Los incendios de Galicia y Tres Cantos revelan una cruda realidad: vivir cerca de un monte en España ya es un riesgo
Publicado el 12/08/2025 por Diario Tecnología Artículo original
El verano es tiempo de descanso, playa, helados, con suerte algún viajecito a un lugar de climatología más amable y días de terraceo con los amigos. Si hablamos de poblaciones próximas a bosques o masas arbóreas también es sinónimo de algo más: angustia. Lo vivió Galicia en un caluroso octubre de 2017, cuando las llamas llegaron a zonas habitadas y obligaron a los vecinos a salir de casa con cubos de agua, y acaba de recordarlo Tres Cantos, en Madrid. Aunque allí el paisaje es distinto, el fuego se ha originado en una zona de monte bajo sin urbanizar.
En realidad se trata de algo que ha calado en toda España: en verano, vivir cerca del monte o lomas con vegetación se ha convertido en un factor de riesgo.
Pendientes de Tres Cantos. Tres Cantos, una ciudad de 53.000 vecinos de la Comunidad de Madrid, vive momentos de angustia. Y con razón. Ayer, minutos antes de las ocho de la tarde, se declaró un incendio que con el paso de las horas ha ido calcinando hectáreas, obligado a evacuar a los vecinos de varias urbanizaciones e incluso dejado un fallecido, un empleado de la hípica de Soto de Viñuelas al que las llamas cercaron supuestamente mientras intentaba salvar a los caballos.
Los servicios de emergencias pudieron rescatarlo y trasladarlo en helicóptero al hospital La Paz, pero allí no pudieron hacer nada para salvarle la vida. Murió a las pocas horas. Rondaba los 50 años y tenía quemaduras en el 98% del cuerpo.

¿Sabemos algo más? Sí. Carlos Novillo, consejero de Medio Ambiente, ha explicado que el incendio ha tenido "una característica explosiva" que relaciona con "una tormenta que seca" acompañada de fuertes rachas de viento. De hecho asegura que la ráfagas han superado los 70 kilómetros por hora. El origen de las llamas estaría en la conocida como tercera fase de Tres Cantos, una zona de monte bajo. Las llamas han obligado a evacuar varias urbanizaciones, incluida la de Soto de Viñuelas, y hospedar a más de un centenar de personas en polideportivos.
En su servicio de información actualizada la Comunidad de Madrid precisa que las llamas han afectado a alrededor de 1.000 hectáreas, sobre todo pastos, matorrales y arbolados, además de cuatro viviendas de la urbanización Soto de Viñuelas. El fuego también ha alcanzado el campus del King´s College, uno de los colegios británicos más reconocidos de España y que aloja alumnos internos.
Más allá de Madrid. Aunque la virulencia del incendio de Tres Cantos ha centrado la atención de gran parte del país y su humo ha sido visible desde varios puntos de la capital, lo cierto es que no es el único activo en España. A lo largo de los últimos días las llamas han golpeado con mayor o menor fuerza Galicia, Castilla y León, Andalucía o Cataluña, obligando a confinar o evacuar a miles de personas y arrasando miles de hectáreas. El fuego incluso ha afectado al paraje natural de Las Médulas, en la comarca de El Bierzo, arruinando castaños centenarios.
Llega el verano... y el fuego. Los incendios de los últimos días recuerdan una triste realidad a España: el verano, sobre todo los meses más secos y con mayores temperaturas, suelen traer algo más que vacaciones. Con ellos llegan también los fuegos. Solo entre enero y septiembre del año pasado se registraron cerca de 4.900 incendios forestales. Y si bien la inmensa mayoría (aproximadamente el 71%) fueron conatos de pequeño alcance, en total arrasaron 43.600 hectáreas.
64 incendios tuvieron además consecuencias para la población y 39 llegaron acompañados de evacuaciones que afectaron a 4.300 personas. También hubo cinco fallecidos. Quizás parezcan cifras altas, pero la superficie forestal arrasada por las llamas representó apenas el 50% de la media de la última década. Este año a principios de agosto la superficie afectada superaba las 39.100 ha, más que en 2024, aunque por debajo de la media de la década. A esa cifra deben añadírsele ahora las hectáreas consumidas estos días en varias regiones del país.

Vivir cerca del campo. No todas las regiones de España sufre la lacra de los incendios con igual intensidad. Civio ha elaborado un mapa distribuyendo los más de 6200.00 incendios forestales registrados entre 1968 y 2017 y que quemaron al menos una hectáreas y en él se aprecia cómo el problema es especialmente grave en Galicia, el arco cantábrico y ciertas áreas de Extremadura. El plano refleja una realidad que suele golpear en verano a los puntos más afectados: vivir en ciertos puntos, próximos a zonas arboladas, se ha convertido en una fuente de angustia.
El caso de Galicia. Galicia dejó un buen ejemplo en octubre de 2017, cuando los incendios asolaron importantes núcleos de población e incluso se cobraron varias víctimas. Una de las imágenes icónicas que dejó aquel episodio fue la de vecinos saliendo de casa con baldes de agua o formando cadenas humanas para sofocar las llamas. Lo ocurrido entonces fue especialmente trágico, pero no un caso aislado.
En Chandrexa de Queixa, Ourense, un incendio declarado el viernes pasado se ha acercado tanto a las viviendas que ha obligado a desalojar vecinos. Algo similar ha ocurrido en El Bierzo, en Cádiz debido a un incendio originado en la Sierra de la Plata o en puntos de Tarragona y Lleida en julio, cuando las autoridades locales decidieron ordenar confinamientos para proteger a la gente de las llamas.
Proximidad y algo más. El problema no es solo vivir cerca de los montes. El riesgo de incendio depende de algo más que factores como las altas temperaturas, los bajos niveles de humedad o el viento. La presión sobre los ecosistemas, una gestión forestal insuficiente, el abandono de los usos tradicionales del monte, la despoblación o la acumulación de vegetación en los bosques también influyen.
"El aumento de la superficie forestal no se traduce en el aumento de bosques sanos, estables y diversos. Las zonas cultivadas y pastoreadas en el pasado están hoy cubiertas por matorrales, bosques jóvenes pioneros o rodales monoespecíficos que, sin una adecuada gestión, están condenados a quemarse", advierte Miguel Castillo, del Laboratorio de Incendios Forestales de la Universidad de Chile.
Imágenes | Elentir (Flickr), 112 Comunidad de Madrid (X) y José Manuel Gacía (Flickr)
utm_campaign=12_Aug_2025"> Carlos Prego .