Ya sabemos quién se va a beber todo el café que Brasil no va a exportar a EEUU por los aranceles: China
Publicado el 09/08/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Si no contamos el agua, el café sería la bebida más consumida en el mundo. Lo es por sus beneficios en el organismo, por el aporte de cafeína y hasta por los efectos psicológicos. Y un país que ha “descubierto” el café recientemente es China. De hecho, el consumo se ha disparado de tal manera que, en la vorágine arancelaria de Estados Unidos, se ha convertido en el salvavidas para el principal productor de café a nivel mundial.
Brasil.
En corto. Estos últimos meses, el segmento del café ha vivido una ‘tormenta perfecta’ que ha elevado significativamente el precio de las variedades arábica y robusta. ¿Motivos? Varios: tormentas y sequías que han afectado a la cosecha, dificultades en el transporte y una demanda que no podía satisfacerse con holgura. El último factor en sumarse ha sido Donald Trump con sus aranceles.
La amenaza de unos aranceles a los principales productores de café lleva tiempo sobrevolando la mesa, pero, como apunta Reuters, finalmente el pasado 6 de agosto entró en vigor un arancel del 50% a algunos productos brasileños. Actualmente, Brasil vende unos ocho millones de sacos anualmente a EEUU, suponiendo un tercio de la demanda mundial del país norteamericano cada año en un comercio valorado en 4.400 millones de dólares. Y habrá que ver qué ocurre ahora que será más caro comprar ese café.
Acercándose más a China. Brasil no sólo vende -mucho- café a Estados Unidos: también exporta zumo de naranja y una gran cantidad de carne vacuna, entre otros productos, pero China realmente no está tan lejos del país sudamericano en términos comerciales. De hecho, en general, es su principal socio comercial. Les compran Soja (el 70% de la soja que exporta Brasil va a China), minerales de hierro vitales para la enorme industria siderúrgica y de construcción del ‘Gigante Asiático’, petróleo, carne, celulosa y otros productos como azúcar, madera o algodón.
En junio de este año, Brasil exportó 440.034 sacos de café a EEUU por los 56.000 sacos exportados a China, pero la cifra cambiará a partir de ahora porque, como confirma Reuters, China ha aprobado a 183 nuevas empresas brasileñas de café para que exporten su producto al mercado chino.
Sed de café. Es algo que vendrá bien a Brasil, pero que también debería influir en el precio de la taza en una China donde el consumo de café se ha disparado esta última década. Se estima que su consumo ha crecido a tasas de doble dígito desde 2010, con un crecimiento medio anual de más del 20% que está muy por encima de un promedio mundial que apenas llega al 2%.
En 2023, se consumieron unos 5,8 millones de sacos y se estima que este 2025 la cifra subirá hasta los 6,3 millones, una cifra que duplica el consumo de 2019 y, aunque el consumo por persona es menor que en otros países, el cálculo es que hay unos 400 millones de personas que beben café con asiduidad. Y creciendo.
Cafeterías como setas. La mayoría de esos nuevos consumidores son jóvenes adultos entre 25 y 44 años que cumplen una serie de características comunes. Son habitantes de grandes ciudades con altos niveles tanto de educación como de ingresos. Y esa popularidad que está ganando el café se debe, en buena parte, a la apertura de miles de nuevas cafeterías y tiendas de café.
Se estima que, ese auge de cafeterías en China fue de más de un 50% estos últimos dos años, siendo Shanghái la capital mundial de las cafeterías con unos 9.500 comercios. Y todo esto se traduce en un mercado cuyo valor sigue creciendo, pasando de los 38.000 millones de dólares en 2023 a los 43.000 millones en 2024.

Gustos cambiantes. Hay otros factores que influyen en ese crecimiento de la industria, como la urbanización, el aumento de la clase media y la influencia occidental, con marcas como Starbucks y competencia nacional como Luckin Coffee convirtiendo la bebida en una especie de “tendencia” entre las nuevas generaciones.
Y la propia “cultura del café” también está plantando su semilla. Se estima que aún predomina el café instantáneo y la bebida consumida junto a otras, como si fuera un combinado, pero el café de especialidad y el consumo de bebidas con grano recién molido también se está abriendo paso a codazos, haciéndose con más del 40% del mercado cafetero chino en 2023.
En definitiva, la ‘sed de café’ en China no solo redefine hábitos de consumo, sino que también puede ser el salvavidas económico para productores brasileños ante un incierto escenario internacional. También habrá que ver si los consumidores estadounidenses estarán dispuestos a pagar más por el café o si, como apuntan personalidades de la industria como los mandamases del grupo Lavazza, ese consumidor ya está ahogado por el precio de la taza.
Imágenes | Shwangtianyuan, Takeaway, Poon SHUISHOU Simmonz
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