Hay un debate sobre si es mejor caminar lento o rápido para nuestra salud. Un debate que la ciencia ha dado por cerrado
Publicado el 14/07/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Caminar es un ejercicio que no solo tiene la ventaja de ayudarnos a mantener una buena salud, también resulta asequible para personas con dificultades para ejercitarse de otras formas por circunstancias como la edad o el ritmo de vida. Sin embargo un viejo debate persiste: el de si para extraer los beneficios de este ejercicio podemos ir con paso relajado o si por el contrario es imprescindible un ritmo presto.
Si no existen motivos como lesiones que puedan agravarse con la práctica deportiva, la actividad física, incluso en “pequeñas dosis”, siempre será mejor que la inactividad. Es por eso que el debate sobre lo idóneo de andar despacio nos conviene sea fácil de zanjar: caminar despacio es mejor que no caminar. Eso sí, los expertos tienden a coincidir en que, si tenemos la posibilidad, mejor acelerar el paso.
Andar puede ayudar a nuestra salud de distintas formas. Nuestra salud cardiaca es, seguramente, la que más nos puede agradecer el ponernos calzado cómodo y salir a dar un paseo, pero no es la única.
Caminar se ha relacionado con un menor impacto de enfermedades como la diabetes pero también puede tener beneficios psicológicos como la reducción del estrés o ayudarnos a mejorar la concentración, especialmente cuando caminamos por entornos naturales.
Pero entonces, ¿qué hay de los beneficios de caminar deprisa? De nuevo, la salud cardiovascular está en el centro del debate. Un estudio reciente en destacar esto es el publicado en 2024 en la revista Atherosclerosis.
El estudio, que contó con casi 20.000 participantes, analizó la mortalidad de estos en un periodo de 9,4 años. El equipo responsable del análisis detectó una relación inversa entre el ritmo con los que estos solían caminar y el riesgo de muerte y de padecer enfermedades cardiovasculares.
Los estudios que relacionan el ritmo de nuestros andares con los beneficios que caminar da a nuestra salud son diversos. Algunos también abarcan la relación entre velocidad y deterioro cognitivo.
Algunos ejemplos los encontramos en la revisión publicada en 2016 en la revista Ageing Research Reviews. El equipo responsable del análisis encontró una relación entre la velocidad del paso al andar y el deterioro cognitivo, aunque no era concluyente sobre la existencia de una relación causal directa ya que también podría ser el deterioro cognitivo el que nos hace que caminemos más despacio.
Perder peso
El peso es un factor de riesgo importante en muchas enfermedades. Es por eso que, si bien adelgazar no tiene por qué implicar que vayamos a estar más sano, puede ser de utilidad para reducir este riesgo o como simple motivación hacia unos hábitos más saludables. Entre ellos, el ejercicio.
Si nuestro objetivo es adelgazar, acelerar el paso puede también ser de ayuda. Eso sí, el contexto puede ser importante, como descubrió recientemente un grupo de investigadores. En su estudio, publicado en 2024 en la revista Sports Science & Medicine, detectaron que la genética podía ser determinante a la hora de reducir nuestro peso a través de este tipo de ejercicio.
Caminar es un ejercicio asequible y saludable, pero la ciencia cada vez encuentran más pruebas de que lo mejor es acelerar el paso si queremos aprovechar al máximo los beneficios de nuestras caminatas. Caminar, aunque sea a un ritmo pausado puede ayudar a nuestra salud, pero también puede ayudarnos a coger el hábito necesario para encaminarnos, poco a poco, hacia una vida más activa. Paso a paso.
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