He cambiado la báscula por el Apple Watch y tengo algo que aportar al debate sobre mantenerse en forma sin obsesionarme
Publicado el 19/05/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Tengo 30 años y a lo largo de mi vida he pasado por dos fases, todas relacionadas con la báscula. Y es que todos, más o menos, seguro que alguna vez nos hemos topado con algo así. Te pongo un ejemplo. De adolescente, engordé un poco y me vi "obligado" a pasar por esas típicas dietas de los años 2000. Durante ese tiempo, me tocaba pesarme todas las semanas con una rigurosidad casi militar. Ese momento frente a la báscula era de auténticos nervios: a ver si "lo habías hecho bien" o no.
Una de las peores cosas que te pueden pasar es cogerle miedo a la dieta, porque lo que realmente necesitas es cambiar la alimentación, no hacer dietas temporales para solucionar algo en unos meses y luego volver a los hábitos anteriores. Esa época pasó y, curiosamente, ahora estoy en el extremo contrario. No consigo coger peso y me obsesiono por ganar músculo. Un día me vi atrapado en el mismo patrón y me dije: "No, esto no pienso repetirlo. Necesito basarme en otra cosa". Y esa es la experiencia que te quiero contar hoy. Hace unos meses, tomé una decisión que ha cambiado completamente mi relación con el deporte: relegué la báscula a un segundo plano y convertí mi Apple Watch en mi aliado principal.
La obsesión de subirse a la báscula
Soy de esas personas naturalmente delgadas a las que les cuesta horrores ganar músculo. Quién me lo iba a decir hace 15 años. Pero quizás tú seas de los que buscan perder peso, o simplemente mantenerse. Da igual, este enfoque funciona para todos.
Lo cierto es que pesarme cada semana, o incluso cada día como me ha llegado a decir algún entrenador, se había convertido en una obsesión. Para colmo, mi báscula era compatible con la app Salud del iPhone. Y claro, el peso fluctúa por muchas razones: retención de líquidos, si has ido al baño, si bebiste más agua el día anterior... ¿El resultado? Frustración constante y una montaña rusa emocional por 200 gramos arriba o abajo. ¿Te suena esto?

Un día me planteé: ¿y si, en lugar de obsesionarme por un número, me centro en lo que mi cuerpo puede hacer? ¿Puedo correr más kilómetros que la semana pasada? ¿Puedo levantar más peso en mis entrenamientos? Y aquí es donde mi Apple Watch entró al rescate. Y es que, si nos paramos a pensar, el Apple Watch nos da todos los datos que realmente importan:
- Las calorías que quemo durante todo el día (no solo en el gimnasio)
- Los kilómetros que recorro y a qué ritmo
- Cómo responde mi corazón al esfuerzo
- Mi progreso en diferentes tipos de ejercicio

Perder peso es tan "sencillo" como sumar y restar
Vamos a lo práctico. Perder o ganar peso es, en el fondo, una simple ecuación. Lo complicado es llegar a ella y mantenerla. Además de hacerlo todo desde un punto de vista saludable. Pero, por ponerte un ejemplo:
- Si quemo 2000 calorías y como 1800, pierdo peso
- Si quemo 2000 calorías y como 2300-2500, gano peso
Así de simple. Y aquí el Apple Watch nos da una ventaja enorme, ya que calcula y dice exactamente cuántas calorías quemamos al día. Incluidas las que se gastan simplemente existiendo (el famoso metabolismo basal). En mi caso, como quiero ganar músculo, necesito comer más de lo que gasto. El Apple Watch me indica que suelo quemar unas 2.500 calorías diarias, así que tengo que ingerir unas 2600-2700 para crecer.

Ojo, no todo es tan fácil como contar calorías. Obviamente hay que alimentarse bien. Si quemas 2000 calorías, técnicamente podrías comer dos hamburguesas e irte todos los días al Burger King y cumplir tus objetivos calóricos. Pero desde luego no es lo más sano. Estamos hablando de una versión simplificada y que para nada sustituye a un nutricionista.
Mis entrenamientos con el Apple Watch
Te cuento cómo lo hago yo. Me he puesto una norma inquebrantable: caminar, al menos, ocho kilómetros cada día. Me da igual que nieve, llueva, haga calor. Cero excusas. Eso me sirve para activar el cuerpo por la mañana y empezar el día sin esa sensación de estar dormido. El Apple Watch me permite ver cómo mejoro semana a semana. Antes tardaba una hora en hacer 5 km, ahora lo hago en 50 minutos.

Cuando llegue un punto en el que ya no pueda caminar más rápido, tocará la fase de empezar a correr. Y sí, ya lo sé. Tengo que hacer musculación. Eso llega ahora mismo también. Pero nadie puede negar que caminar o correr un poco cada día haga mal al cuerpo.
Si tu objetivo es perder peso, caminar es una forma muy sencilla de quemar esas calorías para conseguir que, al final del día, tengas un déficit calórico. Y, como chico que ha pasado por dietas, se sufre más comiendo o cenando poco que saliendo a caminar una hora con buena música y pudiendo llenar algo más el plato.
Aquí me pongo un poco más "técnico", aunque musculación deberíamos hacer todos. Tengas 30, 40 o 60 años. Obviamente adaptado a cada edad y objetivo a conseguir. En mi caso, para la musculación, divido los entrenamientos a lo largo de la semana en dos y dos:
- Dos sesiones de Apple Fitness +
- Dos sesiones intensas de musculación a la semana de más de una hora, basadas en una app que se llama Hevy

En cada sesión de musculación, registro en mi Apple Watch los pesos que levanto. Si la semana pasada hice diez repeticiones con mancuernas de 16 kg, esta semana intentaré hacer doce. Y, cuando lo consiga, subiré a 20 kg con menos repeticiones. La aplicación Hevy es gratuita y tiene muchas sesiones preconfiguradas con los objetivos a conseguir. Yo, por ejemplo, tengo una rutina de parte de arriba del cuerpo y otra para la de abajo. Se integra con el Watch y en el iPhone también es súper sencilla de utilizar. No tiene ningún misterio. Eso sí, es recomendable tener mancuernas en casa. Eso es algo en lo que me alegro mucho de haber invertido. Si vas al GYM, también tienes ejercicios para hacer allí.

Hay resultados y confío que vayan a más
Y antes de terminar, quiero dejar algo muy claro: lo que a mí me funciona puede no ser lo ideal para ti. Cada cuerpo es diferente, cada metabolismo funciona a su manera y cada persona tiene circunstancias personales. Mi experiencia ha sido que a lo largo de un año he conseguido subir diez kilos de músculo. Así que sí, estoy contento, pero la báscula no me ha paralizado ninguna semana. Porque en cuanto pasa algo, ya te preguntas: ¿qué he hecho mal? ¿He entrenado poco? ¿He comido mucho? Me peso una vez al mes y punto. Al fin y al cabo, no soy un culturista profesional ni tengo tiempo para entrenar dos horas diarias. Tengo trabajo, amigos, familia y compromisos, como todos. Esta forma de entenderlo es para personas normales que queremos estar sanos sin volvernos locos.
No busco el cuerpo perfecto para el verano, sino encontrar un estilo de vida que pueda mantener durante años. Integrar esos entrenos del Apple Watch sin obsesionarme por subir o bajar de peso. Me centro en las pequeñas victorias. En subir repeticiones, en caminar más y más rápido. ¿Mi objetivo cada día? Mirar mi Apple Watch y decirme: "Ayer hice 10, hoy puedo hacer 12" o "La semana pasada caminé 5 km, esta intentaré 6". Y, al final del mes o del año, la báscula tendrá su veredicto y seguro que es mucho más de lo que esperabas en un inicio.
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