La escultura más extraña de Taiwán es también la que más turistas atrae: una panceta tallada en piedra
Publicado el 10/05/2025 por Diario Tecnología Artículo original
La comida es un arte, pero también una lección de historia. Platos como las torrijas, la lasaña o el sushi tienen siglos (y milenios) a sus espaldas y nos cuentan una historia de aprovechamiento, mezcla de tradiciones o hasta de evasión de pandemias. Pero aunque disfrutamos de la comida hasta niveles de lujo, no tantos platos se han convertido en un tesoro nacional. Literalmente.
Ese es un honor reservado a unos pocos, y la Piedra con Forma de Carne de China tiene el honor de ser uno de los Tres Tesoros que atrae cientos de visitantes cada año al Museo Nacional del Palacio de Taipei.
Su Dongpo. Hoy, el cerdo Dongpo es un plato tradicional en China, pero surgió en la provincia de Hangzhou durante la dinastía Song (entre el 960 y el 1279) para aprovechar un curioso excedente de panceta de cerdo. Cuenta la leyenda que su inventor fue Su Dongpo, un poeta, calígrafo, músico, historiador y político -entre otras cosas- que ocupó puestos importantes en la administración imperial, pero debido a unas desavenencias con un político, fue desterrado a Huangzhou.
Allí se convirtió en gobernador y, tras organizar una serie de acciones para dragar un lago y acabar con las inundaciones, fue obsequiado con grandes cantidades de panceta de cerdo. El erudito, además, era buen cocinero, por lo que decidió cocinar lentamente la panceta con vino Shaoxing y salsa de soja para devolver el detalle a los vecinos (y para aprovechar ese excedente con el que se había encontrado).
Como siempre, esto es una leyenda y hay otras versiones que cuentan que el hombre estaba jugando un juego de mesa, se despistó y se olvidó del cerdo que tenía al fuego. Cuando se dio cuenta, descubrió que esa cocción exagerada había dejado la pieza tremendamente tierna.

Cerdo. Tal fue la aceptación del plato, que decidieron bautizarlo con el nombre del polímata. Durante casi mil años, se ha mantenido como uno de los platillos tradicionales del país y la clave está tanto en la pieza como en la cocción. Sobre lo primero, la norma dicta que debe ser un cubo de panceta de unos cinco centímetros de lado. Debe alternar capas de carne magra y grasa para evitar que sea demasiado grasiento o pesado.
Y, para lograr esto, se utiliza un braseado lento y una mezcla de vino fermentado y salsa de soja. Es un plato suave, jugoso y que tiene un aroma característico que, como decimos, es un símbolo de la gastronomía de Hangzhou.
Dinastía Qing. Los siglos pasaron y llegó la dinastía Qing. Gobernaron China entre el 1644 y el 1912 y, fue esta última dinastía imperial del país la que elevó China en el panorama internacional, convirtiéndola en uno de los imperios más grandes y prósperos del mundo en el siglo XVIII. Ese periodo de bonanza estuvo acompañado por un apogeo de las artes que combinaban innovación y tradición.
Los Qing actuaron como mecenas en muchos campos artísticos, siendo el de la escultura uno de los preferidos de algunos de sus emperadores. Y en ese periodo de esplendor surgió algo que se ha convertido en uno de los tesoros más extraños, graciosos y, a su vez, representativos de China: un homenaje al cerdo Dongpo.

Piedra con Forma de Carne. Utilizado jaspe veteado como elemento principal, el artesano dio forma a una pieza con unas medidas prácticamente perfectas de 5,73 x 6,6 x 5,3 centímetros.
No sólo tiñó la piedra para imitar a la perfección la apariencia de la grasa y de la carne magra, sino que fue capaz de crear pequeños agujeros que simulaban los poros de la piel del cerdo. Reflejaba todas las capas con precisión: desde la piel crujiente, las diferentes texturas interiores y la base, y todo ello con unos colores que hacían que, realmente, pareciera carne marinada en salsa de soja.
Uno de los Tres tesoros. Sólo hay que ver las imágenes que acompañan este artículo para apreciar esa excelencia técnica del artista. Y tal es su importancia que la Piedra con Forma de Carne ha sido descrita como la obra maestra más famosa del Museo Nacional del Palacio de Taipei. Se ha exhibido internacionalmente, atrae multitudes y, junto a la Col de Jade y al Mao Gong Ding, es la obra que reina en las galerías del museo de Taiwán (algo que no debe hacer mucha gracia a China, precisamente, por las constantes tensiones geopolíticas con el país).

Y aquí tenemos una muestra perfecta de cómo historia, arte, tradición y cocina se dan la mano gracias, porque no hay que olvidar esto, a la creatividad que los artesanos pudieron desplegar durante una dinastía de los Qing que daba manga ancha para que crearan esculturas que deleitaran a la corte.
Lamentablemente, como ocurre con tantas y tantas piezas artísticas, no conocemos el nombre del artesano.
Imágenes | Chainwit, National Palace Museum, Sjschen
utm_campaign=10_May_2025"> Alejandro Alcolea .