Las Big Tech ya están dedicando hasta el 70% de su EBITDA a la IA. Las mismas cifras previas al estallido de las puntocom
Publicado el 22/09/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Las empresas tecnológicas más poderosas están inmersas en una carrera frenética por dominar la inteligencia artificial. Por ello mismo, la inversión en infraestructura y en tecnología que les permita avanzar en esa carrera es crucial. De sus beneficios operativos se destina un altísimo porcentaje en la construcción de centros de datos, comprar chips, ampliar su capacidad computacional y similares. Para algunos expertos y analistas del sector, este nivel de gasto ya está alcanzando niveles típicos de burbujas pasadas.
Ecos de las puntocom. Las Big Tech ya están destinando entre un 50% y un 70% de su EBITDA (beneficio operativo antes de impuestos) a inversiones de activos fijos, mayormente de IA e infraestructuras de nube, según el análisis de GQG Partners. Esto se asemeja al comportamiento de AT&T en la burbuja puntocom (empresa que antes de la debacle destinaba un 72% de sus beneficios) o Exxon en la burbuja energética de 2014 (destinando un 65%).

Problemas. Para GQG Partners y tal y como comparte también Tobias Carlisle, fundador de Acquirer's Funds, esta proporción tan alta suele ser una señal de riesgo estructural, con muchas inversiones caras, activos que pueden quedar obsoletos, y retraso en ver retornos reales. En la imagen podemos ver el porcentaje de beneficio operativo total que Microsoft, Amazon, Alphabet, Meta y Oracle invierten en activos fijos (CapEX)
En detalle. Hay un apetito inversor descomunal, y las cifras lo reflejan. Alphabet ha elevado sus previsiones y planea gastar más de 85.000 millones de dólares este año, casi todo destinado a reforzar su nube y sus servicios de IA. Meta, por su parte, prevé un rango de entre 66.000 y 72.000 millones en 2025, prometiendo recientemente invertir un total de 600.000 millones de dólares para 2028. Por otro lado, Microsoft también ha anunciado decenas de miles de millones en nuevas instalaciones para acelerar el entrenamiento de modelos de IA. En conjunto, Financial Times estima que el CapEx anual agregado de las grandes tecnológicas superará los 300.000 millones de dólares, una cifra inédita en el sector.
Ese nivel de inversión preocupa a los analistas. Goldman Sachs señalaba recientemente que los hyperscalers (AWS, Microsoft Azure y Google Cloud) ya han comprometido cientos de miles de millones en CapEx e I+D, lo que implica que, para justificarlo, deberán generar ingresos muy superiores en los próximos años. Por otro lado, Bank of America advierte que los costes de depreciación y amortización de estas infraestructuras pueden crecer incluso más rápido que los ingresos que las compañías logren extraer de ellas, lo que podría poner en riesgo sus márgenes operativos.
Morningstar, por su parte, recuerda que la industria de semiconductores, pieza central de esta carrera, sigue siendo propensa a ciclos de auge y caída, con riesgo de que la euforia actual por la IA derive en un enfriamiento en 2025-2026. Incluso Sam Altman, CEO de OpenAI, ha admitido que existe una “burbuja” alrededor de la IA, aunque matiza que la tecnología en sí tendrá un valor inmenso a largo plazo.
Entre líneas. Invertir muchísimo en infraestructura no garantiza por sí solo que los ingresos futuros vayan a compensar ese gasto tan elevado. Si la euforia entre inversores se mantiene, quizás sí, pero si posteriormente penetra la duda y la incertidumbre, las cosas pueden cambiar. El análisis de GQG Partners también habla de los costes “ocultos”, las depreciaciones aceleradas, obsolescencia tecnológica, el mantenimiento enorme de centros de datos, la energía, y otros factores que podrían erosionar mucho más rápido de lo que se cree los beneficios reales.
Imagen de portada | Generada por IA con Freepik
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