China ha logrado algo que parecía imposible: un hito que le proveerá de todo el uranio que necesita durante décadas

Publicado el 16/07/2025 por Diario Tecnología
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China ha logrado algo que parecía imposible: un hito que le proveerá de todo el uranio que necesita durante décadas

La energía nuclear es fundamental para China. El desarrollo que ha experimentado en este país asiático durante las dos últimas décadas respalda esta afirmación. En 2002 solo tenía dos centrales nucleares en operación. Hoy tiene nada menos que 58 reactores nucleares en actividad. Solo EEUU tiene más (94). De una cosa no cabe duda: durante las últimas dos décadas el programa nuclear civil y militar de China ha avanzado con una velocidad vertiginosa. Y parece que va a seguir haciéndolo.

Sea como sea el corazón del programa nuclear del país liderado por Xi Jinping, y del de cualquier otra nación que apueste por la energía nuclear, es el uranio. Este elemento químico se encuentra presente en la naturaleza en concentraciones muy bajas, normalmente en rocas, tierras y agua. De ahí que su obtención sea cara y su tratamiento complejo, pues exige realizar procesos químicos capaces de separarlo de los demás elementos y las impurezas con las que suele convivir.

Tiene 92 protones y otros tantos electrones orbitando en torno al núcleo, y este último incorpora, además de los protones, entre 142 y 146 neutrones. Es importante que recordemos que el núcleo de un átomo está habitualmente constituido por un cierto número de protones y neutrones (aunque no siempre: el protio, el isótopo del hidrógeno más abundante, tiene en su núcleo un solo protón y ningún neutrón), así como por unos electrones que orbitan a su alrededor.

China ya sabe cómo explotar unos depósitos que hasta ahora eran inaccesibles

El hecho de que el número de neutrones del núcleo del uranio pueda variar, como acabamos de ver, nos indica que existen varios isótopos de este elemento químico, que no son otra cosa que átomos con el mismo número de protones y electrones, pero distinto número de neutrones. La razón por la que en los reactores de fisión nuclear se utiliza un átomo de uranio-235, y no otro isótopo de este elemento o cualquier otro elemento químico, consiste en que al bombardear su núcleo con un neutrón (un proceso que se conoce como fisión inducida) el uranio-235 se transforma en uranio-236, que es un elemento más inestable.

Esto significa, sencillamente, que el uranio-236 no puede permanecer mucho tiempo en su estado actual, por lo que se divide en dos núcleos más ligeros, como el bario-144 y el criptón-89 o el cesio-137 y el rubidio-96, y emite, además, dos o tres neutrones (2,5 neutrones en promedio). Y aquí viene lo realmente interesante: la suma de las masas de los núcleos ligeros es levemente inferior a la del núcleo de uranio-236 del que proceden ("desaparece" alrededor del 0,1% de la masa original). ¿Adónde ha ido la masa que nos falta? Solo cabe una respuesta: se ha transformado en energía.

Su mayor depósito de uranio reside en la cuenca de Ordos, en el norte de China

Hasta ahora China ha obtenido el uranio que necesitan sus centrales nucleares de sus depósitos de Xinjiang, Jiangxi, Guangdong, Yunnan y Sichuan. No obstante, también lo importa de Namibia, Kazajistán, Rusia, Uzbekistán, Canadá y Australia, entre otros países. Lo curioso es que su mayor depósito de uranio reside en la cuenca de Ordos, en el norte de China, pero tiene un problema muy importante: es muy difícil explotarlo. De hecho, hasta hace apenas unos meses ese uranio era esencialmente inaccesible empleando la tecnología de extracción y procesado existente.

Las limitaciones técnicas llevaron hace años al Gobierno chino a descartar la explotación de las minas de la cuenca de Ordos, pero en 2023 cambió de opinión y decidió poner en marcha un proyecto al que llamó "Uranio Nacional nº1". Su plan consistía en desarrollar la tecnología necesaria para extraer y procesar el uranio de Ordos con un propósito: dar un paso de gigante en el camino hacia la autosuficiencia de China en el ámbito de la energía nuclear.

El problema de este enorme yacimiento consistía en que el uranio está diseminado y mezclado con otros elementos en forma de arenisca. Y es difícil procesarlo sin que se disparen los costes. Aun así, a mediados de 2024 China produjo por primera vez uranio natural mediante lixiviación in situ. Y ahora, según la Corporación Nuclear Nacional de China (CNNC), ha producido su primer barril de uranio empleando este método.

La lixiviación in situ requiere inyectar en el lecho de mineral subterráneo a través de pozos una solución de dióxido de carbono y oxígeno que es capaz de disolver el uranio. Después es preciso bombear hasta la superficie el líquido que contiene este elemento químico y procesarlo. El mérito de China no es solo haber resuelto este reto encontrando la solución acuosa idónea; es haberlo logrado de una forma económicamente viable y respetuosa con el medio ambiente, siempre según la información que ha hecho pública la Corporación Nacional de Uranio de China.

Imagen | Xataka

Más información | Interesting Engineering

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