Granada quiso limitar el tráfico con su ZBE. Los habitantes de sus pueblos han descubierto cómo saltársela alegremente
Publicado el 16/06/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Los habitantes de Granada han encontrado una forma de sortear las restricciones impuestas por la reciente implementación de las ZBE en la ciudad, aún en fase de avisos por carta. La triquiñuela tiene que ver con una fisura en las excepciones que plantea el Ayuntamiento de la ciudad, y que comparte con algunas de las zonas de bajas emisiones del territorio español. Si un coche no puede circular porque es de fuera de la ciudad, hay una forma muy sencilla de solucionarlo.
La ZBE de Granada. La Zona de Bajas Emisiones de Granada está en fase de implementación progresiva, esperando completarse el próximo 1 de octubre de 2025. La ciudad ya empieza a poblarse con carteles y cámaras que controlan el acceso a los vehículos, sobre todo aquellos sin domicilio fiscal en la ciudad.
Y es que hay una clave muy sencilla para comprender qué está sucediendo con esta ZBE:
"No tendrán autorización para acceder a la ZBE aquellos vehículos que no dispongan del domicilio fiscal en el término municipal de Granada y que además no tengan distintivo medioambiental. Los vehículos sin distintivo medioambiental son aquellos vehículos de gasolina anteriores al 2001 y diésel anteriores al 2006. Cualquier vehículo que tenga el domicilio fiscal en el municipio de Granada podrá acceder a la ZBE independientemente de su distintivo medioambiental. Por otro lado, cualquier vehículo que tenga distintivo B, C, ECO o Cero también podrá acceder a la ZBE independiente de dónde tenga su domicilio fiscal."
Hecha la ley, hecha la trampa. Granada permite acceder a su ZBE a cualquier vehículo, tenga o no distintivo medioambiental. En otras palabras, la ciudad quiso blindar la entrada de todos aquellos coches de municipios aledaños, pero en los primeros meses de su implementación está consiguiendo todo lo contrario.
Loli Cañavate, alcaldesa de Armilla (el pueblo aledaño a Granada con mayor densidad poblacional), asegura a Granada Hoy que “hemos detectado un incremento inusual en las bajas del padrón municipal de vehículos, con cifras que prácticamente duplican las del mismo periodo del año anterior”.
Blanco y en botella. No hay margen para la interpretación, la propia alcaldesa recoge que fuentes del Ayuntamiento aseguran que “numerosos vecinos confiesan estar cambiando el empadronamiento a domicilios de familiares en la capital para evitar las restricciones de la ZBE”.
Es un doble golpe que no solo afecta a cómo Granada acabará recibiendo la entrada de vehículos sin etiqueta: el movimiento también tendrá impacto en las arcas municipales. Cambiado el padrón, cambiada la tributación del vehículo. Estos vehículos pasan a tributar en Granada, y el Ayuntamiento deja de percibir el impuesto a vehículos de tracción mecánica.
No están solos. El Real Decreto 1052/2022, por el que se regulan las Zonas de Bajas Emisiones, fija los requisitos básicos de las mismas (perímetros, control por cámara, planes de calidad del aire), pero no marca las excepciones concretas que fija cada ciudad.
Granada es una de las ciudades más permisivas teniendo en cuenta esta excepción. Algunas, como Valencia, permiten un total de 48 accesos con una duración máxima de 24 horas por cada uno de ellos a los vehículos más contaminantes.
Madrid, sin ir más lejos, permite circular a vehículos empadronados en Madrid capital antes del 1 de enero de 2022 (no permite modificación en el padrón para poder circular). Esta medida forma parte de un preaviso de doce meses hasta el 31 de diciembre para vehículos con clasificación ambiental A, fecha tras la que se les empezará a sancionar.
Las etiquetas, a revisión. El caos que se está viviendo con las ZBE, con el Tribunal Superior de Justicia golpeando duramente las de Madrid, y la evidencia de que la clasificación está sencillamente rota (vehículos altamente contaminantes con etiqueta cero, vehículos poco contaminantes, pero antiguos, sin etiqueta, etc.), han llevado a lo inevitable: que el Gobierno esté dispuesto a revisarlas.
Los grupos parlamentarios de Sumar, ERC, Bildu y BNG han logrado introducir una enmienda transaccional en la Ley de Movilidad Sostenible, un texto en el que se recoge que Gobierno tiene un plazo de 12 meses para presentar un informe con la revisión de las etiquetas. Se espera que el criterio de emisiones sea uno de los incluidos en la revisión, y que se vaya más allá de la fecha de matriculación o combustible del vehículo.
Imagen | Xataka
En Xataka | ZBE en Google Maps: cómo se muestran en la app y qué información enseñan
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