La fábrica de baterías de CATL en Aragón prometía generar miles de trabajos. De momento, se los quedarán 2.000 chinos

Publicado el 05/06/2025 por Diario Tecnología
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La fábrica de baterías de CATL en Aragón prometía generar miles de trabajos. De momento, se los quedarán 2.000 chinos

1.847 trabajadores chinos. Esa es la cifra estimada que, según El Periódico de Aragón, llegarán a Figueruelas para levantar la planta de producción de baterías para coches eléctricos que CATL y Stellantis firmaron meses atrás. Entonces se vendió que se crearían unos 3.000 puestos de trabajo pero, de momento, casi 2.000 empleados vendrán desde el país asiático.

El dato. La primera vez que se habló del tema lo hizo Cadena Ser el pasado mes de mayo. Entonces se apuntaba que CATL llegaría a Figueruelas (Aragón) con más de 2.200 trabajadores procedentes de China que levantarán la nueva fábrica de baterías para Stellantis", en palabras del alcalde Luis Bertol.

La cifra, como vemos, se ha ido matizando hasta cerrarse en los mencionados 1.847 trabajadores. El pueblo enfrenta un reto, ya que esos casi 2.000 trabajadores doblarían el censo actual de habitantes que en 2024 se estimó en 1.240 vecinos.

Evidentemente, la inmensa mayoría de los trabajadores de la fábrica que Stellantis tiene en el municipio viven en los pueblos cercanos y, sobre todo, en la cercana Zaragoza ya que se contabilizan en estos momentos unos 5.000 empleados regulares en la propiedad del fabricante de coches.

Un promesa. La nueva fábrica que CATL y Stellantis levantarán en Figueruelas será la mayor productora de baterías de coches eléctricos de nuestro país, incluso por delante de la de Volkswagen en Sagunto. Entonces se anunció que llegaba con una inversión de 4.100 millones de euros debajo del brazo.

Pero también se prometió que crearía 3.000 empleos directos. La cifra sale de la Declaración de Interés General (DIGA) aprobada por el Gobierno de Aragón para abrir las puertas a la tramitación express de las ayudas, según recogían en diciembre de 2024 en El Español.

"El ruido está en los medios". Desde que se supo la noticia, el ir y venir de los números sobre los trabajadores chinos ha levantado cierta polvareda. No está claro por qué CATL necesita traer a casi 2.000 trabajadores chinos para levantar su fábrica. Tampoco si ese trabajo podría haberse quedado en el entorno cercano o si falta el conocimiento para ello. De igual modo, también se ha puesto sobre la mesa cómo Figueruelas va a enfrentar que se doble su población.

Bertol señalaba a El Periódico de Aragón que "el ruido está más en los medios que entre nuestros vecinos". Explica que la idea es poner en marcha vivienda prefabricada cerca de las instalaciones de la fábrica. Y se escuda en que ya se vivió una situación similar en los años 80 cuando General Motors levantó la planta de Opel (que ahora pertenece a Stellantis) en la localidad.

¿Es legal? Según El Periódico de Aragón, los trabajadores chinos que llegarán a Figueruelas no serán únicamente operarios que tengan como objetivo levantar la fábrica. Se esperan mandos intermedios y, por supuesto, mandos de alto rango. Para ello, CATL aplicará el marco de la Ley de Unidad de Grandes Empresas y Colectivos Estratégicos (Ley 14/2013) nacida para fomentar la llegada de estos macroproyectos tras la crisis de 2008. En esta ley se recoge, por ejemplo, la agilización de los permisos de residencia para los trabajadores altamente cualificados.

¿Se necesita mano de obra china? "En el arranque necesitas gente que, bajándose del avión, sepa ya qué hacer en esa factoría más adelante". Así defiende Bertol, alcalde de Figueruelas, la llegada de estos trabajadores a la ciudad. "No hay que llevarse las manos a la cabeza por este asunto, es un proceso lógico y normal", explica a El Periódico de Aragón.

"CATL trae la tecnología de baterías, que es además la mejor del mercado mundial, y trae sus máquinas y formas de trabajar". Sin esos trabajadores no sería poner la fábrica en marcha aunque, eso sí, no se dice cuánto tiempo se prevé que mantengan su trabajo en la localidad aragonesa o si se establecerán formaciones a los trabajadores locales.

Otros casos. Aunque llamativo, el caso de Figueruelas tampoco es excepcional. El desembarco de CATL en Alemania fue similar, con inversiones que llegaron de la mano de trabajadores chinos de inicio que pudieran formar a los trabajadores locales pero que, sobre todo, hicieran funcionar a pleno rendimiento lo que se iba levantando.

BYD ha funcionado de manera similar en su llegada a Hungría. Y es algo que funciona en las dos direcciones occidente-oriente. A raíz de la guerra arancelaria que Estados Unidos abrió con todos los países del mundo, volvió el debate de por qué Apple no fabricaba su iPhone en Estados Unidos. Más allá de costes, había un motivo sencillo: falta gente formada.

Foto | Stellantis y CATL

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