Todas las películas y series de Netflix se ven igual, y lo saben. Por eso se han puesto en marcha para intentar remediarlo
Publicado el 12/05/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Es un runrún en la industria del audiovisual desde hace años: todas las producciones de Netflix tienen el mismo acabado. Tratándose de la factoría de ficción más todopoderosa del momento, se trata de un problema, y le ha ganado abundantes críticas. La propia Netflix lo sabe y se ha puesto manos a la obra para solucionarlo: una serie de novedades técnicas que quieren acabar con lo que se ha venido conociendo desde hace años como "la estética Netflix".
¿Qué es la estética Netflix? Se trata del acabado visual propio de las series y películas de la plataforma, que llama la atención por generar rasgos en común en productos que, sobre el papel, no tendrían por qué tenerlos: series románticas, películas de terror y hasta realities y documentales acaban recibiendo un baño visual distintivo muy común y con unas características muy reconocibles:
- Exceso de brillo y color; o, por el contrario, zonas del plano muy oscuras o innecesariamente en penumbra.
- Iluminación saturada, especialmente en imágenes nocturnas. Devoción por los neones, en una especie de estética heredada de los ochenta (de lo que creemos que fueron los ochenta, al menos) y que se percibe en series como 'Stranger Things'.
- En términos de edición y montaje, decisiones poco innovadoras y recursos manidos, incluso a veces sobreexpresivos.
- La iluminación resalta detalles del maquillaje y el vestuario, lo que subraya hasta qué punto a menudo las producciones Netflix tienen un diseño de producción poco original o innecesariamente "estudiado".
En términos generales, todas estas decisiones llevan a que una producción Netflix sea reconocible a distancia, incluso en series y películas con grandes valores de producción ('Alerta roja') o que deberían caracterizarse, precisamente, por su toque distintivo ('Sandman').
Pero... ¿por qué? Esta normalización visual es completamente buscada, y hay varias razones para ello. Una es la estandarización de la imagen debido a las especificaciones técnicas que busca Netflix. Entre otras cosas, hace un par de años estaba la obligatoriedad de usar determinadas cámaras, los requerimientos mínimos de resolución y qué porcentaje de cada producción podía usar una cámara no autorizada. Estas cámaras aprobadas comenzaron siendo solo un par, pero la lista ha crecido mucho desde entonces.
Tal y como afirman algunos observadores, esa lista es actualmente tan larga como podría serlo en una producción independiente rodada en digital. Es decir, ya no se puede achacar todo a las limitaciones que ponía Netflix hace unos años, porque esa lista de material recomendado para rodar ha crecido muchísimo.
A lo que importa. La teórica Haley Nahman aportaba un posible motivo para esta estandarización visual de Netflix, cuando empezó a detectarla en producciones fuera de la plataforma, como la película de terror 'M3GAN', y que básicamente se puede reducir a una búsqueda de "menos conflicto". Es decir, escenarios con menos elementos, o menos elementos iluminados (personajes más escasos, decoración más sobria, más zonas en penumbra...). Así se abaratan costes no solo porque hay que cuidar menos aspectos problemáticos de un plano, sino porque genera un "libro de instrucciones" que aplicar en toda situación.
La cultura del algoritmo. Por supuesto, la fe ciega de Netflix en los designios del algoritmo también tiene mucho que ver con esta réplica de constantes: si algo funciona, se intenta repetir, y eso no solo aplica a las temáticas y géneros, que hemos visto con la aparición de clones de 'El juego del calamar' o 'Los Bridgerton'. También afecta a la estética, y en ese sentido, fabricar rodillos visuales que coinciden con los más populares es algo más que una cuestión técnica. Hasta los acabados más llamativos, como los de 'Stranger Things', encuentran su réplica inmediata (en 'Fear Street', por ejemplo).
Abajo el riesgo. No hace falta incidir demasiado en ello, pero si Netflix se ha convertido en la plataforma más popular y seguida es por pulir todo tipo de estridencias o estéticas que se salgan de la norma, con el fin de apelar a la mayor cantidad de público posible. De nuevo 'Alerta roja' es el mejor ejemplo: un reparto (The Rock, Ryan Reynolds, Gal Gadot) que parece elaborado por una IA, una estética que es el término medio común de todas las películas de espías, un argumento que se ha elaborado con una hoja de Excel de lugares comunes... Más allá de la calidad final, lo que importa es apelar a cuantos más, mejor.
Una mejora. Conscientes de que esta estética puede tener su lado positivo en términos de efectividad, pero no tanto si se difunde la creencia de que todo lo que sale de la factoría Netfllix es idéntico (y por tanto, no vale la pena acercarse a nuevas propuestas), la plataforma hja anunciado recientemente soporte para HDR10+ y Dolby Vision. Son formatos que permiten un rango dinámico y de color mucho más amplio, y preservan mejor la intención creativa y ofreciendo imágenes más ricas y detalladas.
Concretamente, la plataforma promete con esta mejora colores más precisos y mayor detalle en cada fotograma, lo que ayudará a mitigar una de las eternas quejas de los especytadores: las escenas más oscuras de películas y series apenas tienen detalles. Se trata de un movimiento clave para un futuro en el que las plataformas están obligadas a destacar frente a la competencia. O al menos, que parezca que cada una de sus propuestas tiene un estilo distintivo y único.
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