Obsesionarse con perder peso es una idea malísima para perder peso. Por suerte, la ciencia tiene otras mucho más efectivas

Publicado el 13/05/2025 por Diario Tecnología
Artículo original

Obsesionarse con perder peso es una idea malísima para perder peso. Por suerte, la ciencia tiene otras mucho más efectivas

Un médico joven se presenta ante su jefe y, aunque no lo dice en voz alta, piensa "la última vez que estuve frente a él, sudé por lo menos un litro. Pero ahora voy a sudar por lo menos diez, ¡ese tipo se va a enterar de lo que es sudar!". Acto seguido, no suda ni una gota.

No es ficción, es un caso real que recogía el psiquiatra Viktor Frankl en 1994. Lo hacía para explicar que muchas veces nuestros temores, objetivos e intenciones juegan en nuestra contra. Y sí, estamos hablando de perder peso.

¿En nuestra contra? Es como si, por usar una metáfora de otro psicólogos (Steven C. Hayes), "nos cayéramos a un hoyo profundo y lo único con lo que contáramos para salir fue con una pala. Como no sabemos muy bien qué hacer y nos desesperamos, empezamos a usar la pala". El resultado, pese a trabajar día y noche, es que estamos más hondos que antes.

Lo que en el fondo nos dice un buen número de psicólogos (desde logoterapeutas a especialistas en aceptación y compromiso) es que estamos tan culturalmente apegados a ciertas estrategias conductuales que, aunque no nos resulten de utilidad, no podemos deshacernos de ellas.

Las obsesión por "perder peso" es un problema. Y sí, obsesión es la palabra. En España, donde el 52% de la población adulta presenta sobrepeso u obesidad, siete de cada diez personas (72%) han intentado perder peso al menos una vez en su vida. De hecho, según los datos de la Fundación Mapfre, lo han hecho, de media, unas siete veces.

Eso lleva a que el "53% de los españoles ha seguido alguna vez una dieta popular o milagro con el objetivo de perder peso". No es un accidente; es la consecuencia de eso que comentaba: en el imaginario popular, la manera de perder peso es esa.

Es decir, en palabras Giuseppe Russolillo, presidente de la Academia Española de Nutrición y Dietética, "la población no es plenamente consciente de que los métodos que utiliza para perder peso son extremos y pueden poner en riesgo su salud y que la recuperación del peso perdido es frecuente".

¿Y qué podemos hacer? Lo primero es desterrar falsos mitos. Sï, la obesidad es un problema de salud; pero no está tan claro que el sobrepeso lo sea en términos generales. "La esperanza de vida de las personas con sobrepeso no es menor que la de las de normopeso", nos decía Juan Ramón Barrada, profesor de la Universidad de Zaragoza. Muchas ideas que tenemos sobre todo esto y que usamos para justificar nuestros comportamientos, no dejan de ser relatos disciplinarios.

Eso no quiere decir que la salud no sea importante. Quiere decir que muchas de esas ideas sobre el sobrepeso, la salud y la belleza son estrategias culturales equivalentes a ponernos a cabar estando dentro de un pozo.

¿Entonces? ¿No hay conocimiento científicos que nos puedan ayudar? "Por lo que podemos extraer de las investigaciones actuales, hay tres consejos que se le pueden dar a cualquier persona: come sano, haz ejercicio y acepta tu cuerpo. Hoy en día, todo se reduce a baja de peso", continuaba Barrada. Por eso, "hay que tener claro que estigmatizar a las personas con sobrepeso u obesidad como 'vagos' o 'faltos de voluntad' es promocionar sufrimiento" de forma injustificada.

Y hacerlo con nosotros mismos también. Por suerte, como señalaba Barrada, hay otra forma de hacer las cosas. 

Imagen | i yunmai

En Xataka | La razón científica por la que las dietas milagro no funcionan eres tú

utm_campaign=13_May_2025"> Javier Jiménez .