La NOAA detectó metales en la atmósfera asociados principalmente a SpaceX. La Casa Blanca ha liquidado su investigación

Publicado el 13/05/2025 por Diario Tecnología
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La NOAA detectó metales en la atmósfera asociados principalmente a SpaceX. La Casa Blanca ha liquidado su investigación

El Gobierno de Estados Unidos acaba de truncar una de las investigaciones más intrigantes sobre la contaminación espacial. Una decisión que, según algunas voces suspicaces, es beneficiosa para los intereses comerciales de Elon Musk.

Lo último de Trump. A falta de que los presupuestos se aprueben en el Congreso, la Casa Blanca busca eliminar la financiación de dos proyectos de investigación clave sobre la contaminación causada por cohetes y satélites.

El plan forma parte de los drásticos recortes que, junto con la NASA, ha sufrido el brazo científico de la Oficina Nacional de Investigación Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos: la NOAA.

Un hallazgo llamativo. A finales de 2023, los investigadores atmosféricos de Estados Unidos descubrieron una creciente acumulación de metales en la estratosfera. Un equipo liderado por la NOAA analizó las partículas de ácido sulfúrico muestreadas por el avión WB-57 de la NASA en vuelos de gran altitud sobre Alaska y el Medio Oeste de Estados Unidos. El estudio identificó más de 20 elementos distintos, incluido el litio, el aluminio, el cobre y otros metales más exóticos, como el niobio y el hafnio.

Estos materiales no se encuentran naturalmente en la atmósfera. Están vinculados con la industria espacial, y por tanto, se asociaron con las cada vez más frecuentes reentradas de cohetes y satélites, que se vaporizan al desorbitar. El alcance del problema aún se desconoce. Se teme, por ejemplo, que un aumento exponencial pueda dañar la capa de ozono, que actúa como escudo contra los rayos ultravioleta, desestabilizando aún más el clima.

Adiós a la investigación. Los esfuerzos de la NOAA para resolver estas dudas ya estaban en marcha. Por un lado, un estudio de continuidad para tomar nuevas muestras atmosféricas. Por otro, un taller en el que participaba la industria privada para explorar posibles soluciones. Ambos se quedan sin financiación federal con los recortes, lo que obligará a cancelarlos si se aprueban los presupuestos.

Aunque la Casa Blanca ha propuesto todo tipo de recortes en ciencia, el portavoz de la organización Public Employees for Environmental Responsibility señaló a The Guardian que en este caso "hay una motivación política", relacionando el trabajo de la NOAA con los intereses comerciales de Elon Musk.

El factor SpaceX. Nunca antes había habido tantos lanzamientos de satélites porque nunca antes había habido un cohete capaz de aterrizar sobre sus patas. La empresa aeroespacial de Elon Musk pone en órbita más del 80% de la carga útil lanzada al espacio, en términos de masa. Casi todos son satélites de la constelación Starlink, que se ha convertido en un activo estratégico para Estados Unidos.

SpaceX ha lanzado unos 8.400 satélites Starlink, de los cuales 1.080 han reentrado ya. Aunque Starlink es la constelación más grande, otras empresas tienen planes similares de lanzar decenas de miles de satélites a la órbita baja terrestre; entre ellas, varias startups chinas y el gigante tecnológico Amazon, con su Project Kuiper de Internet satelital. En total, el número de satélites en órbita podría crecer hasta 100.000 en los próximos años. Y con él, el número de reentradas atmosféricas.

Y así cada cinco años. Los satélites de SpaceX y la incipiente constelación Kuiper orbitan la Tierra a menos de 600 km de altitud. Por efecto del frenado atmosférico, van reduciendo su altura y acaban quemándose en la atmósfera cinco años después de su lanzamiento. También los cohetes, incluida la etapa superior del Falcon 9, desorbitan para desintegrarse en la atmósfera.

Esto es lo deseable: que la basura espacial se "recicle" en el menor tiempo posible. Pero la cadencia de lanzamientos, encabezada por Starlink, está produciendo varias reentradas al día, que pronto se convertirán en docenas, y luego en centenares. El efecto de estas inyecciones diarias de metal en la atmósfera es algo que ahora tendrán que investigar otros países, al menos con fondos públicos.

Imagen | Sociedad de Astronomia del Caribe

En Xataka | Los cohetes de SpaceX están abriendo agujeros de color rojo en la atmósfera. Los llaman "auroras de SpaceX"

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