Estamos en 2025 y el WiFi de los aviones sigue siendo terrible. Starlink está demostrando que estamos en el punto de inflexión

Publicado el 12/05/2025 por Diario Tecnología
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Estamos en 2025 y el WiFi de los aviones sigue siendo terrible. Starlink está demostrando que estamos en el punto de inflexión

30 de junio de 2016. BBC publica un artículo que se llama: ¿Cómo funciona el WiFi en los aviones y por qué es tan malo? Casi 10 años después, estamos casi en el mismo sitio. La Tierra ha girado durante casi una década pero en materia de conectarnos a las redes de Internet desde el aire parece que estamos completamente estancados.

O lo parecía.

2016. "Algunos comparan su velocidad con la de los inicios de internet, cuando, con la banda sonora del atroz pitido del módem, había que armarse de paciencia mientras una página cualquiera se cargaba". Con este párrafo resumía Yolanda Valery para BBC en 2016 cuál era la experiencia de intentar conectarse a Internet desde el aire.

En ese mismo artículo se explicaba que conectarse a Internet desde un vuelo garantizaba cierta garantía para hacer tareas conectadas muy básicas, como mandar un correo. Pero también se mencionaba que ya podías olvidarte de ver un contenido en streaming o, al menos, asumir que iba a ser una experiencia realmente tediosa.

Seguimos igual. En 2016, la oferta de un WiFi a bordo era relativamente reciente. En 2013 te contábamos que Iberia ponía este servicio a disposición del cliente a un precio de cinco euros... por cinco megas. Poco después, Enrique Dans narraba su experiencia en un avión de Iberia y señalaba que la opción era realmente interesante pero que el resultado era muy malo. Y hasta planteaba si éste debía ofrecerse en las condiciones de aquel entonces.

Ya en 2017, en Xataka nos preguntábamos por qué si seguíamos sin tener WiFi en todos los aviones. Y lo mismo podíamos decir ahora mismo, con un buen puñado de aeroplanos que no lo ofrecen... y sobre todo: los que lo ofrecen y sirve de poco o de nada.

Si entramos en la propia página de Iberia comprobamos que en su referencia a los paquetes de conexión se especifica que permiten "navegación por Internet, mensajería, correo electrónico, descarga y envío de documentos". Es decir, tareas que requieren poca velocidad de descarga. Y recalcan que es "es posible que durante algunos momentos del viaje la señal puede llegar debilitada" o que se presta con "tres proveedores diferentes, por lo que puedes experimentar diferencias entre un vuelo u otro".

¿Por qué es tan malo? El motivo principal por el que el WiFi en los aviones es tan malo está en cómo se obtiene la conexión a Internet. Puede coger "cobertura global, satelital o terrestre", dependiendo del vuelo, señalan en la web de Iberia. Esto quiere decir que el receptor del avión puede conectarse a las antenas de telefonía o a los satélites si éstas últimas no están disponibles.

En un vuelo transatlántico, esa conexión es más inestable ya que las antenas terrestres quedan lejos. Solo queda conectarse a un satélite por lo que el envío y la recepción de datos es complicada. Primero porque la distancia es mucho más amplia que cuando tenemos los pies en el suelo y, segundo, porque el avión se desplaza a cientos de kilómetros por hora, lo que complica la recepción y envío de los datos.

El gran problema es que aunque los anchos de banda que tienen que compartir los usuarios son ahora mayores también lo son las demandas de las aplicaciones. No solo es la calidad de las imágenes que cargamos en Instagram, también es la enorme cantidad de datos que necesita una aplicación como Netflix para reproducir sus videos en streaming. Ya en 2020, en Xataka estimábamos que una hora navegando en esta plataforma consume entre uno y siete GB (dependiendo de la calidad).

¿Un punto de inflexión? Andrew J. Hawkins explica en The Verge que puede que haya llegado el momento de decir adiós a estas conexiones. En el artículo antes enlazado señala su experiencia a bordo de un Embraer E-175, un avión de fuselaje estrecho de 88 plazas que United Airlines utiliza para vuelos cortos. Este, concretamente, duraba 90 minutos.

El avión es uno de los primeros conectados a Starlink y, de hecho, se empezará a ofrecer el próximo 15 de mayo. Las cifras recogidas son altamente esperanzadoras. Conectado al WiFi del aeropuerto, Hawkins dijo navegar a con una descarga de 305 mbps y una carga de 249. La latencia era de 5 ms.

Durante el vuelo, la velocidad fue de 196 mbps de descarga y 27,3 mbps de carga con una latencia de 19 ms. La velocidad de descarga se acerca a la experimentada antes de subir al avión y aunque las cifras están alejadas de lo que ofrece en tierra, son notables comparadas con las que teníamos hasta ahora.

Durante todo el vuelo. Hawkins rompe otra lanza a favor del sistema y de United Airlines: el WiFi estuvo activo durante todo el vuelo. "El servicio funciona de puerta a puerta, no solo por encima de los 10.000 pies, restricción bajo la que operan algunos otros sistemas. Tan pronto como me senté, me dijeron que me conectara al Wi-Fi usando la aplicación móvil de United".

De hecho, en su artículo para The Verge, el autor refleja las velocidades durante el despegue (234,8 mbps de descarga y 14,9 mbps de carga con una latencia de 19 ms) y el aterrizaje (72,6 mbps de descarga, 26,1 mbps de carga y 90 ms de latencia) cuando se recogió el peor dato. El tiempo, pese a ello, sería breve porque en cuanto el avión tocó tierra ofreció otra vez buenas cifras con 231,5 mbps de descarga. Aunque, esta vez, con los peores datos de carga con solo 3,01.

Bueno para ver películas. Pero no tanto para trabajar. Porque el propio Hawking señala que pudo utilizar Instagram y TikTok, Disney Plus, seguir la ceremonia del nuevo Papa por CNN o ver un partido en directo "con una calidad de imagen cristalina".

Sin embargo, el resultado fue mucho menos impresionante a la hora de cargar un archivo en Google Drive que le llevó siete minutos. Explica que esto es debido a que la propia infraestructura de Starlink está pensada para descargar contenido y no tanto para subirlo, de ahí la diferencia de cifras entre ambos procesos.

Diferencial. ¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por utilizar WiFi estable durante un vuelo? Esa es la otra gran pregunta que acompaña el artículo. United Airlines ha empezado a ofrecer este servicio gratis, como un valor más para elegir la compañía antes que la competencia. Eso sí, la promesa de Starlink era más ambiciosa.

Sin embargo, teniendo en cuenta que la mejor experiencia se lleva a cabo cuando vemos contenido bajo demanda, ¿no es más rentable descargar en casa los contenidos y verlos offline? Si la velocidad de carga de archivos sigue siendo tan baja, aprovechar el vuelo para trabajar de forma constante sigue estando en entredicho. Entonces, ¿merece la pena pagar?

Y, ¿estamos ante el fin del último reducto sin Internet?

Foto | Daniel Shapiro y Nathana Rebouças

En Xataka | Cuidado con el WiFi de los aviones: hay estafadores que crean redes falsas en los vuelos

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