Se buscan 200.000 barriles radiactivos abandonados frente a la costa de Galicia: solo hemos encontrado 1.000
Publicado el 26/06/2025 por Diario Tecnología Artículo original
El océano Atlántico es uno de los mayores cementerios nucleares del mundo. Se estima que en él reposan más de 200.000 barriles con residuos nucleares enviados al lecho marino entre los años 1946 y 1990. La misión para recuperarlos, ya está en marcha.
Primeros días de trabajo. El buque oceanográfico francés L’Atalante ha comenzado a trabajar en la búsqueda de los bidones abandonados en aguas del Atlántico. Llega con la labor de localizar algunos de estos barrilas y de evaluar si estos han causado algún tipo de impacto en los ecosistemas marinos de la zona.
El equipo ha hecho valer su trabajo desde la primera jornada. Según informa la prensa local, los investigadores lograron identificar los primeros 1.000 bidones y cartografiar su ubicación. Aún no han trascendido las primeras imágenes de estos barriles. La misión, denominada NODSSUM-I, tiene una duración esperada de un mes.
El buque llegó hace una semana a la zona en la que desempeñará su trabajo, situada en aguas internacionales a unos 650 kilómetros al noroeste de la costa de Galicia. Se estima que los más de 200.000 barriles repartidos por el área de exploración se encuentran a produndidades de entre 3.000 y 5.000 metros.
200.000 bidones. Según explica el equipo responsable del proyecto, los barriles contienen residuos nucleares de radioactividad baja o media. Estos incluyen lodos, partes metálicas contaminadas, resinas de intercambio catiónico e incluso equipamiento de oficina. Con el fin de resistir las altas presiones del fondo del océano, estos materiales habrían sido encapsulados en bitumen o cemento, añade la American Nuclear Society.
A lo largo de los años que estos residuos han pasado bajo el agua, su radioactividad habría caído de forma significativa, se añade desde el proyecto. Sin embargo, algunos elementos de larga duración aún podrían mantener buena parte de este radioactividad.
Además de identificar y ubicar estos barriles, la misión tomará fotografías de estos con el fin de evaluar su estado e integridad. Por ahora los planes no incluyen la posibilidad de recuperar estos barriles.
Evaluando el impacto. Localizar y estudiar los bidones es solo uno de los objetivos de la misión. El equipo recogerá muestras de agua, sedimentos e incluso de vida marina par estudiar la presencia de isótopos radioactivos o radiosiótopos en estos.
Así pretenden estudiar también las interacciones entre los ecosistemas marinos y estos radioisótipos; también comprender el transporte de estos átomos en el fondo marino a través de procesos como la erosión y la sedimentación, y también a través de las corrientes marinas.
Uly X. Para este trabajo el equipo contará con los instrumentos a bordo de L’Atalante, incluyendo un submarino autónomo de 4,5 metros denominado Uly X. Este vehículo permitirá a los investigadores fotografiar y estudiar de cerca los bidones perdidos en aguas del Atlántico.
NODSSUM-I y NODSSUM-II. La misión de un mes de L’Atalante será solo la primera parte en un proyecto que englobará dos viajes a la zona de búsqueda, NODSSUM-I y NODSSUM-II. Por ahora NODSSUM-II está en fase de planificacion, pero sabemos de ella que será una misión de seguimiento que tomará muestras detallasdas gracias a un submarino operado remotamente como el ROV Victor, o bien un minisubmarino como el Nautile.
Imagen | Flota oceanográfica francesa / Navire Océanographique L'Atalante
utm_campaign=26_Jun_2025"> Pablo Martínez-Juarez .