Ya tenemos ganador del fin de Windows 10 y no, no es Windows 11: enhorabuena Linux

El paisaje de la computación personal está en constante evolución, y cada fin de ciclo de un sistema operativo mayor representa una encrucijada para mill
El paisaje de la computación personal está en constante evolución, y cada fin de ciclo de un sistema operativo mayor representa una encrucijada para mill
Es una escena familiar para muchos usuarios de Windows 11: después de una actualización de sistema, o incluso de una instalación limpia, el Administrador
En el universo de la tecnología, pocos eventos generan tanta expectación y, a la vez, tanta frustración como las actualizaciones de un sistema operativo tan omnipresente como Windows. Durante años, Microsoft ha prometido estabilidad, innovación y una experiencia de usuario fluida con cada nueva iteración. Sin embargo, la realidad, especialmente con Windows 11, ha sido a menudo un camino sembrado de baches inesperados. Recientemente, una nueva alarma ha saltado en la comunidad tecnológica, y no es para menos: usuarios de Windows 11 están reportando que, bajo ciertas condiciones críticas, sus teclados y ratones USB dejan de funcionar por completo. Este no es un fallo menor; es un obstáculo paralizante que afecta la capacidad misma de interactuar con el sistema cuando más se necesita, particularmente en escenarios de recuperación o diagnóstico. La situación es lo suficientemente grave como para exigir una atención inmediata y una comprensión profunda de sus implicaciones.
En el vertiginoso mundo de la tecnología, la obsolescencia es una constante ineludible. Las nuevas versiones de software emergen con regularidad, prometi
Apenas unas horas después de que Windows 11 viera la luz, una declaración de Microsoft encendió las alarmas y generó un debate considerable en la comunid
En un mundo donde los sistemas operativos parecen volverse cada vez más exigentes en recursos y más intrusivos en la privacidad del usuario, surge la necesidad de alternativas. Microsoft, con sus constantes actualizaciones y la integración de nuevas características en Windows 11, ha llevado a muchos usuarios a sentir que sus equipos, especialmente los más veteranos, se ven penalizados con un rendimiento decreciente y un consumo excesivo de memoria y almacenamiento. La obligatoriedad de una cuenta de Microsoft para la instalación inicial, además, ha sido un punto de fricción para aquellos que valoran su privacidad y prefieren mantener un perfil bajo en la nube.
La tecnología avanza a pasos agigantados, y con ella, los sistemas operativos que impulsan nuestros ordenadores. Durante años, Windows 10 ha sido el caballo de batalla para millones de usuarios en todo el mundo, ofreciendo una experiencia estable y familiar. Sin embargo, con la llegada de Windows 11, Microsoft ha presentado una visión renovada de su sistema operativo, invitando a los usuarios a dar el salto hacia el futuro. Si tu PC ya cumple con todos los requisitos para instalar la última versión, surge una pregunta que muchos se hacen: ¿es mejor esperar a que finalicen las actualizaciones de Windows 10, que aún tiene soporte oficial hasta octubre de 2025, o es el momento ideal para migrar a Windows 11 y aprovechar sus novedades? Esta es una encrucijada que merece un análisis detallado, sopesando las ventajas y desventajas de cada camino.
Desde su lanzamiento, Windows 11 ha capturado la atención de millones de usuarios con su interfaz renovada, mejoras de rendimiento y nuevas funcionalidad
El fin de soporte para Windows 10 se acerca, no como una fecha lejana en el calendario, sino como una realidad palpable que para muchos usuarios ya gener
El ciclo de vida de un sistema operativo, como el de cualquier tecnología, tiene un principio y un fin. Windows 10, que nos ha acompañado fielmente duran