La IA prometía un gran ahorro de costes, pero sus errores han creado un nuevo empleo: profesionales en arreglar sus pifias

Publicado el 10/07/2025 por Diario Tecnología
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La IA prometía un gran ahorro de costes, pero sus errores han creado un nuevo empleo: profesionales en arreglar sus pifias

La inteligencia artificial ha llegado a transformar el mercado laboral de formas que ni las propias empresas imaginan, prometiendo eficiencia y reducción de costes. Sin embargo, detrás de esta revolución tecnológica, hay un grupo de profesionales que está viendo crecer sus ingresos gracias a los errores que comete la IA. El auge de las automatizaciones con IA ha abierto un nuevo nicho laboral: arreglar los estropicios que la IA deja a su paso.

Cada vez hay más empresas que, tras intentar sustituir empleados por agentes de IA, han descubierto que los fallos pueden salir caros. Las prisas por adoptar la inteligencia artificial sin un análisis profundo han generado una demanda inesperada de expertos capaces de solucionar los problemas que estas tecnologías provocan.

Adelantarse sale caro. En los últimos meses, se ha hablado mucho sobre cómo la inteligencia artificial está sustituyendo a trabajadores y cómo podría hacerlo todavía más en el futuro cercano. Sin embargo, la realidad es que quienes han apostado por reemplazar empleados humanos demasiado pronto, se han encontrado con que la IA comete errores, y muchos. Según datos recientes, los agentes de IA pueden equivocarse hasta un 70% en tareas complejas, lo que demuestra que su fiabilidad dista mucho de ser perfecta.

Empresas que despidieron a personal para ahorrar costes han tenido que contratar a expertos después de que la IA no cumpliera con las exigencias mínimas de la tarea. "La IA también tiene muchos casos en los que puede ‘alucinar, generando contenido irrelevante, inventado o inconsistente’", explica a la británica BBC el profesor Feng Li, decano asociado de investigación e innovación en la Escuela de Negocios Bayes.

"Aunque parece una opción rápida y económica, la IA rara vez tiene en cuenta la identidad única de la marca, los grupos demográficos objetivo ni el diseño centrado en la conversión. Como resultado, gran parte del resultado parece genérico y puede perjudicar la reputación o la eficacia de la marca", destaca Li.

El negocio de arreglar los errores de la IA. En ese contexto, algunos profesionales han encontrado una mina de oro en la reparación de los errores cometidos por la IA. Tal y como destacan a BBC algunos de estos profesionales, esas intervenciones suelen hacerse a última hora y como último recurso ante una inminente entrega, lo que dispara los precios. El supuesto ahorro que prometía la IA termina convirtiéndose en un sobrecoste, ya que los expertos cobran tarifas elevadas por solucionar estos problemas a contrarreloj.

Sophie Warner, copropietaria de la agencia Create Designs en Reino Unido, afirma: "A menudo tenemos que cobrar una tarifa de investigación para averiguar qué ha fallado, ya que [los clientes] no quieren admitirlo, y el proceso de corregir estos errores lleva mucho más tiempo que si se hubiera consultado a profesionales desde el principio". Warner recuerda el caso de un cliente que, por ahorrarse 15 minutos de trabajo para actualizar su web, recurrió a ChatGPT para generar un fragmento de código. Solucionar el error "les costó unos 400 euros y su negocio online estuvo inactivo durante tres días".

100 dólares la hora por arreglar las pifias de la IA. Sarah Skidd, gerente de marketing de producto, publicaba en LinkedIn su experiencia, contando que fue contratada por una agencia de contenido para revisar urgentemente el texto de un sitio web producido con IA para un cliente del sector hotelero. "Dediqué unas 20 horas a reescribir el texto, cobrando 100 dólares por hora", explicaba Skidd, quien asegura que no se trataba de hacer pequeños cambios, sino de "rehacerlo todo" para darle consistencia.

Lejos de temer a la IA, Skidd considera que "no le tiene miedo a las IA como ChatGPT porque son muy básicas a la hora de escribir textos". En su publicación de LinkedIn, la escritora Sarah Taslik también comentaba que una empresa generó 50 artículos con IA y la contrataron para revisarlos: "Necesité dos meses enteros para reescribirlos".

IA más humana: una nueva fuente de ingresos. Estos profesionales destacan que no solo se trata de corregir los posibles errores y alucinaciones que comete la IA, sino de humanizar el contenido generado por IA. Kashish Barot, redactora en la India, contaba a la BBC que edita textos escritos por IA para clientes estadounidenses con el objetivo de que "parezcan más humanos". Barot destaca que "una buena edición, al igual que la escritura, lleva tiempo porque hay que pensar y no seleccionar como la IA. [La IA] no comprende bien los matices porque solo selecciona los datos".

Este fenómeno ha abierto oportunidades para profesionales que antes se dedicaban a crear contenido original, y que ahora encuentran en la edición de contenido generado por IA una fuente de ingresos adicional que, además, debido al contexto de urgencia está incluso mejor pagado. El trabajo de estos expertos se ha vuelto esencial para empresas que buscan mantener la calidad y autenticidad de su comunicación, a pesar de la automatización.

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Imagen | Unsplash (Headway)

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