No le tengo miedo a nada en Helldivers 2, pero esas nuevas cosas... Parecen sacadas del pozo más profundo de Dead Space
Publicado el 14/05/2025 por Diario Tecnología Artículo original
He visto de todo en Helldivers 2, desde convoyes AT-ATs autómatas con escolta hasta hordas de cientos de termínidos acompañados de tres o cuatro Titanes de Bilis y un par de Empaladores para asegurar que no queden ni tus huesos. También he enfrentado a los sinvoto de los Iluminados y a la versión de sus Titanes con escudito de energía, como si eso les fuese a salvar de parar con el pecho una de mis bombas de 500 KG.
Pero todo ha cambiado. He visto cosas... Cosas que no vi en Helldivers de 2015. Esperaba que las nuevas unidades tecnológicas de los Iluminados, cosas más clásicas. Y lo son, pero no todas. Una de ellas me ha impresionado mucho y la otra me tiene tan horrorizado que me ha recordado a mi paso por la USG Ishimura de Dead Space.
Los Iluminados se han pasado a las bioarmas
He jugado unas cuantas partidas contra los Iluminados, que son oficialmente una facción asentada en la galaxia de Helldivers 2. Han traído su flota madre y tres nuevas tropas... así que resulta que el grupo que casi nos cuela la singularidad de Meridia en SuperTierra solo era una pequeña avanzadilla. ¿No sientes repentinamente la necesidad de que necesitamos más armas y bombas?
La llamada de SuperTierra me ha llevado hasta Puerto de la Viuda, un planeta bajo nuestro control que ha sido seleccionado como el primer objetivo de la flota Iluminada. Es poco más que un planeta rocoso, similar a la Luna.
Llego un par de minutos tarde. Mis compañeros ya están metidos en faena con los asquerosos xenos, así que solicito rápidamente mi Rover "Pero Guardián" y corro hacia un puesto de artillería para introducir rápidamente los proyectiles y prepararla para cuando sea necesaria. ¿Conoces la expresión meme de "¡Boom! Ya está aquí la guerra!"? Pues es exactamente lo que ocurre cuando mis compañeros se acercan a echarme una mano.
Traen a los Iluminados tras ellos y veo a las tres nuevas unidades enemigas casi al mismo tiempo. Siembran un caos monumental alrededor del cañón de artillería mientras introducimos los proyectiles a toda prisa. Veo un bombardeo de águila de proyectiles son azules, así que miro al cielo para descubrir la primera nueva unidad: el Stingray o Mantarraya, un caza que sobrevuela el campo de batalla haciendo barridos con sus ametralladoras de energía. Son el equivalente a las naves patrulla de los Autómatas, aunque estas funcionan como helicópteros.
Segundos después me topo con la segunda unidad nueva: Fleshmob. Te prometo que voy a tener pesadillas con este bicho. Parece sacado de los pozos más profundos de Dead Space. Son un experimento fallido, una mole dantesca en cuyo cuerpo todavía puedes ver que sobresalen las caras y extremidades de los desgraciados que los componen y que se comporta de forma similar al Arrollador termínido. Corren hacia ti en línea recta y sin importar cuanto les dispares hasta que los matas. Y están por todas partes en Dificultad 7.
La tercera y última unidad nueva se presenta ante mí desde la distancia. Más bien veo los efectos de su arma: una especie de mortero que dispara varias ráfagas de proyectiles. Este no es un problema, basta con no quedarte quiero. Caen muy rápido, tanto que no suponen un problema mientras elimino el monolito iluminado que confunde a los humanos.
Llegamos a la ciudad del mapa, donde se concentran casi todas las unidades enemigas y libramos el combate más intenso de la partida. La batalla se vuelve insostenible cerca del final hasta el punto de que el rendimiento del juego se resiente: tropas por todas partes en tierra, varios Stingray sobrevolando la zona, una lluvia de meteoritos (evento ambiental), nuestras estratagemas y nosotros luchando por sobrevivir con uñas y dientes.
Y los malditos Fleshmob no dejan de aparecer cada vez que doblo una esquina. Los acribillo con la ametralladora y arrojo termita para eliminarlos rápidamente, ya que el daño por fuego ha aumentado bastante a nuestro favor. Disparo a las piernas de los sinvoto para que no puedan andar e intento esquivar los proyectiles de las tropas que vuelan. Es un caos, pero logramos mantenerlos a raya mientras esperamos la lanzadera de extracción. Escapamos.
Acumulo 342 enemigos eliminaciones en una de mis primeras partidas, cien más (casi) que cada uno de mis compañeros. Aunque no es nada en comparación con las siguientes batallas, que derribo varios Stingray y cocino a más de una veintena de Fleshmob con el lanzallamas. Te recomiendo el lanzallamas contra esos desgraciados. Cuando tenga pesadillas con ellos, que las voy a tener, al menos mi subconsciente sabrá muy bien qué debe buscar para matarlos.
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