Los cargadores de 1.000 kW de BYD serán una realidad en Europa en 2026. Su reto es demostrarnos su verdadera utilidad
Publicado el 10/09/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Se espera para el segundo trimestre de 2026 con "200-300 estaciones", en palabras de BYD. La compañía china ha aprovechado el IAA Mobility de Münich para confirmar que el año que viene empezarán su expansión de cargadores de 1 MW (o 1.000 kW) en Europa.
¿Hay algún motivo para ello?
400 kilómetros en cinco minutos. Es la gran promesa de BYD: conseguir que una recarga para un coche eléctrico sea tan o más rápida que llenar el depósito de un vehículo de combustión. Podrán hacerlo quienes usan en China sus cargadores de 1 MW y quienes lo hagan en Europa a partir del segundo trimestre de 2026.
Porque Stella Li, vicepresidenta de la compañía, ha aprovechado su presentación en el último salón del automóvil de Münich para confirmar que el próximo año comenzará el despliegue de lo que llaman Flash Charge con un primer desembarco de entre 200 y 300 puntos de recarga.
Denza. Esta iniciativa estará enfocada dentro de la llegada de Denza, una de las firmas de lujo de BYD. La compañía ya nos presentó algunos meses atrás el Denza Z9GT, el primer coche con el que llegarán a Europa (en nuestro caso probamos el híbrido enchufable). Una apuesta por el máximo lujo sin renunciar a la deportividad.
En su presentación, en BYD no se mojaron con el volumen que esperan atraer ni tampoco nos confirmaron el precio que, fácilmente, podría superar la frontera de los 100.000 euros. En ese rango de precios, una compañía nueva y china lo tiene realmente complicado por lo que el lanzamiento de Denza se entiende dentro de una estrategia en la que se apuesta por demostrar las últimas innovaciones de la marca.
Flexibilidad. Ahora mismo, en Europa no hay ningún coche capaz de cargar a la famosa potencia de 1.000 kW. Y, de hecho, la propia BYD apenas tiene dos modelos en China que son capaces de admitir esos 400 kilómetros de autonomía en cinco minutos.
La propuesta que vemos allí se basa en el uso de dos enchufes de 500 kW, lo que permite flexibilizar las cargas. Con 1.000 kW se puede cargar un coche eléctrico avanzadísimo pero también un camión eléctrico o dos coches que, de nuevo, cuentan con la ultima tecnología del mercado.
¿Muertos? La gran duda es si estos cargadores nacen o no muertos. En Europa no hay ningún coche que pueda asumir estas potencias de carga. Sin embargo, los últimos lanzamientos del Mercedes GLC y el BMW iX3 han demostrado que fabricantes y públicos están especialmente interesados en acortar los tiempos de espera.
El Mercedes podrá recargar sus baterías a 330 kW y el BMW se irá hasta los 400 kW. El Mercedes CLA también se presentó con el aliciente de poder recargar a 320 kW. Los coches más avanzados están empezando a dejar atrás la frontera de los 300 kW... pero de momento no son muchos los enchufes que ofrecen esta posibilidad.
En España, empresas como Zunder o Repsol ya ofrecen puntos de carga a 400 kW. E Ionity ha anunciado que empieza a desplegar cargadores a 600 kW. Son potencias que, como vemos, casi ningún coche puede utilizar pero su objetivo es tomar ventaja en lo que está por venir.
Referencia. Poniendo en el mercado cargadores de 1 MW de potencia que, además, se convierten en dos enchufes de 500 kW, BYD pretende posicionarse como una firma de referencia. De momento, es una inversión que no debería generar un gran rédito económico, porque estarán sobredimensionados para los coches europeos, pero sí posiciona a la compañía entre los mejores.
Además, tener en exclusiva los coches que pueden recargar a dicha potencia le servirá para visibilizar la marca. Probablemente, no convertirá a sus modelos en superventas (dentro del segmento, por supuesto) pero sumará para darse a conocer entre el público menos interesado en el mercado del automóvil.
Un reto más. Con todo y aunque pensemos en los cargadores ultrarrápidos de BYD como en una inversión a largo plazo, la compañía tiene la necesidad de atraer al público. Y eso lo conseguirá solo de dos maneras. Lo primero es haciéndose visible en las aplicaciones de los teléfonos móviles de los usuarios del coche eléctrico y, segundo, en los navegadores de Google para los coches que funcionan con ellos o en el de las compañías rivales.
Y, para ello, tendrá que tener un precio acorde al mercado. Con una potencia de carga completamente sobredimensionada, BYD no puede presionar por encima ya que el cliente cuyos coches se queden en 300 kW o menos estarán infrautilizando la estación. Cada vez hay más cargadores de este tipo que se ajustan más al rendimiento real del coche y romper el mercado por arriba no ayudará a su despliegue.
Al contrario, proponer un sistema de pago similar al de Tesla o abrir la mano con sus propios clientes, sabiendo que los coches de Denza no serán grandes superventas, permitirá a la compañía crear imagen de marca y generar interés sobre ello.
Fotos | BYD y Xataka
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