En un universo paralelo, este motor V10 desarrollado por Cosworth habría cambiado a Volvo para siempre
Publicado el 07/09/2025 por Diario Tecnología Artículo original
La Volvo de finales de los años noventa nada tenía que ver con la del inicio de la década. Incluso antes de su adquisición por parte de Ford en 1999 ya estaba pensando en grande, desarrollando motores innovadores y pensando en expandir su gama de productos. La renovación de su buque insignia, que pasó a ser el S80, llegó en 1998. Su motor más potente llegó a ser un T6 de 3,0 litros, doble turbo y 272 CV de potencia, pero Volvo quería aun más "aura", y llegó a coquetear con un V10 experimental... diseñado por nada menos que Cosworth.
Volvo necesitaba más potencia
Esta es una dosis de "petrolheadismo oscuro", así que quédate con nosotros si te gustan esas parafilias. El Volvo S80 estaba concebido para montar bajo su capó motores en línea de cinco y seis cilindros. La plataforma P2 había sido expresamente desarrollada por Volvo para el S80, además de para los nuevos S60, los XC70 y los XC90 de primera generación. Como sabéis, los XC90, al igual que los S80 de segunda generación, llegaron a montar un motor V8 de 4,4 litros desarrollado por Yamaha. Volvo necesitaba motores potentes. Imaginad el sonido de este V10, reminiscente al de un superdeportivo
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Gracias a Owen Ready, podemos incluso ver imágenes de este propulsor, que parece sacado de un vehículo de producción en serie. El motor se asociaba a un sistema de tracción total - no está confirmado, pero lo afirmo con toda seguridad - y a una caja de cambios Hydra-Matic 4T65-E desarrollada por General Motors, con cuatro velocidades. En última instancia, el proyecto nunca salió adelante, y nunca sabremos lo cerca - o lo lejos - que estuvo de hacerlo. Pero resulta incluso reconfortante saber que en un universo alternativo, existió un anónimo y discreto Volvo S80 equipado con un motor V10. En nuestro universo, Volvo nunca lanzó un V10, pero sí un V8 de 4,4 litros y 315 CV desarrollado por Yamaha. Ese exótico motor, montado en los Volvo XC90 y Volvo S80, es uno de los "santos griales" de la primera década del siglo XXI, quizá una de las más grandes e irrepetibles en cuanto a logros mecánicos y sobre-ingeniería.