Hay un truco bastante sencillo para saber qué sandía elegir en el supermercado: si tiene mancha blanca o no
Publicado el 22/07/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Es casi un ritual del verano: escoger cuidadosamente una sandía en el supermercado, llegar a casa, partirla, y a la hora de hincarle el diente sentir la decepción en nuestro paladar. Elegir una sandía no es fácil y no hay ningún truco infalible. Pero algunos, al menos, pueden aumentar nuestra probabilidad de acierto mientras que otros, son más bien mitos.
Hay dos factores que hacen que hacen de la elección de la sandía (y también del melón) una tarea sensible. Uno de estos factores está en su piel, que mantiene su firmeza y coloración a lo largo de distintas etapas de maduración. Comprobar el estado de maduración de un melocotón puede ser fácil solo con apretar y comprobar la firmeza de la fruta. En el caso del plátano podemos hacerlo a primera vista solo apreciando el color.
El otro factor está en el mismo proceso de maduración de estas frutas. Tanto la sandía como el melón son frutos no climatéricos. Esto quiere decir que estas frutas solo maduran mientras están conectadas a su planta, al contrario de lo que ocurre con los frutos climatéricos (como por ejemplo el plátano o el melocotón), que continúan madurando incluso mientras reposan en nuestros fruteros o neveras.
Como señalábamos, esto hace de la selección de esta fruta un proceso delicado: si no acertamos en el supermercado, no bastará con esperar unos días a que la sandía alcance su maduración idónea.
¿Y cómo podemos detectar el punto de maduración de la sandía? Quizás la principal pista de la que disponemos a la hora de saber si esta fruta ha alcanzado su punto de maduración es la “mancha” que se forma en la parte inferior. Las manchas amarillentas suelen indicarnos una fruta más madura, mientras que las más pálidas y blanquecinas indican que la fruta fue recolectada antes de alcanzar su madurez.
Pero esta no es la única pista que podemos encontrar en la piel de esta fruta. Otro indicio está en la textura: conviene buscar melones con superficies planas y redondeadas, evitando aquellos con marcas visibles.
Aunque hacer una marca nosotros mismos es una opción. Arañar la piel de la fruta puede darnos otra pista, ya que si al hacer la marca la capa más externa se pela con facilidad y dejando ver un interior algo más blanquecino, es más probable que nos estemos encontrando con un ejemplar maduro.
La maduración de la sandía
El color y la textura de la piel no es el único indicio que podemos utilizar a la hora de identificar la sandía correcta. El peso de la fruta (o su densidad más bien) puede también darnos una pista sobre qué nos encontraremos después de abrirla.
Las sandías, como los melones, contienen agua abundante (contienen más de un 90% de agua). Según indican los expertos, las sandías más pesadas respecto a su volumen serán las que contengan más agua y por tanto las más jugosas.
Si buscamos melones en su punto de madurez, un factor que debemos tener en cuenta es la fecha: la sandía es una fruta de temporada: según el calendario de frutas de temporada del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, podemos encontrar sandías entre los meses de mayo y de septiembre, siendo los meses entre junio y agosto los de mayor nivel de comercialización (incluyendo siempre los meses mencionados). La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) restringe ligeramente la horquilla, considerando solo los meses entre junio y agosto (ambos incluidos).
La existencia de discrepancias o diferencia entre meses con mayor o menor comercialización está en el hecho de que muchos factores pueden alterar el proceso de maduración de la fruta, especialmente los factores climatológicos y meteorológicos.
¿Qué quiere decir esto? Que dependiendo del lugar de procedencia de la fruta y dependiendo de las precipitaciones y de las temperaturas a lo largo del año, las sandías podrán madurar con mayor o menor velocidad, lo que alterará su sabor. Conocer este tipo de detalles puede que quede fuera del alcance del consumidor medio, pero puede ayudar a refinar nuestro método de ensayo y error.
Imagen | Crina-Miriam Cretu
utm_campaign=22_Jul_2025"> Pablo Martínez-Juarez .