Como la Puerta del Sol es un desierto de árboles, Madrid ha tenido una idea para este verano: poner toldos
Publicado el 30/06/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Con el termómetro tonteando con los 40ºC de máxima y un sol de rigor, si algo hay hoy demandado en las calles de Madrid es sombra, un refugio en el que disfrutar de una tregua refrescante antes de seguir camino de la oficina, casa o el instituto. Para crear uno de esos 'refugios climáticos' en pleno corazón urbano, hace unas semanas el Ayuntamiento empezó a instalar toldos en plena Puerta del Sol, 32 paneles con los que quiere que la plaza deje de ser una sartén.
El problema es que su instalación ha desatado un revuelo considerable, tanto por la solución en sí como su coste.
¿Sombra, dónde hay sombra? La Puerta del Sol es un lugar emblemático, escultórico, paso obligado para miles de turistas cada año y nodo central de Madrid. El problema es que le falta algo clave, sobre todo en verano: sombra. Sus alrededor de 12.000 m2 son un erial en el que es difícil protegerse del sol, todo un problema cuando la ciudad afronta una ola de calor como la de estos días. Hay quien tirando de ironía se refiere a la plaza como 'la Sartén del Sol'.

¿Por qué no hay sombra? Porque nunca se consideró que fuera necesaria. El Ayuntamiento argumenta que en sus 163 años de historia la plaza nunca contó con "elementos de sombra", aunque hay quien sostiene que en su día sí dispuso de algunos árboles y hace más de un siglo ya incorporó toldos.
Debates históricos aparte, el Consistorio asegura que a día de hoy la configuración de la plaza condiciona lo que se puede o no hacer en ella: debajo, a escasos 20 cm del pavimiento, descansa una losa que separa la plaza de una de las mayores estaciones de metro de la ciudad, además de galerías.
¿Y por qué es importante? Sencillo. Porque lo que se haga en la plaza debe tener en cuenta la enorme estructura que se abre debajo. El equipo de Martínez-Almeida recuerda que hace unos años se estudió plantar árboles en la única zona de la plaza que no tiene infraestructuras bajo el pavimiento, pero la Comisión Municipal de Patrimonio Histórico acabó tumbando la iniciativa.
¿El motivo? La vegetación quizás arrojase algo de sombra y refrescase el entorno, pero la idea no respondía a criterios históricos ni urbanísticos. Sencillamente proponía plantar árboles allí donde se podía, sin aportar más razones.
¿Y si ponemos toldos? A falta de árboles, buenos son toldos de quita y pon, una solución que ya se usa en las calle de otras ciudades españolas castigadas por el sol, como el centro de Sevilla o Málaga. Esa es la idea que se planteó hace un tiempo el Ayuntamiento, que puso en marcha su maquinaria administrativa para proyectar, contratar e instalar un sistema de paneles que cubriesen parte de la plaza. Se hicieron esperar, pero las telas comenzaron a instalarse hace dos semanas.
Los toldos, 32 en total, están fabricadas con PVC microperforado de color marfil y se han dispuesto de tal forma que ofrezcan sombra a los peatones que paseen desde Alcalá hasta Arenal. Para sostenerlos se instalaron anclajes en las fachadas, tensores y mástiles de acero inoxidable en algunos bancos de granito. La idea es usar un sistema de tubos roscados para colocar y retirar los paneles a lo largo del año, igual que se hace en otras ciudades del sur.
¿Por qué hay debate? Por varias razones. De entrada por la solución en sí y su eficacia. "No son un simple adorno ni un capricho: son una respuesta tardía y costosa a una política urbana del PP, que durante años convirtió nuestros espacios públicos en auténticas planchas de cemento", critica en El País Pedro Barrero, portavoz socialista en la comisión de Obras y Equipamientos. A ese debate contribuye que la plaza se reformó hace solo unos años con una inversión millonaria sin que esas obras garantizases sombras en el entorno.
Otro debate de fondo es si la plaza puede o no acoger árboles, más allá del hándicap que supone tener la estación de metro debajo, o si hay alternativas mejores a los toldos. El Ayuntamiento insiste en que la configuración de Puerta del Sol se remonta al siglo XIX y esta será "la primera vez que cuente con sombras en sus 163 años de historia". La propuesta recibió además el visto bueno de la Comisión de Patrimonio Histórico. La gran pregunta es… ¿Sirve para los 12.000 m2 de la plaza una solución que ha demostrado útil para calles estrechas?
¿Hay más factores? Sí. El precio. La instalación de los toldos requerirá una inversión considerable, de alrededor de 1,5 millones de euros que se suman al coste de la reforma de hace unos años. En redes hay quien cuestiona que se invierta un millón y medio a una obra que, al final, supondrá la instalación de una treintena escasa de toldos de PVC.
Desde el Ayuntamiento matizan que para sacar adelante el proyecto han tenido que realizar estudios y acometer obras que no se aprecian a simple vista, como adaptar los bancos, vaciándolos y dotándolos de placas de acero para lastrar el anclaje de los mástiles. ¿El objetivo? Garantizar que las lonas aguanten las rachas de viento sin que la cimentación afecte a las estructuras situadas bajo la plaza.
Imágenes | Ayuntamiento de Madrid
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