Disney y media Hollywood se adaptan como pueden a las exigencias de China. ¿En qué afecta esto a sus películas?

Publicado el 26/06/2025 por Diario Tecnología
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Disney y media Hollywood se adaptan como pueden a las exigencias de China. ¿En qué afecta esto a sus películas?

Un dato loco: desde hace más de diez años, quizás dos décadas, las grandes películas de Hollywood en concreto y en Estados Unidos se producen para dos tipos de audiencia muy definidas: el público de 16 años y China. No es una opinión personal, que conste, ya que actores y productores llevan muchísimo tiempo hablando de este panorama. Lo cual no quita que de vez en cuando, una película gamberra y para "más 18" arrase, como Deadpool y Lobezno. Sin embargo, esto es una excepción. ¿Entonces, por qué se hacen las cosas así?

Ni tú, ni yo y mucho menos Ryan Reynolds necesitamos largas explicaciones sobre qué tipo de contenidos y elementos no pueden mostrarse en un filme para evitar la delicada categoría de "para adultos". Y lo mismo se aplica a los videojuegos. Independientemente de tratarse de ficción, hay elementos explícitos (y tipificados) en los que se recomienda como mínimo la supervisión de un mayor de edad. La otra parte, sin embargo, es incluso más delicada: adaptarse al mercado chino. De hecho, el matiz es importante  ya que no me estoy refiriendo ni a su audiencia, ni tampoco a sus gustos. Vayamos por partes.

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Por qué hay que elegir entre gustarle al gobierno de China y defender una película de Martin Scorsese

El país de la Gran Muralla es tan extremadamente lucrativo como hermético de cara al extranjero. Es más, en el terreno de los videojuegos la propia Microsoft, Sony o Nintendo no pueden entrar directamente en China, sino recurrir a empresas chinas que se dedican de manera específica a acomodar el contenido de los juegos.

Con las películas la cosa es más delicada: hay un límite de películas producidas desde fuera que pueden estrenarse, y para poder optar a ser una de ellas hay que pasar por montones de filtros. Sobra decir que Disney (que abarca sus proyectos, más los de Pixar, Fox, Star Wars o Marvel, entre otros muchos) tiene un interés descomunal en hacerse con la mayor cuota posible de estas.

Por eso, y por extensión la recaudación que hay en juego, cada vez es más frecuente que haya referencias a la cultura China o asiática y, en el proceso, se incluyan estrellas que resulten conocidas para la audiencia. De hecho, y sin ir más lejos, el tema del Tíbet y el Dalai Dama es tan extremadamente delicado que Michael Eisner, el entonces CEO de Disney, tuvo que decir que películas como Kundun de Martin Scorsese fueron un estúpido error y, además, aliviarse en público que nadie las viera. Ni lo primero ni lo segundo son algo normal.

¿Es mala la película? Básicamente Michael Eisner le estaba pidiendo perdón a China. Y eso, sumado a los agradecimientos especiales a su gobierno en los créditos de Mulan, dividieron opiniones. Pero es que, en el proceso, hay un listado de artistas, incluyendo actores, cuya presencia descarta automáticamente la entrada de una película a los cines de China.

Y eso, quieras que no, nos lleva a la gran cuestión: ¿qué tienen que Disney como gigante cinematográfico y otras grandes casas de Hollywood para acomodar sus películas y lograr que pasen la muralla china?

Cinco estrategias de Hollywood para colarse en los cines de China

Cuando una película de gran presupuesto se produce y se plantea estrenar a China el proceso de adaptación a su gobierno nace desde la escritura de guión, pero también hay toda una infraestructura de estrategias creativas, de márketing y hasta política detrás. De partida, ya te adelanto que toda película que simplemente cuestione la autoridad del gobierno o las tradiciones está automáticamente fuera de los planes. Pero a veces también se tiene en cuenta el público y lo que les puede interesar ver.

Si hay que hacer cambios en el contenido, se hacen

Miss Marvel

Si echaste de menos algún personaje en los remakes con actores reales de Disney a veces tiene que ver con la visión creativa de sus productores, pero de vez en cuando  se modifican escenas, protagonistas, secundarios o tramas enteras para alinearse con las sensibilidades culturales y políticas de China.

El mejor ejemplo de esto es la desaparición del dragón Mushu en la referida versión en acción real de Mulan, pero también cualquier referencia directa a temas que se mostraron en la película animada original y hoy son considerados delicados por las autoridades chinas.

Los castings y la localización suman puntos extra

Tenemos grandes superestrellas orientales en Hollywood desde hace más de medio siglo. El cine de Bruce Lee o Jackie Chan es considerado de culto. Sin embargo, no es casualidad que cada vez haya más actores populares en China, directores de ascendencia asiática y, ya puestos, los escenarios tengan un toque oriental: esto se hace para atraer al público chino.

La propia Mulan, la protagonista del remake con actores reales, es Liu Yifei,quien es una actriz muy conocida en el país. O el caso de los actores muy específicos como Donnie Yen y Jiang Wen en Rogue One: una historia de Star Wars, la cual funcionó muy bien en China. Y ojo, que esto va en las dos direcciones: la oscarizada directora Chloé Zhao (la cual precisamente es nacida en Pekín) no pudo estrenar The Eternals de Marvel en China.

Y pese a que muchas de las localizaciones y eventos de Shang Chi transcurren en lugares que solo existen en los mundos de Marvel, se tiende a buscar la oportunidad de ambientar partes de la historia en escenarios reconocibles.

La colaboración con autoridades chinas es la llave que abre la Gran Muralla

She Hulk

Lo comenté al principio y esto es trascendental: Disney y la mayoría de grandes estudios de Hollywood buscan a toda costa la aprobación previa del gobierno chino para estrenar sus películas. Incluso antes de estrenarla. Para lograrlo toca ceñirse a las regulaciones locales, evitar temas políticos sensibles o directamente mostrar a China de forma positiva.

Esto no solo va con películas como Star Wars, Marvel o la saga Alien de Fox, sino que se aplica incluso a las de corte familiar. Recientemente, películas como Lilo & Stitch (la versión en acción real) y Elio de Pixar obtuvieron luz verde para su estreno en cines chinos. Aunque, como veremos, es bastante común que en el proceso haya que hacer cambios.

No solo hay que ganarse al gobierno, y ahí entra el marketing adaptado

Las campañas publicitarias de las películas se diseñan con vista al estreno doméstico (Estados Unidos) e internacional, pero incluso en esas también se crea un despliegue específicamente diseñado para el público chino, lo cual incluye trailers muy específicos y editados, eventos promocionales un poco diferentes a los que vemos en otros lados del mundo y hasta carteles en los que personajes muy específicos son retocados.

Star Wars Poster China Encuentra la diferencia
  • ¿A qué nos referimos? En el caso de Star Wars un ejemplo muy referido es cómo el personaje de Finn ha sido drásticamente reducido de los pósters oficiales.
Black panther Encuentra las similitudes
  • E incluso en las promociones de la película de Black Panther vemos como a los protagonistas les añaden sus máscaras de superhéroes frente a las versiones del resto de países.

A esto hay que añadir un tercer eje: un product placement adaptado, como marcas de leche o compañías de transporte en películas como Transformers o la secuela de Independence Day. Siendo este último caso algo que da que pensar.

China tiene "Ediciones exclusivas" de las grandes películas de Hollywood

Pese a que en los últimos años grandes estudios como Disney -entre otros- han apostado muy fuerte por la Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) en la gran mayoría o la totalidad de sus sagas, lo cierto es que estas iniciativas chocan frontalmente con muchos de los valores de China o sus tradiciones. ¿La solución? Se puede expresar de muchos modos, pero a efectos prácticos se podría decir que se producen "ediciones exclusivas" para la audiencia china. O, al menos, para poder estrenarse en sus cines.

¿A qué me refiero? Lo cierto es que depende del caso. Desde añadir escenas a directamente eliminar secuencias o diálogos que no tengan un impacto negativo en las expectativas del público local o desafíen las exigencias regulatorias de China. Es más, desde marzo de 2018, el Comité Central del Partido Comunista Chino decidió que su departamento de publicidad centralizaría la gestión cinematográfica.

Y pese a que los casos de Disney son los más sonados en este aspecto, toca recordar que Animales fantásticos: los secretos de Dumbledore, de Warner, no dudó en eliminar -por ejemplo- seis segundos de metraje de un diálogo con una confesión amorosa entre Albus Dumbledore y Gellert Grindelwald. Hay ejemplos mucho, mucho menos sutiles, que conste.

¿Entonces, por qué se hacen las cosas así?

Turning red

Vaya por delante que, con todo lo anterior, hay una diferencia entre aquello que señalo como "ediciones exclusivas" para China con las versiones localizadas, como la lista del Capitán América adaptada a cada país o que en la versión japonesa de Del revés (Inside Out) se cambiase el brócoli que no le gusta a la protagonista por otro alimento porque en el país del sol naciente sí les gusta.

¿Merece la pena estrenar en China pasando por todos estos aros? Con 1,411 miles de millones de habitantes que, además de comprar la entrada, luego compran las figuras de acción, las réplicas coleccionables o la mochila para el colegio, la conclusión es que hay demasiado en juego. Más todavía cuando hay un gran parque de Disney en Shanghái. Pero es que, incluso en esas, país así puede aupar drásticamente la recaudación de las mayores y más costosas películas de la historia, e incluso darle la vuelta e incluso los fracasos de Hollywood.

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