En pleno debate sobre si los zoos tienen sentido, alguien ha tenido una idea en Valladolid: abrir uno solo con vacas
Publicado el 15/07/2025 por Diario Tecnología Artículo original
¿Tienen sentido los zoos en pleno siglo XXI? El debate es viejo. Y ha llevado ya a que algunas ciudades se hayan replanteado el modelo de sus zoológicos (igual que lo han hecho con los circos), renunciando a tener animales salvajes en cautividad e incluso al uso de esa etiqueta. Con ese telón de fondo, en Villagarcía de Campos, una pequeña localidad de Tierra de Campos (Valladolid) de apenas 300 vecinos, han tenido una idea peculiar: abrir un nuevo zoo de varias hectáreas.
Eso sí, en él solo hay vacas y bueyes.
¿Qué ha pasado? Que en la provincia de Valladolid acaban de hacer algo cada vez menos habitual en una España (y Europa) en la que el debate sobre el bienestar animal ha ido ganando terreno: estrenar un zoológico. Eso sería llamativo de por sí, pero es que el nuevo recinto asegura además que es "único" en Europa.
En él difícilmente verás osos, leones, elefantes, jirafas, hipopótamos, canguros, chimpancés ni ninguna otra de las especies exóticas que habitualmente pueblan los zoos urbanos. No. La nueva instalación vallisoletana está consagrada única y exclusivamente a vacas, bueyes y terneros. Solo vacuno. Nada más.

Con ustedes, Bos Taurozos. El recinto ocupa unas 17 hectáreas, se sitúa en Villagarcía de Campos, a menos de una hora en coche de la ciudad de Valladolid, y su nombre es toda una tarjeta de presentación: "Bos Taurozos", combinación de la especie Bos taurus y Montes Torozos, el entorno en el que se sitúa el centro.
El recinto tampoco se presenta como un zoológico convencional, es más bien un "centro de interpretación del Bos Taurus ibérico", "la especie animal que reúne a todas las razonas de vacuno de la península", destacan sus promotores.
Quienes lo visiten se encontrarán de hecho con ejemplares de más de 30 razas distintas de reses que habitan en España y Portugal, desde la cachena gallega o sayaguesa a la negra andaluza, retinta, blanca cacereña, menorquina o albera. Y eso por citar solo algunas de las variedades que habitan en los cerca de 17.000 metros cuadrados (m2) de campo vallisoletano que ocupa Bos Taurozos.
Un paseo entre grandes ríos. Si sus 'moradores' no son lo que uno esperaría encontrarse normalmente en un zoológico, la estructura de Bos Taurozos tampoco es la habitual en esta clase de recintos. El parque se divide en una decena de áreas bautizadas con nombres de ríos de la península Ibérica, como Miño, Duero, Ebro, Guadalquivir, Tajo o Guadiana. ¿El motivo? 'Ordenar' las diferentes razas para que los visitantes tengan una idea más precisa de cómo se distribuyen por el territorio.
"Se pueden ver las reses de cada una de las razas que viven a sus orillas", explica el parque, que ofrece la posibilidad de "conocer en primera persona cada una de las 32 razas de bóvidos de España y Portugal, en vivo y primera persona".

¿Quién está detrás? Dos hermanos, Carlos del Amo (30 años) y Alicia (33), que conforman la tercera generación de una familia ligada a la ganadería y oriunda del vecino pueblo de Villabrágima. En su día a día se encargan de gestionar cientos de reses en varias fincas y trabajan con la razas alistana sanabresa y sayaguesa, pero ambos tenían un sueño que iba más allá: reivindicar la diversidad ganadera.
Ni fácil ni rápido. "Nos decidimos a montar este negocio porque creemos que hay muchas razas que se están perdiendo y la gente ni siquiera sabe que existen", explica Alicia a El Español. "Muchos desconocen que tenemos tantas razas con características muy diferentes". Sin embargo, alcanzar su sueño y reunir una treintena de variedades en Bos Taurozos no ha resultado una tarea sencilla.
Los hermanos relatan que para lograr ciertos ejemplares, como la marismeña, sujeta a cupos, han necesitado mover "gran cantidad de permisos". En otros casos la logística tampoco se lo puso fácil. Por ejemplo, querían una vaca menorquina, pero la idea de que el animal tuviese que pasar varios días de "sufrimiento" a bordo de un barco y viajar luego en un camión les espantaba, así que optaron por una solución imaginativa: implantar un embrión en una de sus vacas.
Reses y algo más. Para completar su oferta y resultar más atractivo para los visitantes, Bos Taurozos incorpora también actividades extra, apunta Diario de Valladolid. Además de pasearse entre 32 razas de vacas distintas, la gente puede disfrutar de deportes de aventura, como tiro con arco, rutas a caballo o paintball.
El recinto también incorpora un servicio de bicicletas gratuitas y prevé incluir una zona de ocio y restauración con foodtruck. ¿El precio para quienes quieran visitar su peculiar zoo? 10 euros los adultos y ocho los niños. Los más pequeños no pagan.
Imágenes | Lomig (Unsplash) y Bos Taurozos
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