Ya hay una generación que no sabe investigar online. El motivo tiene que ver con ChatGPT
Publicado el 17/06/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Harvey, nombre ficticio de una persona entrevistada por The Guardian, acaba de terminar Empresariales en una universidad del norte de Inglaterra. Cuando el periodista le pregunta cómo investiga para sus trabajos, su respuesta es un poco inquietante:
"ChatGPT llegó justo cuando empecé la universidad, así que para mí siempre ha estado ahí".
Harvey pertenece a la primera generación que no ha tenido que aprender a buscar. Y eso es un problema bastante mayor de lo que las universidades británicas están dispuestas a admitir. Ellas prefieren señalar las "trampas con IA" que están detectando en masa.
La crisis no viene exactamente de ahí. Es un problema, pero nada comparable a que haya una generación (y seguramente vendrán más) que confunde preguntar a ChatGPT con investigar. Que no ha tenido que habituarse a formular búsquedas precisas, a contrastar fuentes, a distinguir información fiable de información sesgada o directamente basura.
Harvey y sus compañeros no están haciendo trampa de forma consciente: realmente creen que usar ChatGPT equivale a investigar. Puede que haya formas concretas de usar ChatGPT que sí resulten equivalentes, pero parece bastante ingenuo asumir que eso es lo que está ocurriendo.
Son quienes han saltado directamente del analfabetismo a la post-alfabetización, sin pasar por aprender a leer de forma crítica el mundo digital.
Google ya estaba roto antes de que llegara ChatGPT. La búsqueda venía degradándose con SEO manipulado, con granjas de contenido, con spam disfrazado de información. Los estudiantes universitarios de hoy han crecido navegando un Google menos brillante que antaño, lleno de clickbait o de contenido generado automáticamente para arañar dólares por tráfico o por afiliación.
Cuando llegó la IA conversacional, no la vieron como un atajo para la trampa, sino como la evolución natural de una búsqueda que ya no funcionaba. El problema es que ChatGPT replica y amplifica todos los sesgos de esa información degradada. Pero con una autoridad conversacional que hace que sus respuestas parezcan tótems.
Y eso arriesga todavía más la capacidad de pensar de forma crítica en la era de la información sintética. Una generación que no sabe buscar es una generación acostumbrada a no dudar, a no tener que contrastar. Una que carece de las herramientas cognitivas básicas para caminar por un mundo donde la distinción entre información real y fabricada es cada vez más difusa.
Estamos creando ciudadanos digitales perfectamente entrenados para un futuro de desinformación masiva.
utm_campaign=17_Jun_2025"> Javier Lacort .