Madrid, ciudad colapsada como nunca antes: el sándwich de obras en carreteras y Metro convierte la movilidad en un rompecabezas
Publicado el 22/07/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Mires donde mires, hay obras.
Da igual cuándo leas esto si vives en Madrid. Da igual que estés o no jubilado. Si algo hay que ver en Madrid son obras. Porque la ciudad ha entrado en una espiral reformista que toca todos los palos. Y si el transporte público debía ser la alternativa al coche privado... adivina. Sí, también está en obras.
Un verano de lo menos plácido. No es Madrid la mejor ciudad para visitar en verano. Coches, asfalto y altos edificios son la combinación perfecta para convertir la ciudad en un horno. Mucho más si tenemos en cuenta que brillan las plazas duras por el centro de la ciudad, a las que se trata de dar soluciones de emergencia, o se cierran los parques.
Pero quienes vivimos en Madrid encontrábamos una parte buena en pasar los meses de julio y agosto en la ciudad: se estaba tranquilo. El habitual río de gente se convierte en un riachuelo, se puede hacer algo de ocio cuando el calor deja de apretar y, sobre todo, uno llega al trabajo en un momento porque no existían los atascos.
Hoy, eso es cosa del pasado.
Mires donde mires. Ahora mismo, da igual que utilices el coche privado que el transporte público: Madrid está colapsada. Cada mañana el boletín de tráfico da los avisos habituales por la radio. Pero a los atascos de siempre se suman avisos que se han convertido en reincidentes.
Hacía tiempo que la ciudad no se veía en una igual. En El País recuerdan una anécdota que fechan en 2001. Entonces Danny De Vito, que estaba promocionando una película en la ciudad, ironizaba asegurando que le encantaba Madrid pero que “ganará mucho el día que encuentren el tesoro”.
Imposible en coche. Si viajas en coche hay que tener cuidado con la entrada por la A-5, el gran soterramiento de una de las arterias principales de entrada a la ciudad que, además, está provocando problemas a los vecinos. Quien acceda por aquí al interior de la ciudad comprobará cómo los habituales cuatro carriles por sentido se han transformado en dos carriles con un trazado sinuoso para ir salvando las grúas.
Ahora mismo, ya no se puede acceder al túnel de la M-30 pero quienes lleguen hasta allí le esperan más obras en Ventas, donde se quiere cubrir la M-30 para generar un enorme espacio verde que conecte el barrio de Ciudad Lineal con el de Salamanca.
Tampoco en la zona norte se libran de las obras. En las actuales Cuatro Torres se ha proyectado un enorme parque bajo el que se ha proyectado la conexión entre Sinesio Delgado con el Nudo Norte (donde conectan la M-30 y M-40). De nuevo, la intención es que en la zona superior se pueda disfrutar de una enorme zona verde ocultando los coches en un túnel.
El transporte público. Teniendo en cuenta que circular por Madrid con un vehículo privado ahora se asemeja a una carrera del Mario Kart (operación asfalto incluida), el transporte público debía ser la solución. Pero quienes hayan optado por dejar el coche en casa y utilizar los autobuses interurbanos de entrada a Madrid por la A-5 saben desde hace tiempo que no es tarea sencilla.
Los vecinos de Alcorcón han pedido que los terrenos militares de Campamento puedan ser utilizados como aparcamiento disuasorio. Así los conductores pueden conectar con Metro y Cercanías. El problema es que en el Metro se encontrarán una Línea 6 cerrada parcialmente, afectando a unos 400.000 viajeros.
A la Línea 6 se suman desde la semana que viene las obras de la Línea 7 de Metro, con las estaciones de Parque de las Avenidas, Cartagena y Alonso Cano inoperativas. Quien esperara encontrar refugio en Cercanías, también hay malas noticias. Porque ahora mismo hay cortes en la C-5 entre Villaverde Alto y Embajadores y hasta que termine agosto estará cerrado el túnel de Sol, dejando sin uso la estación de la plaza (en Cercanías) y cortando el paso entre Chamartín y Atocha de las líneas C-3 y C-4.
Intercambiadores. ¿Pensabas que habíamos terminado? Bueno, a todas estas inconveniencias hay que sumar grandes intercambiadores que están en obras. En Chamartín la remodelación sigue en marcha y ahora mismo hay que armarse de paciencia e ir con tiempo si se quiere coger un AVE.
También se está reformando el intercambiador de Conde de Casal, que ha sumado cortes de tráfico en el túnel de entrada por la A-3 y que servirá como nodo clave en la unión de la Línea 11 de Metro con la Línea 12, el tramo circular que presta servicio a todos los núcleos urbanos del sur de Madrid.
Y proyectos congelados. A todo lo anterior hay que sumar las obras de remodelación de la Línea 7B del Metro, la conexión entre el Estadio Metropolitano y el Hospital del Henares cuyas obras fueron objeto de una gran polémica porque han provocado daños irreversibles en las viviendas de algunos vecinos.
Enfado constante. Todo este barullo de obras que tiene implicaciones en el tráfico rodado, en el Metro y en Cercanías está provocando un hartazgo entre los vecinos de la ciudad que se puede rastrear fácil en redes sociales.
El caos fue completo ayer lunes 21 de julio. Una caída en los sistemas de ayer en el Metro provocó retrasos en la Línea 10. A esto se sumó una avería en una catenaria entre las estaciones de Laguna y Embajadores, provocando un embudo de viajeros en esa zona suroeste. Para cerrar el círculo, también el servicios de bicicletas públicas Bicimad estuvo caído y se registraron averías en la línea norte del Metro Ligero (ML1).
Durante todo el verano, las redes sociales están retransmitiendo en directo el caos que se vive en el Metro y en Cercanías donde las estaciones están llenas y los viajeros tienen que dejar pasar trenes porque están abarrotados.
Foto | Ayuntamiento de Madrid y Transportes de Comunidad de Madrid
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