Hemos tardado 60 años en descubrir que un tratamiento clave contra la diabetes no funciona como pensábamos

Publicado el 19/09/2025 por Diario Tecnología
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Hemos tardado 60 años en descubrir que un tratamiento clave contra la diabetes no funciona como pensábamos

Los fármacos bien pueden ser la sustancia que más estudiamos antes de sacar al mercado: ensayos preclínicos y clínicos; experimentos in vitro, en animales y en personas… todo para asegurarnos de que el tratamiento es seguro y funciona. Pero a veces la pregunta es otra: por qué funciona. Porque la respuesta, puede ser tan compleja que tardemos décadas en desentrañarla del todo.

También en el cerebro. Algo así ha ocurrido con la metformina, un compuesto empleado desde hace más de seis décadas en el tratamiento de la diabetes: un nuevo estudio ha hallado que este fármaco actúa en nuestro cerebro y no solo en el hígado como antes creíamos.

El descubrimiento abre la puerta a posibles nuevas vías terapéuticas, más efectivas y precisas, en el tratamiento de la diabetes.

Rap1. El nuevo estudio se desarrolla en torno a la proteína Rap1, una proteína que suele hallarse en la región cerebral conocida como hipotálamo ventromedial (VMH). Según observó el equipo en su análisis, la metformina actúa en esta región “apagan” la función de Rap1.

Ratones modificados. Para comprobarlo, el equipo administró una dieta alta en grasas, con la que emulaban los efectos de la diabetes tipo 2, a unos ratones modificados para que no contaran con la proteína Rap1 en su VMH. Después administraron varios tipos de fármacos contra la diabetes: metformina, insulina y agonistas del GLP-1 (péptido similar al glucagón 1). Al desaparecer esta proteína, la metformina dejaba de ser eficaz a la hora de reducir el azúcar en sangre mientras que los otros tratamientos seguían funcionando.

El equipo realizó otra prueba para demostrar el papel clave del cerebro en el funcionamiento de la metformina. Para ello inyectaron pequeñas cantidades del fármaco diréctamente en los cerebros de ratones con diabetes. Pudieron observar que, al hacerlo sus niveles de azúcar en sangre disminuían, incluso con dosis “miles de veces más pequeñas” de las que suelen administrarse por vía oral.

Acción combinada. El nuevo estudio sugiere que los mecanismos bioquímicos con los que la metformina actúa en nuestro cuerpo son más complejos de lo que creíamos. Hasta ahora sabíamos que el fármaco actuaba sobre el hígado y también contábamos con pruebas de que actúa también los intestinos.

Ahora no solo tenemos también pruebas de que actúa sobre el cerebro, sino que parece que en este contexto responde a dosis más pequeñas de las que se requiere para que actúe en las otras áreas del cuerpo. Los detalles del estudio han sido publicados en un artículo en la revista Science Advances.

Nuevos tratamientos. El equipo responsable guarda la esperanza de que el nuevo descubrimiento contribuyan al desarrollo de nuevos tratamientos contra la diabetes, fármacos que se enfoquen en este “sendero” del cerebro. Los efectos de este fármaco van más allá del control de la diabetes, recuerda el equipo: también se ha vinculado con un envejecimiento cerebral más lento. Eso sí, también puede presentar efectos adversos, aunque infrecuente, uno de los más graves es la acidosis láctica, una enfermedad grave y potencialmente mortal.

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