Protein Chic: cómo el culto a la proteína ha convertido el músculo en la nueva tendencia de redes sociales

Publicado el 13/05/2025 por Diario Tecnología
Artículo original

Protein Chic: cómo el culto a la proteína ha convertido el músculo en la nueva tendencia de redes sociales

En la Basílica de San Pietro in Vincoli, en Roma, hay una escultura que llama la atención de muchas personas por un simple detalle. La obra, el “Moisés” de Miguel Ángel, el escultor talló en el antebrazo un pequeño músculo que solo se activa al levantar el dedo meñique. Este gesto casi invisible, pero esencial para Miguel Ángel muestra la fuerza sutil y el control. Hoy, siglos después, los cuerpos definidos como si fueran esculpidos están en tendencia. Pero esta vez, no se trata de mármol ni de arte, sino de proteínas, suplementos y rutinas extremas.

En la era Protein Chic. Un nuevo fenómeno que ha ido tomando fuerza en los últimos años, pero ahora es la tendencia que marca en las redes sociales. En 2023, los productos enriquecidos con proteínas habían tomado los supermercados. Desde yogures hasta snacks, la industria promovía la idea de que un mayor consumo de proteínas es sinónimo de salud y bienestar. Ahora, esa obsesión se ha trasladado a los cuerpos tonificados: figuras como Ashton Hall, famoso por su rutina matinal, es un claro ejemplo de ese ideal de vida saludable y cuerpo esculpido.

¿Un nuevo mantra del bienestar? En la tercera temporada de The White Lotus, Saxon Ratliff, un personaje obsesionado con el ejercicio y la imagen corporal, encarna perfectamente esta obsesión contemporánea por las proteínas. Interpretado por Patrick Schwarzenegger, el hijo del icónico Arnold Schwarzenegger, Saxon no solo carga con su licuadora personal para no perderse sus batidos de proteínas, sino que también consume palomitas enriquecidas con “polvo Khloud” de Khloe Kardashian, una sátira evidente del marketing de productos hiperproteicos. Saxon no es solo un personaje obsesionado con sus músculos; es un símbolo del fitness convertido en cultura pop, donde la licuadora de proteínas es tan esencial como el móvil y los batidos son los nuevos cafés de moda.

Más allá de las pantallas. Este retrato ficticio es un reflejo de lo que ocurre con el boom de los productos hiperproteicos, ¿es realmente necesario consumir 200 gramos de proteína en un batido, como hace Saxon en el cuarto capítulo? La ciencia ha ofrecido diferentes perspectivas. Por un lado, la dietista principal de Mayo Clinic, Tara Schmidt, ha afirmado que las necesidades de proteína dependen en gran medida del estilo de vida, el peso y el historial de salud, por lo que no puede afirmar con certeza cuál es la cantidad ideal. Aunque sí recomienda limitar el azúcar añadido y consumir al menos 20 gramos por ración En la misma línea, la neurocientífica Lisa Mosconi ha señalado para Vogue que un exceso de proteínas puede causar inflamación y afectar la salud intestinal, contrarrestando los beneficios iniciales de estos productos hiperproteicos.

El camino hacia la (casi) perfección. Incluso el mundo de la moda ha abrazado esta nueva forma de cuerpo. Diseñadores como Demna y Hilary Taymour han presentado colecciones que enfatizan siluetas musculosas, evidenciando cómo la moda adopta y amplifica los ideales de cuerpo promovidos por la cultura del bienestar, según Vogue. No obstante, no solo la moda ha impuesto el estándar, la viralización de los medicamentos para adelgazar como Ozempic y Wegovy, desarrollados para tratar la diabetes tipo 2, se han convertido en productos estrella para la pérdida de peso rápida.

Y mientras tanto, fenómenos como SkinnyTok promueven dietas restrictivas y rutinas extremas de ejercicio, con millones de visualizaciones que glorifican cuerpos delgados y tonificados. Las redes sociales han amplificado la obsesión por los cuerpos esculpidos, convirtiendo cada transformación física en un espectáculo viral.

El espejo distorsionado. En esta era donde el cuerpo es el nuevo lienzo, la dismorfia corporal ha encontrado un caldo de cultivo perfecto para propagarse. Este trastorno, caracterizado por una preocupación obsesiva por defectos percibidos en el cuerpo, ha alcanzado niveles alarmantes en redes sociales como TikTok e Instagram. En estas plataformas, los filtros, las imágenes editadas y las comparaciones constantes han exacerbado la percepción distorsionada del cuerpo, especialmente entre los más jóvenes. Un informe de Health ha puntualizado que la constante exposición a cuerpos hiperdefinidos y pieles perfectas puede llevar a trastornos de la alimentación y comportamientos compulsivos relacionados con el ejercicio.

La psicóloga especializada en TCA, Sara Bolo ha explicado a este medio que lo preocupante es que muchas de estas conductas aparentemente “saludables” esconden trastornos de la conducta alimentaria disfrazados de cultura fitness. Cada vez vemos más gimnasios llenos y más gente obsesionada con no saltarse ni una comida ni un entrenamiento, y ahí es donde empieza el problema. No es el ejercicio ni la alimentación sana lo que está mal, sino la rigidez con la que se siguen estas prácticas. Además, ha advertido: “Al final, no es tanto cuidar el cuerpo como forzarlo a encajar en un molde irreal que vemos en redes sociales”.

El punto final. En un mundo donde la imagen pesa más que la esencia, donde los cuerpos son moldeados como esculturas y las dietas extremas se disfrazan de autocuidado, surge la pregunta inevitable: ¿Hasta qué punto estamos realmente cuidando nuestros cuerpos o simplemente moldeándolos para encajar en un molde inalcanzable?

Imagen | Pexels y Livioandronico2013

Xataka | ¿Y si estamos haciendo el ayuno intermitente mal? Unos expertos proponen centrarnos solo en los carbohidratos

utm_campaign=13_May_2025"> Alba Otero .