Las imágenes más cercanas al Sol jamás tomadas no solo son hipnóticas: muestran cómo se invierte el campo magnético
Publicado el 16/07/2025 por Diario Tecnología Artículo original
La NASA se ha metido en la boca del lobo, el lugar donde se originan las tormentas solares. El equipo de la Sonda Solar Parker acaba de publicar las imágenes más cercanas al Sol que se han tomado nunca. Es la primera vez que la humanidad ve con este nivel de detalle las eyecciones de masa coronal y el campo donde su polaridad magnética cambia de norte a sur.
El Sol en primerísimo primer plano. Cuando tomó las imágenes a finales de 2024, la Sonda Solar Parker de la NASA estaba a solo 6,1 millones de kilómetros de la superficie visible del Sol: la fotosfera. Aquel día, la sonda no solo se convirtió en el objeto artificial más rápido de la historia, con una velocidad de 692.000 km/h. También usó su cámara WISPR para capturar en detalle la corona del Sol y el nacimiento del viento solar, el flujo constante de partículas cargadas que baña todo el sistema solar.
La cuna del clima espacial. Lo más revolucionario de estas imágenes es que permiten visualizar la lámina de corriente heliosférica, una gigantesca y ondulada "costura" del sistema solar que se extiende desde el Sol, marcando el límite donde la polaridad del campo magnético se invierte. Verla tan de cerca es un documento invaluable para entender cómo se propaga el viento solar.
Además, la sonda ha logrado observar la colisión y fusión de múltiples eyecciones de masa coronal en alta resolución. "Estamos viendo las CMEs apilándose unas sobre otras", explica Angelos Vourlidas, científico del instrumento WISPR. Comprender cómo se fusionan es clave, ya que estas fusiones pueden crear tormentas geomagnéticas mucho más potentes y peligrosas.
El misterio de los switchbacks. La misión Parker no es solo batir récords de proximidad y velocidad. Su objetivo principal es resolver enigmas que los físicos solares llevan décadas intentando descifrar. Uno de los mayores descubrimientos de la sonda ha sido la abundancia de los llamados 'switchbacks' o inversiones magnéticas, pliegues en el campo magnético que invierten su dirección en intervalos breves, como haciendo zigzag.
Gracias a las aproximaciones de la Sonda Solar Parker, ahora sabemos que estas estructuras se originan en la superficie visible del Sol y son uno de los motores del viento solar rápido. También que hay dos tipos de viento solar lento. Uno parece nacer de grandes bucles magnéticos, mientras que el otro procedería de agujeros coronales.
Tocar el Sol sin derretirse. Acercarse tanto al Sol plantea una pregunta obvia: ¿cómo es posible que la sonda no se derrita? La clave está en la diferencia entre temperatura y calor. La corona solar tiene una temperatura de millones de grados, pero es un vacío con una densidad bajísima. Hay pocas partículas, por lo que, aunque se mueven muy rápido (alta temperatura), no transfieren mucha energía (bajo calor). Como meter la mano en un horno caliente.
Aun así, la nave necesita protección. Ahí entra en juego su escudo térmico de 2,4 metros de diámetro hecho de un compuesto de carbono. El escudo es capaz de soportar temperaturas de hasta 1.400 °C en su cara externa, mientras que el cuerpo de la nave se mantiene a unos confortables 30 °C. Otros instrumentos expuestos están fabricados con materiales exóticos como molibdeno y tungsteno, el metal con el punto de fusión más alto conocido: 3.422 °C.
Imagen | NASA
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