Llevo años huyendo de las cafeteras superautomáticas. Ahora he probado una superautomática-manual y no puedo dejar de usarla
Publicado el 28/06/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Me encanta el café y nunca compraría una cafetera superautomática. Esa frase podría estar escrita en mi tarjeta de visita, y el motivo principal es que no quiero que mi café diario se limite a la pulsación de un botón. Sin embargo, estos últimos días he estado probando la Ninja Luxe Café, una cafetera “superautomática” que me está encantando por un motivo muy simple: da muchas opciones, pero me permite tener el control a la vez que mantiene las cosas fáciles.
Y, precisamente por eso, creo que este tipo de máquinas son perfectas para quienes tengan una cafetera de cápsulas y busquen dar un salto a un café mejor, pero sin complicarse. A continuación, te cuento mi experiencia con esta Ninja Luxe Café, pero se puede extrapolar a las varias que están apareciendo en el mercado con esta misma filosofía: superautomáticas, pero clásicas al mismo tiempo.
Cafeteras supermanuales
Las posibilidades a la hora de preparar café son enormes. Al margen de las variedades de café, tenemos muchas máquinas, técnicas y formas de elaborar la bebida. Sin embargo, todas ellas necesitan cierto grado de conocimiento. Es decir, todo sabemos cómo hacer un café en cafetera italiana, pero… ¿realmente sabemos cómo hacer un café en una cafetera italiana?
El trabajo de los divulgadores de café estos últimos años nos ha permitido conocer trucos para optimizar el sabor que obtenemos con la moka y, aunque lo principal siempre es contar con buenos granos de café, la técnica también es importante. Y si no es la técnica, es el tamaño de la molienda, el peso, la cantidad de agua, el control de los tiempos…
Es por eso que las cafeteras de cápsula se hicieron tan populares. No tienes que preocuparte de nada, ella lo hace todo. Y, aunque la tecnología de esas cápsulas sea impresionante, no es el mejor café que puedes tomar. Un paso por encima están las superautomáticas que también hacen el café pulsando un botón. Simplemente, echas los granos y ellas lo muelen y preparan absolutamente todo, hasta la leche espumada. No me gustan.
Y no me gustan por dos motivos: la limpieza es complicada y, además, no quiero que mi café se limite a la pulsación de un botón. Hay un componente psicológico en esto y, para mí, hacer un café implica relajar la cabeza durante diez minutos mientras preparo la bebida. Pero hacer un espresso, que es lo que más suelo beber, no es tan fácil. Necesitas un montón de herramientas caras y desarrollar técnica para que, a veces, haya fallos en la molienda y ocurran cosas inesperadas.

No todo el mundo quiere asumir eso, y es lógico. Y precisamente ahí es donde entran en juego estas superautomáticas-manuales. Son máquinas superautomáticas con molinillo integrado, sistema de vaporización, cálculos automáticos para preparar diferentes tipos de café… pero te dejan a ti al control de aspectos como la molienda, el portafiltro y hasta la vaporización de leche.
La Ninja Luxe Café es la máquina que he probado, aunque hay otras similares de marcas como Sage que hacen básicamente lo mismo, y creo que lo mejor que tiene es que hasta quien nunca ha usado una cafetera, podría preparar un buen café en el primer intento. Algo que no es nada fácil.
El flujo a la hora de hacer café
En el vídeo que te dejo a continuación vas a poder ver el proceso de preparar un café en una máquina como esta. Es muy sencillo por una simple razón: te va guiando todo el rato.
Hay tres pasos: elegir el café que quieres, molerlo y prepararlo. Con la ruleta central elegimos el tipo de elaboración (espresso, clásico, cold brew, americano o filtro, entre otros) y una vez elegido, es la máquina la que nos recomienda un grado de molienda ideal. Porque un café de filtro requiere un grano más grueso que un espresso, por ejemplo, y ahí es la máquina la que nos dice “tienes el molinillo ajustado al 6 (que es un nivel muy fino), ponlo al 22 para hacer un cold brew”.
Con la rueda lateral ajustamos el molinillo hasta que cuadre con lo que nos recomienda la máquina, colocamos el portafiltros en el soporte del molinillo que tiene báscula incorporada y nos va a decir si tenemos el tamaño de filtro ideal para lo que queremos hacer y, cuando termine de hacer los cálculos, pulsamos el botón de moler.

Cuando esté listo, hay que coger el tamper o prensa que se guarda en el lateral izquierdo y presionar el café del portafiltros para que, a la hora de realizar la extracción, la presión sea óptima. Y listo, ya sólo queda colocar el portafiltros en el grupo de la cafetera.
Es un proceso muy sencillo porque no tenemos que moler manualmente, no tenemos que pesar lo que estamos moliendo ni tenemos que preocuparnos por comprar un portafiltros mejor que el que suele venir por defecto en máquinas de entre 100 y 200 euros. Pulsas el botón de “extracción” y el café está bueno.

Cuando acabas, sacas el portafiltros, tiras el café, limpias y a por el siguiente. También puedes espumar la leche con la jarra incluida que, además del espumador, tiene una pieza giratoria que permite espumar leche fría, ideal para verano. Podemos elegir tres tipos de nivel de crema y algo que me ha gustado es que no espuma igual la leche animal que la vegetal, algo interesante que tenga en cuenta porque las reacciones químicas son diferentes.

Ese proceso, aunque parezca tonto, es el que me gusta porque sé que no me voy a complicar la vida preparando ese espresso, pero aun así me permite disfrutar de ese “ritual” de moler, preparar y limpiar que ayuda a despejar la cabeza en ocasiones. Y al margen de ayudarnos en la molienda, también purga automáticamente el brazo espumador, algo vital para la higiene y el sabor de la leche.
Pero aunque el primer café que hagas estará bueno, no será perfecto.
Barista asistente
Vaya por delante que, si das el paso de una espresso barata o de una máquina de cápsulas a esta, ese primer café te va a saber como el mejor que hayas probado, pero si ya llevas varios cientos de cafés en el cuerpo, notarás que el primer café de la máquina no es perfecto.

También notarás algo: la recomendación de molienda cambia con los primeros cuatro o cinco cafés que hagas. No me voy a poner muy técnico, pero en el espresso, existe algo que se llama “relación” entre el peso del café y los segundos que se tarda en preparar. Eso marca el nivel de extracción y es lo que hace que sea ácido, amargo o sin gracia dependiendo de si el café está muy extraído o subextraído.
En una máquina manual, somos nosotros con la báscula, un cronómetro y el paladar quienes controlamos eso, y no es fácil llegar al punto perfecto por lo que comentaba antes: no todo el mundo querrá invertir tiempo en estudiar cómo mejorar el café. Si compras un café bueno, lo que quieres es que esté bueno a la primera, y sin un buen proceso no tendrá el sabor potencial que puede alcanzar.
Lo que hacen estas ‘supermanuales’ es contar con un sistema llamado ‘Barista asistente’ que, aparte de guiarnos, va realizando correcciones automáticamente. El molinillo de la Ninja Luxe Café tiene 25 ajustes de molienda, siendo los más finos los ideales para espresso. En el primer espresso, me recomendó un nivel 10 y yo ya sabía que iba a ser demasiado grueso. Así fue: café ácido y sin gracia por una mala extracción.

Pero vi algo: la máquina, automáticamente, se ajustó para el siguiente y me empezó a pedir grados de molienda cada vez más finos, hasta llegar al 3. Ese nivel me pareció excesivamente fino, pero le hice caso y la cafetera tardó una eternidad en realizar la extracción. ¿Resultado? Café sobreextraído que no estaba como tenía que estar. Al siguiente, me recomendó subir al nivel 4 y, por último, al 5-6 en el que se ha quedado.
Y me parece genial, es un gran sistema, pero tiene un problemilla: no todo el café se muele igual y, dependiendo de la variedad y el tostado, los ajustes deben ser diferentes. He cambiado de café ya una vez y parece que la máquina no lo ha tenido en cuenta. Pero bueno, es un problema muy menor en un dispositivo de este precio.
Lo mejor de los dos mundos, pero necesita ajustes
Me he centrado en el espresso y he comentado muchos puntos negativos (y el negativo de cambio de café es muy pejiguero), pero hay puntos que no me gustan y que serían fácilmente subsanables. El primero es el modo cold brew porque creo que no se debería llamar cold brew. Un cold brew es un café que echas en un recipiente, añades agua y guardas en la nevera para tomártelo el día siguiente. Es una extracción larguísima para conseguir un café intenso.

La Ninja Luxe café dice que prepara cold brew, pero aunque la extracción es de unos seis minutos, el café sale templado tirando a caliente. Es intenso, sí, pero no es un cold brew. Deberías añadir tú agua fría a esa elaboración y… no hay mucha diferencia del proceso de café de filtro que también incluye. Me parece un modo añadido para poder decir que lo tiene más que por ser algo práctico.
Algo que sí me ha gustado es el resultado del americano. Justo al lado del grupo, tiene un pitorro que lanza agua caliente antes de hacer el espresso y, cuando termina, prepara ese espresso muy corto. Está bastante bueno el americano de esta máquina, la verdad. Pero el otro gran punto negativo tiene que ver con el espumador de leche.

Me encanta que sea fino, me gusta que permita una espuma muy densa en leche fría sin calentarla… pero cuando queremos espuma de leche caliente, la temperatura es demasiado alta. No te va a arruinar la bebida, pero en un latte o un capuccino, la leche debe estar más bien templada, y tiene una razón química: cuando la temperatura sube por encima de los 65º, las proteínas de la leche se desnaturalizan y el sabor se vuelve más plano.
Ya digo que hay un proceso químico complejo detrás, pero aquí lo mejor es cortar el proceso de vaporización antes de que acabe para que la temperatura no siga aumentando porque considero que el latte y el capuccino salen muy calientes.

Por lo demás, lo cierto es que estoy encantado con la cafetera no tanto porque me facilite las cosas, ya que hacer un espresso es un proceso que ya tenía muy interiorizado, sino porque he comprobado de primera mano que alguien que no quería pasar por todo el proceso, ahora, no tiene esa ‘pereza’ para preparar el café. Y le va a salir igual que me puede salir a mi gracias al guiado de la máquina.
Incluye los accesorios necesarios (aunque siempre puedes agregar el distribuidor o un disco para el portafiltros), me gusta que ninguno de los filtros sea presurizado y, como digo, es igual de fácil que hacer un café en una superautomática, pero con las ventajas a nivel de limpieza y sentir que “controlas” el proceso de una espresso clásica. Marcas como De'Longhi o Breville también tienen modelos así.
Y creo que el usuario objetivo es, precisamente, ese que quiere pasar de las cápsulas a un café del que pueda elegir el origen y quiere hacerse cafés más ‘manuales’ sin complicarse la vida ni tener que estudiar.
¡Ojo! Si a ti te encantan las superautomáticas o las cafeteras de cápsulas, me parece genial. Lo importante es que cada uno disfrute de lo que quiera, pero ese tipo de máquinas no son para mí.
Imágenes | Xataka
utm_campaign=28_Jun_2025"> Alejandro Alcolea .