Una escurridiza mariposa se ha convertido en el animal con mayor número de cromosomas del que tenemos noticia: 229 pares
Publicado el 11/09/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Es probable que en la escuela nos enseñaran que el ser humano tiene, por norma general, 23 pares de cromosomas. Sabemos que existen organismos complejos, como animales, que sobreviven con tan solo un par de cromosomas, como las hormigas de la especie Myrmecia pilosula.
La pregunta entonces está en cuáles son las especies con mayor número de cromosomas.
Un nuevo récord. Un estudio reciente ha señalado a una especie de mariposa, la llamada niña del Atlas (Polyommatus atlantica), como el animal con mayor número de cromosomas conocido: 229 pares. El número resulta aún más llamativo si tenemos en cuenta que muchas de las especies más cercanas a esta en el árbol taxonómico cuentan con 23 o 24 pares.
La niña del Atlas. La niña del Atlas es una escurridiza mariposa que habita la cordillera de noroeste de África, extendiendo su hábitat por partes de Marruecos y de Argelia. Hacía tiempo que sabíamos que este animal contaba con un elevado número de cromosomas, pero el nuevo estudio del genoma del animal nos abre las puertas a tener una medida precisa del número, a la par que también nos permite saber más sobre el porqué de esta sorprendente cifra.
“Llevo muchos años investigando esta mariposa y soy de las pocas personas que la han podido observar en la naturaleza. Desgraciadamente, la P. atlantica se encuentra gravemente amenazada por la destrucción de su hábitat. Criar en cautiverio y secuenciar el genoma de esta especie ahora que todavía era posible ha sido clave para entender su evolución”, explica a SINC Roger Vila, coautor del estudio.
Indagando en el cromosoma. El extraño devenir del genoma de esta mariposa comenzó hace unos tres millones de años, explica el equipo responsable de secuenciar este genoma. Y todo habría comenzado con 24 cromosomas, un número similar al de otras especies de su familia.
El análisis permitió descubrir que los cromosomas de la niña del Atlas habían sido fragmentaros en las zonas donde el ADN se acumulaba con menor densidad. Esto, agrega el equipo, implica que, pese al crecimiento del número de cromosomas, la información genética contenida en ellos no crecía de forma proporcional.
Tres millones de años de fragmentación. El equipo observó que todos los cromosomas salvo los sexuales experimentaron esta fragmentación, llevando la cifra total de cormosomas de 24 a 229 a lo largo de los últimos tres millones de años. Un intervalo “relativamente corto” de tiempo en términos evolutivos, destaca el equipo responsable del estudio.
Los detalles del estudio han sido publicados en un artículo en la revista Current Biology.
¿Ventaja evolutiva? El estudio plantea nuevas incógnitas, admite el equipo. Un ejemplo es el de saber hasta qué punto la fragmentación de cromosomas o el contar con un abundante número de estos, puede ayudar o perjudicar a las especies que recorren esta senda evolutiva.
Más que contar cromosomas. Más allá de establecer este “nuevo récord”, el estudio puede ayudarnos a comprender mejor la historia evolutiva y genética de esta y de otras especies. Conocer este pasado evolutivo puede también darnos pistas sobre el futuro de esta evolución, sostiene el equipo.
Podríamos así, por ejemplo, comprender mejor cómo las especies pueden responder a cambios en su entorno, como el aumento de la temperatura que estamos observando en algunas regiones del globo.
Los cambios cromosomáticos también se dan a nivel no-evolutivo, por ejemplo en algunas células cancerosas. Es por ello que conocer los mecanismos de fragmentación de los cromosomas puede ayudarnos a indagar en los cambios cuando estos suceden en contextos médicos.
Imagen | Roger Vila
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