Como una Karcher, pero a lo soviético: Rusia tiene un camión con un turborreactor de un caza para limpiar sus tanques

Publicado el 14/07/2025 por Diario Tecnología
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Como una Karcher, pero a lo soviético: Rusia tiene un camión con un turborreactor de un caza para limpiar sus tanques

La Unión Soviética es terreno fértil para las distopías de ciencia ficción. Tanto la arquitectura comunista que abrazó el brutalismo como sus armas siguen llamando la atención. La Guerra Fría fue una época en la que la URSS se caracterizó por desarrollar armamento revolucionario y por crear enormes vehículos como el Ekranoplan (que China quiere rescatar) o el transporte de cohetes. Y lo que podían aprovechar, lo aprovechaban. El mejor ejemplo fue un monstruoso camión al que pegaron un turborreactor de un caza y que destinaron a la guerra química.

¿Lo mejor? Ahora Rusia lo usa para lavar sus tanques y barcos.

Reciclando. Cazas de combate llamativos hay a montones, pero uno que llama poderosamente la atención es el MiG-17. El motivo es que parece que le falta el morro, lo que otorga una presencia muy curiosa al caza. Otro de sus aspectos diferenciadores fue el turbojet Kilmov VK-1, un derivado del motor británico Rolls-Royce Nene que permitió al MiG-17 alcanzar velocidades Mach 1.

Realizó su primer vuelo en enero de 1950, pero para la década de los 60, el desarrollo soviético había avanzado con el MiG-19 y el mítico MiG-21. Estos nuevos cazas no montaban el turbojet VK-1, que se utilizó exclusivamente en los MiG-15, MiG-17 y en el bombardero Il-28, lo que dejó a los soviéticos con un montón de motores para el desguace. “Aquí no se tira nada”, debieron pensar, y se las idearon para crear algo bastante loco.

TMS 65U
TMS 65U

TMS-65U. Aunque las armas químicas modernas empezaron a usarse en grandes cantidades durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, en la Guerra Fría vivieron una terrorífica expansión. Al igual que se desarrollaban estas armas, se investigaban contramedidas para descontaminar. Y ahí es cuando a los ingenieros soviéticos se les encendió la bombilla.

Tomaron un Ural 375 6x6, un enorme camión militar con seis ruedas que puede circular por cualquier terreno y que cuenta con una gran resistencia y capacidad de carga, y le montaron un depósito de 900 litros en la trasera, así como una torreta en la que incrustaron uno de los turborreactores VK-1. Las fotos del resultado son de ciencia ficción y podrían haber salido del videojuego ‘Red Alert’ perfectamente. ¿Su nombre? TMS-65U.

TMS 65U Es decir: mira el tamaño de esa cosa

Descontaminante. Y la idea no estaba nada mal. El motor a reacción puede generar un buen chorro tanto de calor como de aire, pero al modificarse para que expulse líquido vaporizado, se consigue una potentísima ráfaga de gas a una gran temperatura. Y su funcionamiento era simple: el turbojet genera esa ráfaga de aire caliente y una boquilla lanza ese fluido descontaminante. La descomunal potencia del motor pulveriza ese líquido y la torreta permite que el operario apunte directamente donde quiera.

En el contexto de la Guerra Fría, tenía todo el sentido para descontaminar otros vehículos como tanques, transportes, aviones o barcos, ya que el alcance de la torreta es considerable, pero lo curioso es que se sigue usando en la actualidad.

TurboKarcher. Ese chorro a presión de aire caliente y agente descontaminante es una mezcla genial porque desintoxica a la vez que descontamina (gracias al calor) los agentes químicos y biológicos que puedan estar adheridos a la superficie de los vehículos, siendo una forma más rápida y eficaz que las labores de fregado manual para este tipo de tareas. Es como una Karcher, pero vitaminada, que también se puede usar para descontaminar zonas.

El problema es que consume muchísimo combustible y, si no se apunta con cuidado, se pueden dispersar contaminantes químicos vaporizados en la zona. En este vídeo se puede ver funcionando:

Turbomultiusos. Ahora bien, sería un desperdicio usar un turborreactor sólo para limpiar y, como ya hemos dicho, de la era soviética se aprovecha mucho (aunque la guerra de Ucrania se esté llevando por delante ese arsenal heredado). Y el TMS-65U sirve para mucho más que para descontaminar vehículos. Un ejemplo es su función en el campo de batalla desplegando densas cortinas de humo para permitir mover unidades aliadas sin que el enemigo pueda verlas.

TMS 65U Aquí está desplegando una cortina de humo

Larga vida al VK-1. Y al margen de los usos del TMS-65U, lo que es digno de mención es la larguísima vida que los turbojets VK-1 están teniendo. Por ejemplo, se utilizan para limpiar escombros en la pista de portaaviones como el Kuznetsov, como si fuera una enorme sopladora, pero también para limpiar la nieve que afecta al despegue de aviones comerciales. Y, bueno, por reaprovechar los turbojets... también podemos mencionar el tren que iba a 250 km/h en los 70 gracias a ellos.

Es evidente que es exageradísimo montar un turborreactor en un camión para que sea una sopladora gigante, pero también está claro que, aunque esta creación tenga 60 años a sus espaldas (más los más de 80 que tiene el propio motor en el que se basa), si algo funciona, no lo toques.

Imágenes | Vitaly V. Kuzmin, Mil.ru

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