Fue una base militar albanesa en la Guerra Fría: ha terminado en manos de la familia Trump para convertirla en un spa de lujo
Publicado el 26/06/2025 por Diario Tecnología Artículo original
En el corazón del Mediterráneo, una isla albanesa que durante décadas estuvo cerrada al mundo por su pasado militar, está a punto de transformarse en uno de los destinos más exclusivos del planeta.
La familia Trump, a través de Ivanka Trump y Jared Kushner, ha comprado Sazan, una pequeña isla de poco más de 5,7 kilómetros cuadrados frente la costa de Albania y su intención es convertirlo en un refugio de lujo solo apto para millonarios.
La operación, valorada en más de mil millones de euros, ha captado la atención internacional no solo por la magnitud de la inversión, sino por el simbolismo de que un antiguo fortín comunista se convierta en el nuevo capricho del 1% más rico de la población mundial.
Un pasado de búnkeres y paranoia comunista
En 2021, Ivanka Trump y Jared Kushner se toparon con Sazan durante unas vacaciones en yate por el golfo de Valona, a solo 30 kilómetros de la ciudad de Vlora en Albania.
Tal y como la millonaria contó en el podcast de Lex Fridman, ambos estaban fascinados por los amaneceres de la isla y por su paisaje intacto cubierto de helechos, lavanda, retama y laurel. Por ello la pareja decidió apostar fuerte por este rincón virgen del Mediterráneo. Poco después, cerraron la compra de esas 567 hectáreas deshabitadas por algo más de mil millones de euros.
Sin embargo, Sazan no siempre fue el paraíso deshabitado que es hoy. Tal y como contaban en The Guardian, durante el régimen comunista de Enver Hoxha, que gobernó Albania entre 1944 y 1985, la isla fue un enclave militar estratégico aislado del continente y habitado por unas 150 familias de militares.
El gobernante albanés vivió obsesionado con la idea de una invasión imperialista de su territorio, por lo que ordenó perforar las entrañas de la isla con unos 16 kilómetros de túneles y construir alrededor de 3.600 búnkeres de hormigón, que aún salpican el paisaje como cicatrices de aquella época.
Los militares y sus familias vivían prácticamente incomunicados, rodeados de fortificaciones y almacenes de suministros subterráneos y con la vista siempre vigilante a la espera de que emerja algún submarino enemigo con malas intenciones. La isla fue utilizada por la Guardia di Finanza italiana en los años noventa para combatir el tráfico de drogas y personas, y no fue hasta diciembre de 2024 cuando dejó oficialmente de ser una base militar.
La importancia de llamarse Trump
El proyecto de la familia Trump no habría sido posible sin el apoyo decidido del gobierno de Tirana. De acuerdo a lo publicado por la prensa albanesa, el primer ministro Edi Rama ha defendido públicamente la iniciativa como una oportunidad estratégica para el país.
"No podemos permitirnos no aprovechar un regalo como Sazan. Albania necesita el turismo de lujo como el desierto necesita agua", declaró Rama, subrayando la importancia de atraer inversiones internacionales y posicionar a Albania como destino turístico de alto nivel.

El gobierno ha otorgado al fondo Affinity Partners, gestionado por el yerno de Donald Trump, el estatus de "inversor estratégico" durante diez años con el objetivo de sacar adelante su proyecto turístico de transformación de la isla de Sazan en un refugio de lujo reservado para millonarios.
Este estatus implica ventajas fiscales, apoyo en infraestructuras públicas y una tramitación acelerada de permisos y normativas. El proyecto prevé la creación de unos 1.000 empleos directos, una cifra relevante para la economía local en la que, según datos del 'World Tourism Barometer' de 2024, Albania gana cada año mayor importancia como destino vacacional.
Tal y como apuntan desde Bloomberg, no es extraño que la familia Trump haya obtenido luz verde para este proyecto justo ahora que el patriarca del clan ocupa el Despacho Oval de la Casa Blanca.
Lujo, exclusividad y controversia ambiental
El proyecto 'Sazan Island Touristic Resort' promete transformar la isla en un paraíso privado, con villas incrustadas en los acantilados, hoteles de cinco estrellas respaldados por la prestigiosa cadena Aman, y una costa reservada solo para las actividades de los huéspedes más exclusivos.

El diseño está pensado para atraer a una clientela dispuesta a pagar fortunas por privacidad y servicios personalizados. Según los planes presentados, en la primera fase solo se urbanizarán 45 de las 567 hectáreas, manteniendo el resto de la isla y sus rutas de senderismo como entorno protegido.
Los primeros diseños del proyecto muestran un complejo de villas construidas respetando la escarpada orografía de la isla, e integrándolas en el entorno de forma que se altere lo menos posible el paisaje y la flora local.
Sin embargo, al tratarse de un enclave natural protegido, el proyecto no está exento de polémica. Grupos ambientalistas han alzado la voz contra la transformación de Sazan, argumentando que "la isla es un enclave natural que debe preservarse" y alertando sobre el impacto ecológico que tendrá la llegada masiva de yates y turistas de alto poder adquisitivo.
"Esta zona se encuentra en el parque nacional marítimo Karaburun-Sazan. Esto significa que las playas y las aguas en un radio de 2 km de la costa están protegidas. ¿Qué consecuencias tendrán las grandes obras públicas, la construcción de muelles, el tráfico de yates y el vertido de aguas residuales en este lugar?", declaraba Olsi Nika, biólogo marina y director de la ONG EcoAlbania a The Guardian.
Además, antes de que la Ishulli i Trumpëve (Isla Trump), como ya la llaman los locales, pueda abrir sus puertas, será necesario limpiar la isla de minas y trampas explosivas heredadas del régimen de Hoxha, que siempre esperó un desembarco enemigo, pero nunca imaginó que la invasión llegaría a bordo de enormes superyates y armados con enormes fajos de billetes en los bolsillos.
Imagen | Genesis Studio
utm_campaign=26_Jun_2025"> Rubén Andrés .