He probado el aire acondicionado de Xiaomi y el desembarco de su primer gran electrodoméstico no podría haber sido mejor
Publicado el 11/07/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Xiaomi llegó a España hace ocho años y desde entonces ha ampliado su catálogo más allá de móviles y auriculares. Sin embargo, en China tienen multitud de dispositivos que aún no han llegado a nuestro territorio, siendo los electrodomésticos grandes como frigoríficos o lavadoras dos de sus más destacados. La otra joya de la corona es el aire acondicionado. Y dentro de su expansión internacional, Xiaomi ha decidido que sea este dispositivo el primero en aterrizar en España.
Tras más de una semana probando el aire acondicionado de Xiaomi, el Mijia Air Conditioner Pro Eco, vamos con el análisis en el que te cuento mis sensaciones y lo que más nos puede preocupar a todos: el consumo.
Ficha técnica del Xiaomi Mijia Air Conditioner Pro Eco
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Mijia air conditioner pro eco 2,5 kW |
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Dimensiones split |
311 × 840 × 200 mm |
dimensiones compresor |
551 × 860 × 311 mm |
Peso Split |
9,8 kg |
peso compresor |
25,5 kg |
Elementos incluidos |
Unidad interior Unidad exterior Mando a distancia Juego de tornillos y tuercas Manguera de drenaje |
Gas |
R32 |
Capacidad de enfriamiento |
3,5 kW |
potencia de enfriamiento |
875 W |
Capacidad de calentamiento |
3,6 kW |
potencia de calentamiento |
860 W |
Clasificación energética enfriamiento |
A+++ |
Clasificación energética calefacción |
A+++ en climas cálidos A+++ en climas templados |
Ruido interior |
55 dB |
Ruido exterior |
61 dB |
compatibilidad app |
Android e iOS |
Control |
Mando, Xiaomi Home |
Precio |
599 euros el modelo de 2,6 kW 699 euros el modelo de 3,5 kW 300 euros de instalación |
Mijia Air Conditioner Pro Eco 3,5 kW
Unidades e instalación
Hablar del diseño de un aire acondicionado se me antoja complicado. Más allá de los datos técnicos como las medidas y de lo que se puede ver en las fotos, poco hay que se pueda añadir. Lo que me parece más interesante es hablar de los acabados y de cómo se realiza la instalación. Este es un tema importante porque, a no ser que tengas los conocimientos, no es algo que se suela comprar e instalar por uno mismo.

Voy a empezar con esos acabados. La unidad exterior no tiene mucho misterio: logos de la marca y embellecedores para el cable de corriente y el tubo del gas R32. El único elemento que lo diferencia de otros compresores en su rango de precio es una pequeña sonda en la parte trasera. Se trata de un sensor de temperatura externa para que el dispositivo tenga una referencia de esa temperatura exterior cuando opere en modos automáticos.

Sobre el split, es cuestión de gustos, pero me parece bastante estético. En la parte superior, como es habitual en las unidades actuales, tenemos los filtros. Son estándar por normativa, lo que asegura que el mantenimiento será más sencillo. El frontal se puede abrir para acceder a la placa y las conexiones (algo de lo que no deberíamos preocuparnos) y lo que de verdad nos interesa es tanto la pantalla como los elementos dinámicos.

En la pantalla, que rompe la estética blanca más armoniosa y me habría gustado que fuera un panel integrado en el propio plástico, tenemos información sobre la temperatura de la habitación, sobre el modo elegido y sobre la temperatura que hemos marcado. Nada fuera de lo común aquí.

Los elementos dinámicos se componen de una gran pala que se mueve en el eje vertical y una serie de pletinas para el eje horizontal. Cuando está apagado, la pala se queda completamente pegada al cuerpo y, si elegimos un modo de funcionamiento con oscilación, el rango de acción es amplio. Además, y esto lo he medido con las plantas que tengo en diferentes puntos del salón, la potencia del chorro de aire es más que adecuada. En el modo de ventilador se agradece.


Estas pletinas son las que permiten salir el aire de forma directa, pero tiene un modo “suave” que lo que hace es colocarlas de forma paralela al ventilador. ¿La lógica? Gracias a los agujeros de cada una de las pletinas, distribuyen el aire de manera más suave. En mi día a día no lo he usado tanto, pero se me ocurre que es una muy buena solución si colocamos el split en un dormitorio, ya que el aire sale mucho más difuminado.
Instalando el aire acondicionado de Xiaomi
Por lo demás, como decía antes, no mucho que decir en cuanto a diseño porque es algo subjetivo. En mi salón queda genial. Lo que me parece más interesante es el tema de la instalación porque es donde tenía más dudas (la compañía no tiene un servicio técnico como puedan tener otras como Samsung, LG o Mitsubishi, por decir algunas), y lo que han ideado es una cadena de socios.

Antes de la entrega de las unidades, me llamó un instalador independiente de mi ciudad. Acordamos la entrega un día y la instalación en otra fecha. En la página de Xiaomi se indica que, si eres de Madrid, la recepción de los dispositivos y la instalación se realiza el mismo día. Para que te hagas una idea de los tiempos, en mi caso vinieron sobre las 17.00 de la tarde y a las 20.00 se marcharon con el aire puesto.
Fueron tres horas en las que tuvieron que desmontar una unidad previa e instalar la nueva. Tuvieron que volver al día siguiente a rellenar el gas (viene vacío, al menos en mi caso) y fue cuando empezó a funcionar perfectamente. También estuvimos charlando un poco y haciendo pruebas, pero eso: si ya tienes una unidad y lo que quieres es reemplazarla por una nueva, entre dos y tres horas de instalación.
Tema de precios: al margen del precio de split + compresor, la instalación de cualquiera de los modelos cuesta 300 euros y luego hay una serie de cargos adicionales (retirada de la unidad anterior por 79 euros, materiales adicionales o nuevos agujeros) que tienen un precio aparte, también indicado en la web. Y, sobre la garantía, Xiaomi ha fijado un acuerdo con una empresa española que es la que se encarga del soporte durante los tres años siguientes a la instalación.

Experiencia de uso
Hechas las presentaciones, vamos con lo que más interesa: cómo funciona. No hay demasiado misterio aquí y Xiaomi no reinventa la rueda: su aire acondicionado tiene los modos que podemos encontrar en otros aparatos. Esto implica un ‘modo ventilador’, ‘frío’, ‘calor’ y ‘deshumidificador’.

¿Enfría? Sí, algo que se nota tanto en el modo de frío como en el de deshumidificador, y elegir entre uno u otro depende no tanto del consumo, que también entraremos en esto, como de la zona en la que te encuentres y las condiciones de tu casa. La mía, por ejemplo, en el corazón de La Mancha, es bastante húmeda cuando no debería serlo tanto.
Hay demasiados condicionantes a la hora de explicar cómo funciona un dispositivo de este tipo porque los problemas se ven al largo plazo, por lo que voy a detallarte las condiciones de temperatura de este verano en mi zona y cómo estoy utilizando el aire acondicionado de Xiaomi para soportar el verano. Quiero dejar claro que cada uno tenemos unos umbrales de temperatura a los que estamos cómodos y yo estoy bien entre 27 y 28 grados dentro de casa en verano, unos 24 en invierno.

Dentro del modo frío y calor, tenemos la posibilidad de ajustar la velocidad del ventilador manualmente entre el nivel 1 y el nivel 7, pero también podemos dejarlo en automático. Es lo que yo he estado haciendo durante esta semana y en la aplicación podemos ver en todo momento a qué nivel lo está configurando.
En modo deshumidificador, también podemos seleccionar la temperatura (se configura por defecto a 26 grados), pero no nos deja tocar la velocidad del ventilador. Se fija al nivel 2 y no podemos cambiarlo. Y en modo ventilador volvemos a tener los siete niveles de potencia, pero lo que evidentemente no podemos tocar es la temperatura.

En la máquina que tenía antes, ese modo ventilador era algo bastante inútil, pero para no tener el aire frío todo el día conectado y para mover el aire de noche cuando estamos viendo algo en el sofá, el modo ventilador del Xiaomi me parece que funciona muy correctamente. Mueve un buen caudal de aire incluso en el nivel 2, que es al que lo tengo configurado. En este modo, como no hay una temperatura objetivo, la que aparece en pantalla es la de la habitación.

Dentro de los modos ‘tontos’, tenemos la opción de configurar un temporizador para apagar el aire tras X minutos, pero también la opción de programar el encendido y el apagado automático. Podemos fijar, por ejemplo, que se encienda todos los días a las 13.30 antes de comer y que se apague a las 14.30, y podemos seleccionar que haga eso cada día o los días de la semana que queramos. Si los domingos no comemos en casa, pues descartamos ese día.

Excepto esa programación, todos los controles básicos los tenemos en el mando del aparato, pero la gracia de este dispositivo está en la aplicación. Y es con ella con la que podemos sacar todo el jugo al aire acondicionado. Por lo demás, podemos controlar la iluminación de la pantalla para que no moleste de noche, el nivel de ruido de la unidad interior es de 55 dB (y cuando está en ‘Turbo’ se nota que sopla) y no produce vibraciones, bien en este sentido.
En este modo turbo la temperatura baja considerablemente y a gran velocidad.

La fuerza está en la app
No hay sorpresas aquí: Xiaomi Home es lo que más te recomiendo para controlar el aire acondicionado. Aparte de poder controlar lo mismo que con el mando, tenemos programaciones avanzadas y mucha más información. Emparejar el aire con la aplicación es sencillo (sólo tenemos que buscar nuevos dispositivos y listo) y podemos ver en todo momento tanto la temperatura interior como la objetivo.

Me habría gustado poder ver la temperatura exterior, ya que el compresor tiene un sensor, pero no aparece la opción. Algo importante: el sensor interno está en el split. Hay aparatos que tienen un sensor en el split y otro en el mando para hacer una media y ajustar mejor la temperatura, pero en este caso no es así (se puede ‘parchear’ y más adelante te cuento el modo).
El problema de tener el sensor en el split es que la temperatura en la zona superior del salón es más alta que en la inferior, donde tengo tanto el termostato inteligente como un Amazon Echo con sensor de temperatura, por lo que ya depende de ti elegir por cuál te quieres guiar (por el Eco + termostato, en mi caso).

Pero bueno, siguiendo con las opciones, es muy fácil elegir la posición fija tanto de la pala como de los difusores, tenemos información sobre la evolución de la temperatura interior, podemos configurar una curva del modo sueño para hacer que la temperatura oscile durante la noche, información sobre el consumo (hablaremos de esto más adelante) y donde quería llegar: el apartado ‘Aire acondicionado inteligente’.

Esta opción es la que más me ha gustado del dispositivo. El split se mantiene conectado al Wi-Fi en todo momento gastando poca energía, pero nunca apagándose del todo. Lo que mantiene funcionando es el sensor de temperatura interna y lo que permite es que el aire se encienda automáticamente cuando la habitación alcanza cierta temperatura que nosotros fijemos y que se apague cuando se alcanza la temperatura deseada.
Funciona extremadamente bien, pero veo un problema. Lo tengo fijado para que, si la casa llega a 29,5 grados, se encienda y, cuando la temperatura baje a 28 grados, se apague. El problema es que he visto que no siempre se apaga automáticamente porque en mi casa hace mucho calor y lo que hace el aire es enfriar rápidamente la habitación y, cuando se acerca a la velocidad objetivo para apagarse, baja la velocidad del ventilador.

¿Qué ocurre? Que con casi 40 grados en la calle y en un edificio no muy nuevo, el aumento de temperatura por el calor ambiental y el trabajo del aire se ‘compensan’ y hay días en los que el aire no termina de apagarse. Evidentemente, y como decía, aquí entran en juego muchos condicionantes, pero te cuento mi caso.
Ese modo de encendido/apagado automático en función de la temperatura también funciona en invierno. Y otro automatismo es el modo de ‘IA’, aunque este es mucho más opaco. Según la compañía, optimiza el uso de energía sin comprometer el rendimiento, pero según mi experiencia, de noche funciona muy bien, pero en las horas de más calor es como un modo eco que no llega a conseguir que esté del todo confortable del todo en casa.

De nuevo, vivo en La Mancha y hace mucho calor, por lo que asumo que en zonas de Andalucía, Murcia o Extremadura será similar, en otras regiones puede que funcione mejor en el día a día. En el bolsillo sí puede notarse al final de mes, como veremos en el apartado correspondiente, pero lo que me explicaron es que funciona como el modo eco de un coche.
Esto implica que se recortan algunas funciones de potencia, pero lo más interesante es que es un modo que quizá vale la pena activar cuando haya una tormenta eléctrica. En ciertas casas es posible que, con una tormenta de este estilo, se vaya la luz si hay un aparato muy demandante. Lo que me comentaron desde Xiaomi es que este modo eco con IA reconoce esas condiciones delicadas en la red y, si el aparato nota la inestabilidad, se apaga para que no sea él el causante de que se vaya la luz. Es algo que no he podido probar y, además, la instalación de mi casa, por suerte, es buena.
La IA, aparte de en el modo eco, también tiene un papel a la hora de establecer un modo ‘favorito’. Su funcionamiento, supuestamente, depende de cómo el sistema va aprendiendo de nuestros hábitos de uso, de qué opciones, velocidades, modos, fujo de aire o posición de la pala/pletinas utilizamos más y va aprendiendo para, cuando pulsemos el botón de ‘favorito’, ajuste todos los parámetros a esos que preferimos.

También podemos hacerlo de forma manual y configurar todo esto para, al pulsar el botón, que todo se adecúe a nuestra preferencia sin tener que toquetear opciones. Además, aprende de la curva de temperatura de nuestra elección y, de nuevo, también es algo que podemos ajustar manualmente. Con el tiempo, es el modo que más usaré y se puede elegir que se active este modo automáticamente cada vez que se enciende el dispositivo.
Ecosistema
Al margen de la aplicación, lo interesante de un sistema de climatización en un hogar conectado es poder controlarlo con la voz. Aquí hay buenas y malas noticias. De inicio, el aire acondicionado de Xiaomi es compatible con Google Home, por lo que se puede cambiar la temperatura, el modo y otros controles básicos desde la app de Google y con comandos de voz en un Google Nest.

La mala noticia es que si, como yo, tienes un ecosistema basado en Alexa, aún no es compatible. ¿Lo será en un futuro? Cuando preguntamos a Xiaomi nos dijeron que siempre están abiertos y trabajando, pero que no hay una respuesta definitiva. Teniendo en cuenta que otros dispositivos de la marca como las cámaras, luces y hasta el ventilador son compatibles con Alexa, no hay motivos para que este aire acondicionado no lo sea, pero ya depende de cómo trabajen la API.

Lo que sí puedes hacer desde ya es crear escenas. Hace unas líneas comentaba que podíamos ‘parchear’ el tema del sensor de temperatura, y lo que podemos hacer es comprar un sensor externo de Xiaomi que se conecte a Xiaomi Home y enlazar ambos dispositivos. Así, podemos crear una escena para que, cuando ese sensor llegue a cierta temperatura o cierto nivel de humedad, el aire se active o desactive.
También podemos enlazarlo con sensores de puertas y ventanas para que, si abrimos una ventana y tenemos el aire encendido, se apague automáticamente. O que si abrimos la puerta de casa, también se encienda. También aquí podemos hacer una programación más profunda. Por ejemplo, yo lo he configurado para que, de 22:00 a 23:30, que es cuando puedo estar en el sofá jugando o viendo algo, se active en modo ventilador automáticamente.
Hablemos de consumo y mantenimiento
La madre del cordero de este análisis del aire de Xiaomi: por cuánto nos va a salir el estar bien en verano. El aire acondicionado es uno de esos dispositivos que nos come por los pies y, aunque me gustaría no tener que utilizarlo tanto, es evidente que en ciertas zonas es obligatorio si no quieres estar asqueado dentro de casa.

Mi unidad es la de 3,5 kW (la más grande que tienen) y cuenta con una potencia de enfriado de 875 W y una potencia de calefacción de 860 kW. La clasificación energética es A+++ para el enfriado y la calefacción, con una clasificación de 144 kWh anuales en enfriamiento y 638 kWh anuales en calefacción en clima cálido, 791 KWh/a en templados.
En la aplicación de Xiaomi Home, el dispositivo nos permite ver una estimación del consumo. Con un uso mixto en modo frío automático y ventilador (este último no consume prácticamente nada) y con 62,2 horas de funcionamiento en seis días, el consumo que me marca la app es de 20,4 kWh en total, unos tres euros y medio de gasto real.

Pero la propia app nos dice que es algo estimado, así que lo que he hecho para medir el consumo de cada modo es conectar un enchufe que me da la medición en tiempo real. A continuación, vamos con la prueba de varios modos (excepto calefacción), para que veas cuánto gasta bajando la temperatura, no en mantenimiento de la temperatura interior:
- Modo frío con oscilación de pala y aspas y modo eco IA - 303 W
- Modo frío con oscilación de pala y aspas y ventilador en 4 - 308 W
- Modo frío con oscilación de pala y aspas y modo turbo - 566 W
- Modo deshumidificador - 445 W
- Modo ventilador con potencia 1 - 42 W
- Modo ventilador con potencia máxima - 51 W
Esto en mi unidad que, como digo, es la de máxima capacidad con 3.125 frigorías reales. En la versión de 2,5 kW, las frigorías se quedan en 2.250. Por cierto, en stand-by consume entre 7,5 u 8 kWh, que no es poco. Los consumos que pongo arriba son partiendo de una habitación a 30º y bajando la temperatura en el empujón inicial. A medida que la temperatura desciende, el consumo se estabiliza. Cuando la temperatura se acerca al objetivo en el modo frío con ventilador en 4, pasa de esos 308 W a unos 200 W. Pero hay muchas variantes, vaya, es sólo como referencia.

Sobre el mantenimiento, ya he comentado que los filtros son estándar y se pueden quitar de forma sencilla para realizar la limpieza, pero esa labor manual en el compresor es algo más complicado y, por ello, con la app se puede realizar un proceso de limpieza automática.
Nos indica que es recomendable hacerlo cada tres meses y, en el proceso que dura unos 40 minutos, se realizan una serie de procesos para eliminar la escarcha y la condensación, además de esterilizar la humedad para acabar con bacterias y moho. Lo malo de esto es que obliga a que tengamos la aplicación instalada porque no se puede hacer desde el mando.

Lo entiendo, ya que es un proceso muy esporádico, pero estaría bien que se pudiera hacer con una combinación de botones en lugar de obligar a instalar una app que, quizá, una persona mayor no quiera o sepa usar.
Xiaomi Mijia Air Conditioner Pro Eco, la opinión de Xataka
Es complicado valorar un dispositivo como un aire acondicionado con una semana de uso. De hecho, se me antoja difícil dar una opinión de algo así, incluso teniéndolo durante años, porque es una tecnología muy asentada que, cuando falla, manifiesta esos problemas -por lo general- tras más tiempo.
Sin embargo, sí nos parecía muy interesante comprobar de primera mano ese primer acercamiento de la marca china a los electrodomésticos de gran volumen en nuestro país. El aire funciona y que no me esté derritiendo en casa es buena prueba de ello, pero lo mejor que puedo decir es que Xiaomi ha querido entrar con dos modelos que se alejan de ese precio de derribo (ya veremos qué ocurre con el coche) que ostentaban hace años y se acercan más a esa nueva filosofía ‘premium’ con la que quieren competir contra marcas bien asentadas en nuestro mercado.
Estos primeros modelos llegan hasta arriba de características interesantes, con un manejo con el smartphone que no sólo es completísimo, sino también útil gracias a las programaciones y a la fácil lectura visual de la aplicación. Con las instalaciones mediante operadores locales, la compañía se asegura que hay gente con experiencia montando el aire en casa de los clientes y creo que el timming no podría haber sido mejor: en plena ola de calor.

Al margen de elementos a mejorar como la compatibilidad con Alexa, pequeñas cuestiones estéticas, la falta de un sensor de temperatura en el mando o que opciones muy interesantes están recluidas en el móvil y no se puedan activar con el mando, este nuevo desembarco de Xiaomi me parece sólido y una buena piedra de toque de cara a lo que esté por venir, como lavadoras o frigoríficos.
Y, a mayores, lo que tengo claro es que si me toca renovar otro de los aires de casa, no volveré a optar por ningún modelo que no se pueda controlar con el móvil. Es un nivel de comodidad al que no estoy dispuesto a renunciar. Y lo seguro es que Xiaomi ha elegido genial la fecha para traer al mercado español un producto que, al menos en estos primeros días de uso, tiene argumentos más que de sobra como para preocupar a los grandes fabricantes que ya estaban en nuestro mercado.
Mijia Air Conditioner Pro Eco 3,5 kW
Imágenes | Xataka
En Xataka | El invento alemán que quiere acabar con el aire acondicionado: un frigorífico con "músculos" artificiales
Este dispositivo ha sido cedido para prueba por parte de Xiaomi. Puedes consultar cómo hacemos las reviews en Xataka y nuestra política de relaciones con empresas.
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