo a China para participar en la ceremonia del 80º aniversario de la rendición de Japón, dejó un buen puñado de fotos y algún que otro titular para la historia. Al fin y al cabo allí coincidió con Xi Jinping y Vladimir Putin, entre otros dirigentes mundiales.
La cita permitió a Pekín hacer un contundente alarde de poder militar e (igual de importante) influencia diplomática, pero será recordada por algo más: el celo con el que los asistentes de Kim Jong-un limpiaron la silla en la que se había sentado su líder mientras charlaba con Putin. En un vídeo difundido por CNN y gravado supuestamente por un reportero acreditado en el Kremlin se ve a un operario pasando un paño a la mesa y el sillón que poco antes había usado Kim.
Limpieza… y algo más. Las noticias sobre el celo de Kim Jong-un en borrar cualquier rastro de su paso (literalmente) por China coincidieron con otra que va en la misma línea. Hace unos días Nikkei reveló algo curioso: el norcoreano viaja con inodoro personal. Dispone de uno en Taeyangho, el lujoso tren que suele usar para desplazarse y al que ha recurrido también en su visita a Pekín, pero no es extraño que cuando Kim debe viajar lejos lo haga con un baño 'de confianza'.
Más allá de lo ocurrido en China, donde Kim disponía del baño de su tren-fortaleza, Nikkei asegura que hay precedentes. Según sus fuentes, cuando el líder supremo visita fábricas o incluso bases militares en Corea del Norte suele tener a su disposición un inodoro personal. Algo similar ocurre en sus viajes al extranjero. Cuando en 2018 participó en una cumbre en el lado surcoreano de la frontera, su equipo le llevó un retrete. Y algo similar sucedió ese mismo año en la reunión con EEUU celebrada en Singapur. También se movilizó un inodoro para Kim.
¿Y por qué lo hace? La gran pregunta. ¿Por qué Kim Jong-un exige que allá donde vaya haya un retrete de su confianza? ¿Está relacionado con el celo de sus empleados por limpiar meticulosamente las sillas en las que se sienta o las mesas en las que se apoya? La clave la daba hace popco Reuters: donde nosotros vemos marcas de dedos, pelos, surcos y polvo (también heces) el poder norcoreano ve una fuente de información valiosísima que no está dispuesto a dejar al alcance de los servicios de inteligencia de otras naciones, no importa si amigas o enemigas.

¿Es algo excepcional? No. Semejantes medidas de seguridad (aplicadas con mayor o menor rigor) tampoco no son exclusivas de Kim. Reuters recuerda que el protocolo se remonta a tiempos de su padre y en los últimos días no han faltado medios que aseguran que hay otros dirigentes que comparten el mismo celo.
Financial Express asegura que Putin se desplaza con un equipo que tiene como misión recuperar y eliminar sus desechos mientras está en el extranjero. Y no es el único que se ha hecho eco de ese rumor, ampliamente recogido por medios de todo el mundo. Las últimas noticias sobre el supuesto equipo encargado de velar por los detritus de Putin parten de la cumbre que mantuvo hace poco con Trump.
El poder de las heces. Quizás suene disparatado o a una excentricidad, pero tiene su lógica. Una colilla, una taza de café sucia o una hez son desechos, pero también una potencial fuente de información que podría revelar datos sobre la fisiología de su 'dueño'. Quizás una diabetes desconocida, hipertensión o tal vez una afición no revelada por el alcohol. Y eso, en casos como el de Kim, sobre cuya salud han corrido ríos de tinta (y especulaciones), es algo a tener en cuenta.
"El inodoro especial y las bolsas de basura necesarias para los residuos, desechos y colillas sirven para que una agencia de inteligencia extranjera, incluso una amiga, no puedan obtener una muestra y analizarla", explica a Reuters Michael Madden, experto en Corea del Norte del Centro Stimson, con sede en EUU. "Proporcionaría información sobre cualquiera condición médica que afecte a Kim Jong-un".
"Se esfuerza especialmente". Corea del Norte parece haber llevado ese empeño por borrar rastros (por pequeños o más intrascendentes que parezcan) a un nuevo nivel. En 2019 se viralizó un breve vídeo en la que se ve a Kim fumando mientras el tren en el que viajaba hacía parada en Nanning, al sur de China. ¿El motivo? Muestra cómo su hermana sostiene un cenicero para supuestamente evitar que las colillas (y ADN) del 'Amado Líder' acaben en manos indeseadas. Durante las cumbres tampoco es extraño ver cómo su personal desinfecta los muebles o el norcoreano usa su propio bolígrafo para firmar acuerdos.
"La salud y la información biométrica del líder supremo son un secreto muy bien guardado y están asociadas con su seguridad", confirma a South China Morning Post (SCMP) Peter Ward, investigador del Instituto Sejong especializado en Corea del Norte, quien no se sorprende de la imagen que se vio hace unos días en China. "Probablemente lo que estaban limpiando eran células cutáneas del sudor, además de otros posibles biomarcadores que podrían revelar problemas de salud".
Imágenes | Trong Khiem Nguyen (Flickr) 1 y 2
utm_campaign=10_Sep_2025"> Carlos Prego .