He estado un año sin Netflix, HBO Max, Disney+ y Prime Video. Al usarlas de nuevo me he encontrado con una chocante realidad

Publicado el 10/07/2025 por Diario Tecnología
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He estado un año sin Netflix, HBO Max, Disney+ y Prime Video. Al usarlas de nuevo me he encontrado con una chocante realidad

Hace aproximadamente un año me fui de mi casa para vivir un año fuera de España. Como medida de ahorro, decidí darme de baja en todas las plataformas de streaming. Casi todas estaba subiendo precios y cada vez tenía menos tiempo para ver películas y series.

Y menos mal que lo hice: mi televisión ha estado literalmente apagada los dos últimos meses. Ya meses atrás, el consumo que hacía de tele se resumía en ese sumidero de tiempo que es YouTube. Recientemente he vuelto a España, y entre cuentas de amigos y reactivaciones de suscripciones he vuelto al streaming.

Tocaba hacerlo por que tengo pendiente ver la segunda de 'The Last of Us', la segunda de 'Andor', la segunda de 'Los anillos de poder', la cuarta de 'The Bear' y las últimas partes de 'El Juego del Calamar'. Lo que me he encontrado me ha hecho recordar en qué se ha convertido el streaming.

Anuncios, anuncios y más anuncios

Televisor

Como buen millenial, crecí viendo anuncios en la tele, pero los saqué de mi vista en la adolescencia. Entre YouTube y las descargas, aprendimos a verlo todo sin dedicar nuestro preciado tiempo a la publicidad. Con la llegada del streaming, el modelo se perpetuó: adiós a la publicidad de la televisión lineal como principio. Podías ver lo que quisieras, sin distracciones.

Sin embargo, lo que me he encontrado al volver a los planes más baratos de mis suscripciones (ante el fin de compartir contraseña) son anuncios, muchos anuncios. Entendiendo que las compañías tienen que compensar sus altos costes, está claro que los anuncios son una vía para ingresar más, pero no puedo no recordar que, a diferencia de YouTube, el streaming y el vídeo bajo demanda no eran esto. Tampoco YouTube era lo que está siendo.

El momento en que quise reproducir 'Los anillos de poder' en Prime Video fue un shock. Me comí tres minutos de anuncios en una hora, que quieren convertir en seis. Tras pasar el shock inicial, recordé que sería lo mismo en Netflix, Disney+ y Max (que desde hoy vuelve a ser HBO Max).

Para tener lo de siempre en este sentido, una experiencia sin anuncios, tengo que pagar 17 euros extra al mes, o lo que es lo mismo, 204 euros al año que se suman al precio base que ya tienen las suscripciones. Es más dinero de lo que hace 3 años costaba ver todas las plataformas compartiendo con el máximo número posible de personas (según pantallas simultáneas). Y en mi cálculo actual no he incluido Movistar+, que en su momento sí estaba en mi lista.

Quien daba por sentada una (gran) calidad, ya no lo hace

Algo que empezó a darse antes de irme de España, fue la reduflación en el streaming. Pagábamos más que hace unos años, y teníamos menos. Y la cosa no iba solo de anuncios. Netflix siempre había considera que la resolución 4K/UHD, el HDR y Dolby Atmos no deben estar en el plan básico, pero no era el caso del resto. Desde el primer día, Amazon ofrecía su mejor calidad de imagen y sonido en un plan básico: 4K, HDR y Dolby Atmos estaban ahí.

Lo mismo hicieron Disney+ y HBO (una vez recibió el 4K): 4K, HDR, Dolby Vision, y Dolby Atmos como calidad corriente para nuevos lanzamientos de películas y series (aunque HBO tardó en lanzar contenidos con esa calidad). En España, nunca las consideraron funciones Premium o que dieran para presumir de algo excepcional.

Dejar de ver anuncios y verlo todo con la calidad de antes cuesta un pastizal, que se suma al fin de compartir cuentas

Sin embargo, salvo Amazon Prime, que no ha perdido el UHD y el HDR (sí el mejor sonido de Dolby), para llegar a contar con la mejor calidad, ahora hay que hacer un desembolso grande en cada plataforma para tener todo eso. A priori, Full HD es una buena calidad, pero ya dábamos por sentado contar con más.

Y el problema es que, por ejemplo, el 1080p de Max ha sido peor que el original de HBO Max. Quienes tengan un buen equipo de sonido dedicado o barra compatible, también echarán de menos Dolby Atmos.

Un contexto de endurecimiento de condiciones

Todas estas medidas no llegan aisladas. Con el fin de compartir de contraseñas de Netflix ya dijimos que estaban ante un experimento gigantesco que toda su competencia observaba con lupa. Y vaya si lo hicieron.

Tras volver, me he encontrado a una Disney+ que ya no permite compartir contraseña (y los avisos funcionan). Max también ha desatado su ofensiva, cobrando 7,99 dólares al mes por miembros adicionales (de momento, solo en Estados Unidos). SkyShowtime, aunque no ha impuesto limitaciones de momento, no veía bien compartir desde sus inicios.

Tengo que asumirlo, el streaming ya no es lo que conocimos. Se ha hecho adulto, y hay que compensar las buenas (y buenas) decisiones que ha ido tomando la industria. Eso sí, mi shock y cabreo me va a durar el verano.

Imagen | Antonio Sabán con IA, Xataka

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