Alemania ha tenido una idea para proteger a su población en caso de guerra: comprar enormes cantidades de ravioli en lata

Publicado el 10/09/2025 por Diario Tecnología
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Alemania ha tenido una idea para proteger a su población en caso de guerra: comprar enormes cantidades de ravioli en lata

Alemania ha decidido que (si llega) la guerra no la pillará desprevenida, así que quiere blindarse en todos los flancos posibles: ha redoblado su gasto militar, tiene un plan para sumar más soldados a su ejército e incluso ha vuelto a interesarse en los búnkeres de la Segunda Guerra Mundial. A mayores de todo eso la Cancillería se ha propuesto que ni la guerra ni cualquier otra emergencia nacional, como desastres naturales o accidentes, harán que su población pase hambre.

De ahí que quiera raviolis, muchos raviolis.

¿Qué ha pasado? Que Alemania quiere estar preparada en caso de guerra. Y en opinión de su Gobierno esa preparación pasa por algo más que reforzar su gasto militar, pasar revista a sus viejos búnkeres, aleccionar a su población o recuperar (de forma tímida aún) la antigua mili, un servicio al que Berlín dijo adiós en 2011 y que ha reactivado ahora de forma voluntaria ante la amenaza de Rusia. Además de todo eso, la Cancillería de Friedrich Merz quiere mejorar la reserva de emergencia de alimentos. El objetivo: que si las cosas se complican nadie pase hambre.

¿Pero ya hay reservas, no? Así es. Las reservas estratégicas de víveres no son nada nuevo. Ni exclusivo de Alemania. Tampoco se crean pensando únicamente en escenarios de conflicto bélico, desastres naturales o accidentes. Hace poco vimos cómo Japón echaba mano de su depósito nacional de arroz para cortar la escalada de precio del grano y Polonia ha hecho algo similar con la mantequilla.

En Alemania las autoridades almacenan alimentos, sobre todo cereales, lentejas y leche en polvo, desde hace décadas. The Times calcula que todos los años se gasta 25 millones de euros en mantener una reserva de alrededor de 100.000 toneladas de provisiones, incluido arroz y legumbres, custodiadas en 150 depósitos cuya ubicación se mantiene en secreto. El país también dispone de una reserva de 700.000 t de trigo, centeno y cebada preservas cerca de grandes molinos.

¿Cuál es la noticia entonces? Que las autoridades alemanas se han hecho una pregunta interesante: ¿Tiene sentido que las provisiones de 2025 sean iguales que las de los años 70 u 80? Al fin y al cabo el arroz, el trigo, el centeno o los granos de lenteja son alimentos crudos que deben elaborarse antes de consumirlos. 

En una entrevista con el podcast 'Berlin Playbook Podcast', el ministro de Agricultora, Alois Rainer (CSU) deslizó que tal vez sea hora de que Alemania se replantee sus reservas y complemente los sacos de cebada y trigo con algo con lo que todos estamos mucho más familiarizados: latas de comida precocinada que puede consumirse con solo meterla en un microondas o usar un fogón.

Henry Perks Hbpqotorhqg Unsplash

¿Qué ha dicho exactamente? "En estos momentos nos encontramos en una situación de seguridad que nos obliga a todos a reflexionar. Para mí es importante que la seguridad alimentaria desempeñe un papel clave junto con el suministro de armamento", abogó el ministro. "Quiero crear una reserva nacional de productos elaborados que se puedan consumir nada más calentarlos". Rainer incluso fue más allá y se lanzó a citar dos ejemplos concretos de lo que tiene en mente: "Se trata por ejemplo de raviolis enlatados, lentejas en lata u otros productos”.

¿Es solo una idea? No lo parece. El responsable de Agricultura no se limitó a lanzar ideas vagas o abstractas al aire. Durante la entrevista desgranó datos extra que sugieren que, como mínimo, el Ejecutivo ha hecho cuentas de qué supondría ese cambio para la reserva de alimentos de emergencia. Según sus cálculos, exigiría entre 80 y 90 millones. En cuanto a la logística, Rainer reconoció que haría falta contar con la industria para sacar la idea adelante. "Mi propuesta sería involucrar al sector privado, a las grandes cadenas de alimentación. Ellas cuentan con las cadenas de suministro y la capacidad de almacenamiento necesarias".

"Actualmente nos encontramos en una situación de seguridad que nos hace reflexionar a todos", insistió Rainer. "Para mí es importante que, además del suministro de equipo militar, la seguridad alimentaria también desempeñe un papel fundamental". Aunque el Ejecutivo germano aseguró hace poco que, en su opinión, "Rusia es y seguirá siendo la mayor amenaza para la libertad, la plaza y estabilidad en Europa", Rainer recordó que las reservas no solo se usan en caso de guerra: se echa mano de ella paras para afrontar desastres o accidentes.

¿Por qué es importante? Porque las palabras de Rainer, los planes del Gobierno de repensar su reserva de alimentos dando un mayor protagonismo a los raviolis enlatados, llega en un contexto muy concreto. Alemania se plantea triplicar su gasto en defensa hasta llegar al 3,5% del PIB en 2029, un esfuerzo inversor que para el canciller Merz no responde a las presiones de EEUU en la OTAN, sino por la amenaza "activa y agresiva" que representa a día de hoy el Kremlin. 

Con ese telón de fondo, hace solo unos días Alemania dio un paso adelante para dotarse de una mili voluntaria que le ayude a que su ejército sume unos 260.000 soldados activo para principios de la próxima década. Ahora dispone de 183.000

Imágenes | Nicolas Cuestas (Unsplash), Commons  y Henry Perks (Unsplash)

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