Nothing es la marca de teléfonos móviles más fascinante en años por un motivo muy sencillo: no vende teléfonos móviles

Publicado el 17/09/2025 por Diario Tecnología
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Nothing es la marca de teléfonos móviles más fascinante en años por un motivo muy sencillo: no vende teléfonos móviles

El capital riesgo siempre tiene algo perverso en su aritmética. Nothing ha cerrado una ronda de 200 millones de dólares que dispara su valoración hasta los 1.300 millones.

Sus ventas totales desde 2020 apenas son de 1.000 millones, así que Tiger Global, quien lidera la ronda, está pagando por el mañana lo que la empresa aún no ha facturado en toda su historia. Más que inversión parece teología.

Porque Carl Pei no vende teléfonos sino la promesa de ser el anti-establishment. Ese diseño transparente, con las tripas LED parpadeando como un corazón mecánico, es marketing que se disfraza de mensaje y de causa.

Cada Nothing vendido es alguien diciendo "no soy como tú, usuario de iPhone", "no soy como tú, que llevas un Android sin personalidad".

Es una rebelión contra el conformismo tecnológico, pese a que el móvil sale de las mismas fábricas chinas financiado con el mismo capital riesgo. Pero funciona porque los inversores no compran cuota de mercado (la de Nothing no llega al 1% mundial), sino narrativa. Mismo motivo por el que una Telefónica más saneada que nunca vale la mitad que antes: el storytelling obra milagros. Y el de Nothing es que quizás el David tecnológico pueda, algún día, hacer tambalear a Goliat.

El genio de Carl Pei está, más que en su narrativa, en su timing narrativo:

  1. Lanza la empresa justo cuando OnePlus, su creación anterior, se estaba volviendo predecible y una más.
  2. Promete ser AI first cuando el resto prometen lo mismo.
  3. Habla de gafas inteligentes, robots humanoides y coches eléctricos antes de demostrar poder hacer un reloj inteligente rentable.

Es el emprendedor perfecto para la era del FOMO empresarial: lo bastante creíble para no parecer un charlatán, lo bastante ambiguo para que cada inversor proyecte sus propias fantasías "x100".

Además, el elenco de inversores lo dice todo. Tiger Global lidera, pero están todos los sospechosos habituales:

Es capital paciente disfrazado de capital inteligente. Saben que Nothing probablemente nunca justifique esa valoración con un balance en la mano, pero en el casino del venture capital solo necesitas que una ficha caiga en el número correcto.

Lo interesante es que Pei sí ha construido algo real. Sus productos son, como mínimo, competentes. Algunos incluso buenos. No todo el mundo puede decir lo mismo. Ha creado una marca que ha encajado de maravilla en ese grupo hastiado del duopolio Apple-Samsung, a quienes el Pixel les deja fríos y que sintió como una puñalada la subida de precios de Xiaomi. Cuidado, la historia se repite.

Pei ha demostrado que se puede construir una empresa de hardware desde Londres: hay vida más allá de Silicon Valley, Suwon y Shenzen. El problema no es Nothing, es un sistema en el que la historia que cuentas sobre tu empresa vale más que la empresa. Donde "potencial disruptivo" es un cheque en blanco y donde los números solo son para los contables.

La lección aquí es entender que en la economía de la atención, el diseño memorable y la narrativa coherente valen más que la cuota de mercado. Nothing ha convertido la intrascendencia estadística en relevancia cultural. Y eso, en 2025, cotiza a 1.300 kilos.

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