"Vino a mi casa, usó el baño y canceló la reserva": anfitriones y viajeros de Airbnb comparten 12 experiencias demenciales
Publicado el 21/08/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Esta semana compartimos la historia de una anfitriona de Airbnb que cuando se fueron sus huéspedes tras tres semanas de estancia, recibió una factura de cerca de 1.300 euros en electricidad. Y en su historia compartió en TikTok que es que estas personas estuvieron minando criptomonedas sin parar y que construyeron una estación de carga de coches eléctricos. Se lo devolvieron porque además sacaron mucho dinero en su minado.
Muchas personas leyeron la noticia y no es de extrañar: viajando nos juntamos con gente que puede ser maravillosa o no. Yo recordé una historia, menos costosa económicamente, pero rarísima, de una vez que mi anfitriona de Airbnb cantaba ópera en plena noche. Cada noche.
Y, mirando en Reddit, la gente comparte historias muy raras y hasta dilerantes. Si la gente entra en tu casa, o uno entra en casa de otros puede haber alguna circunstancia peculiar que suceda.
Mi anfitriona cantaba ópera de madrugada
Tengo muchas historias curiosas, aunque la mayoría buenas. Pero esta no lo fue y me dejó muy descuadrada. Por trabajo, yo estaba pasando un par de meses en una aldea croata y con una carga de tareas enorme y muy estresantes. Para dispersar y desconectar decidí ir a Zagreb. No me gusta Zagreb y menos en invierno que es tan gris y tan fría, pero era lejos del sitio donde trabajaba y solo necesitaba dormir.
Podría haberme quedado en casa de una amigas a las que adoro, pero con ellas iba a desconectar poco porque íbamos a hablar de trabajo seguro, porque trabajaban en el sitio donde yo lo hacía, y necesitaba tranquilidad y dormir mucho así que pagué por un Airbnb. Pero descansé nada: la anfitriona se levantaba cada noche a cantar ópera y paseaba por casa mientras cantaba.
Cuando llegué todo parecía normal. Un matrimonio de mediana edad que me saludaron y recibieron educadamente. Pero luego, cada día a las 3 de la madrugada (más o menos, a veces algo antes y a veces después), durante las dos noches que me quedé la mujer me despertaba con cánticos altísimos, de ópera. Y no se escuchaban en su cuarto, sino que sentía cómo paseaba por el apartamento.
No soy una persona de quedarme callada ante problemas, pero estaba realmente agotada y yo no sabía si esa mujer tenía problemas de salud mental o era sonámbula o simplemente una maleducada, pero el resto del día era súper normal. Y yo cuando amanecía me iba a pasear zonas verdes de la ciudad. No cambié el sitio porque pensé que era algo puntual, pero al día siguiente igual...
Reservó y luego canceló de repente
Otra persona cuenta que alguien reservó su casa para ir al baño: "Un hombre reservó mi casa a última hora, se registra... una hora después dice que no se siente cómodo ahí. Que necesita irse. Le pregunto por qué y me ignora. Se queja a Airbnb y le dan un reembolso total por una reserva de dos días".
Entonces la anfitriona llamó a Airbnb y le dijeron que fue un error y que el usuario ya tiene problemas previos en otros alojamientos, así que no le van a dejar el reembolso.
El tema es que cuando la dueña accedió a la casa tras la visita rápida, cuenta, literalmente: "Hay un cagarrón enorme en el inodoro" sin que nadie haya tirado de la cisterna. Su conclusión es que esa persona "básicamente, reservó mi alojamiento para hacer caca".
Se quejaba por todo y luego su pareja mandaba mensajes disculpándose
Otra persona cuenta que "una vez tuve una huésped que se quejaba de cada tontería posible, y luego su marido me mandaba mensajes para disculparse". Es decir que si la mujer se quejaba que las habitaciones son mucho más pequeñas que en las fotos luego el marido mandaba un mensaje diciendo: "Soy Tim, no hay problema, las fotos son exactas a lo que hay".
Luego, esa misma persona tuvo varias quejas sobre la ciudad, no sobre el alojamiento, como especifica quien cuenta su historia. Y algunas eran raras como que no encontraba lavanderías que recogieran y entregaran a domicilio la ropa limpia (y la huésped especificó que en París eso habría sido imposible que sucediese).
También se quejó del pronóstico del clima, de que las calles eran estrechas en esa ciudad y de otras "absurdeces" (como la que comparte su historia en Reddit explica) de algo propio de la ciudad que visitas, no de los anfitriones.
Un anfitrión enorme y desnudo
Otra persona cuenta que hace diez años, cuando se fueron a un viaje largo, alquilaron su propia casa a una pareja que iba a vivir ahí y a encargarse de alquilar el segundo cuarto mediante Airbnb en su ausencia.
Durante ese invierno, la propietaria recibió una llamada de una huésped diciendo que su anfitrión (que era un "noruego enorme", según el testimonio) le abrió la puerta desnudo cuando la visita llegó. El hombre dijo que no los esperaba tan pronto, pero todo acabó en una mala reseña.
El huésped nunca apareció
Otra persona cuenta que el viajero nunca llegó ni se registró, dejó una reseña de 5 estrellas buenísima y pagó todo de reserva de 3 noches. En este caso, el dueño de la casa está convencido de que usó ese viaje para engañar a alguien.
Otra persona le responde que le ha pasado en tres ocasiones algo similar: "Casi seguro que son infidelidades. Si alguien se hospeda en un hotel, la pareja puede llamar y ver si se registró, etc. En un Airbnb, no hay realmente ninguna prueba de si alguien se quedó ahí o no", explica el experto anfitrión.
Un perro solo con ansiedad por separación ... o endemoniado
"Una vez permití mascotas en mi renta vacacional en la montaña pero eso cambió después de hospedar a alguien con un Akita, al que aparentemente dejaron solo por un buen rato y tenía una ansiedad por separación terrible".
El perro destruyó el sofá, masticó casi todo el barandal de madera del balcón, rompió la puerta corrediza del patio, arañó la mayoría de los zócalos y molduras de adentro. Además de hacer caca y pis por todos lados.
En total, los propietarios gastaron unos 8.000 para reformar todos los daños (y aclaran que esto fue antes de AirCover). "Los dueños me dijeron que el perro siempre se portaba bien y que quizás lo había poseído un demonio, ya que nunca antes había destruido nada".
Un hombre desnudo se sienta a dormir en su cuarto
En este caso la historia la cuenta la propietaria casi criticando la reacción de la viajera y quitándose responsabilidad pero otros usuarios de Reddit le recuerdan que debería ocuparse ella misma del bienestar de los visitantes.
Una mujer y su hijo fueron a casa de la propietaria a las dos de la madrugada a decir que un hombre desnudo había entrado en su cuarto (ellos se quedaban en el sótano) y que lo habían convencido de que se fuera, pero había regresado. La propietaria se queja en su testimonio de que no cerraron con llave. El problema fue que el hombre volvió a entrar y se quedó dormido en una silla. Más que eso: estaba muy borracho y vomitó por diferentes partes del cuarto. Tuvieron que llamar a la policía.
De todos modos, quien cuenta la historia no parece una anfitriona que a alguien le gustaría tener. Primero, para contextualizar, resalta que la viajera era una "señora musulmana muy religiosa" como si importase la creencia de alguien para que le resulte molesto tener a un hombre desconocido, borracho y desnudo durmiendo en su mismo cuarto. También la propietaria acaba su historia quejándose de que "la huésped puso una mala reseña como si hubiéramos puesto al hombre desnudo ahí a propósito".
Resulta, como se puede ver luego en los comentarios, que ella sabe que puede llegar gente por una puerta trasera de su casa, pero no avisaba a los visitantes para que tuvieran cuidado y cierren bien con llave, así que en Reddit acabó siendo objeto de críticas ella misma por su falta de consideración.
Una adicción y una admiración
Este historia la cuenta una huésped que tuvo que quedarse unos días en Los Ángeles por trabajo. "El lugar estaba en la ciudad, pero en una zona no muy buena". Ya, al llegar, encontró la puerta abierta pero no había nadie y tampoco le habían preparado la cama, ni había sábanas y nadie le respondía. Al final le atendió la propietaria.
"Al día siguiente me ofreció un aguacate para desayunar y hablamos un rato. Me dio algunos consejos de lugares que visitar si tenía tiempo libre, y todo parecía normal. Ella era peluquera y medio bromeando le dije que si hubiera sabido, hubiera pedido cita con ella, porque no había tenido tiempo para cortarme y teñirme el pelo antes del viaje. Me hizo un montón de preguntas sobre mi negocio, vio mi página web", comenta la viajera.
Esa noche, la anfitriona decidió teñirle el pelo y peinarla como la mujer había comentado. El problema es que olía mucho a alcohol... y hasta le quemó el pelo con el tinte. Al día siguiente, antes de irse, su hija estaba en la casa y le contó que su madre era una adicta en recuperación, habló sobre lo bien que le estaba yendo, pero explicó que era una lucha enorme volver a ponerse de pie después de algo así.
Tras su partida, "una vez a la semana, más o menos recibía un mensaje hablando de cuánto me admiraba su hija, que le encantaba mi energía y apreciaba mi apoyo, y que sabía que quería ver a la hija triunfar, así que esperaba que pudiera ayudar a pagar su rehabilitación". La mujer la acabó bloqueando a su ex anfitriona en su móvil.
Un Trainspotting en Ibiza
La película Trainspotting se hizo realidad en un piso de una mujer en Ibiza. Alguien alquiló su casa 10 días. Cuenta que ella no era una anfitriona a tiempo completo, solo a veces para pagar gastos y demás. Cuando se fueron sus inquilinos, relató que "el apartamento estaba hecho una porquería".
Se encontró con restos de drogas esparcidos en las mesas y por el suelo. Algunos objetos de valor habían desaparecido, la alfombra y el sofá habían sido utilizados como ceniceros y las toallas que quedaban estaban empapadas de sangre. Arreglar el estropicio costó más de 12.000 euros, como relató a Lodgify esta persona.
Post-it por todos lados: falta alguien
Otra anfitriona ha contado en un hilo de Reddit que tuvo una huésped que no hablaba ni se comunicaba mucho y que se quedó más de una semana. "Nunca nos contactó ni pidió nada". Se alojaba en una cabaña.
Cuando ya acabó su estancia y los dueños del espacio se entraron a limpiar cuentan que: "Encontramos post-its POR TODAS PARTES. Había un montón, especialmente en un cuadro grande de un paisaje tropical que tenemos. Las notas iban desde observaciones sobre los reflejos en el agua hasta "¿Dónde está Jenny?".
De hecho, cuentan, había varias notas que mencionaban la ausencia de Jenny en la cabaña y en el libro de visitas había una nota sobre la búsqueda de esa persona de nombre Jenny. No saben qué pudo pasar. Pero dicen que tras meses, encontraron más post escondidos por lugares donde ni habían mirado.
Un Elvis por casa
"Llegamos a nuestro Airbnb, de un anfitrión polaco que parecía Elvis y que insistió en darnos una actuación en directo en el pasillo antes de que pudiéramos ir a nuestras habitaciones", comentan dos personas. Dicen que les pareció muy divertido.
Un edificio embargado
Una persona alquiló una casa en Hudson, Nueva York, y al llegar se encontró con una gran pegatina y una cinta de precaución bloqueando la puerta anunciando que el edificio estaba embargado.
"El anfitrión me indicó que cortara la cinta y me acomodara. Había una apertura de 1,8 metros de diámetro en la pared hacia el exterior, y había menos de cero grados". Luego cuenta que se metió a duchar y al salir se encontró "con un agente inmobiliario enseñando la casa a posibles nuevos propietarios".
Imagen | Foto de Oberon Copeland @veryinformed.com en Unsplash
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