Siete meses cobrando sin trabajar: la empresa despidió al jefe que lo contrató y se olvidó del trabajador

Publicado el 28/06/2025 por Diario Tecnología
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Siete meses cobrando sin trabajar: la empresa despidió al jefe que lo contrató y se olvidó del trabajador

Ponte en situación: tras superar el proceso de selección, una potente empresa te contrata para desempeñar tu labor y cobrar un buen salario. Llega el día de empezar a trabajar y que te asignen tus tareas, pero nadie lo hace. Te están pagando por no hacer nada durante tu jornada. ¿Qué harías?

La situación es tan surrealista que casi parece un episodio de "The office" y sin embargo la realidad supera a la ficción (y a cualquier sitcom): le pasó a un usuario de Reddit que narró su experiencia cobrando su sueldo sin dar un palo al agua durante siete meses. Tras confesar que es "un vago de remate" (sic) descarta buscar un segundo trabajo. Al fin y al cabo, ha encontrado un filón.

Le pagan por calentar la silla

La historia, aunque cómica, evidencia la desconexión, burocracia eterna y falta de comunicación existente en las grandes corporaciones llevándolo a lo absurdo. El trabajador en cuestión encontró trabajo de administrativo en una de las inmobiliarias más grandes del mundo, logrando un salario que rozaba las seis cifras como contrapartida.

Tras conseguir el empleo y una semana antes de incorporarse, la persona que le contrató fue despedida. De hecho, al llegar allí en su primer día alguien de otro departamento le tuvo que explicarle dónde estaba su mesa. Y poco más. Como cuenta: "Llevo meses sentado en una oficina detrás del despacho que ocupaba la mujer que me contrató, completamente solo".

Por lo menos lo intentó. Tras constatar que estaba solo en sus primeros días, trató de hablar con otros responsables y mandos intermedios advirtiéndoles de su llegada y de que no tenía tareas asignadas. Parece ser que nadie hizo nada, así que allí se quedó, haciendo alguna que otra tarea asumida por su cuenta. Explica que oficialmente su labor es preparar hojas de cálculo de las nóminas del equipo, luego se la envía al jefe del departamento, adjuntando una copia oculta al coordinador. Todo esto confiesa que le lleva aproximadamente un cuarto de hora.

Sin tareas ni supervisión, el trabajador sigue acudiendo a su oficina a cumplir con su jornada laboral para dejar constancia de su asistencia cuando le toca, ya que su empresa usa un sistema de jornada híbrida: tres días a la semana se deja ver y sella su credencial. Los otros dos días, "trabaja" desde casa. Él no falla a su cita con la oficina y la empresa tampoco lo hace con su nómina, que es transferida religiosamente cuando toca. 

Rizando un poco más el rizo, cuando el trabajador necesita algún día libre, lo solicita a sus supervisores a través de la app y se la aprueban sin mayor problema. Eso sí, nadie parece darse cuenta de su inactividad.

¿Por qué no conseguir un segundo trabajo? En el hilo hay respuestas invitándole a buscar un segundo trabajo en remoto para entretenerse durante la jornada y ya de paso, tener un ingreso extra sin invertir más tiempo. El trabajador lo rechaza de pleno: está viviendo su sueño, mantenerse con el mínimo esfuerzo.

No es la primera (ni la última vez) que vemos lo de calentar la silla en la oficina. Sin ir más lejos, en Cádiz un funcionario pasó años cobrando sin trabajar: lo descubrieron al ir a darle un premio. La propia Meta contrató a ingenieros simple y llanamente para que no lo hiciera la competencia y los tuvieron sin hacer nada.


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